Prólogo:

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Septiembre 20, 2019

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Septiembre 20, 2019.

03:20. A.M.

El lugar era caluroso, pero eso no debería de impresionar ya que debido al cúmulo excesivo de personas reunidas en aquel reducido espacio, era lo más lógico y esperado.

Las personas bailaban en la planta baja. La zona en donde más se concentraba aquella "Pequeña reunión" que al final de cuentas terminó siendo todo un gran evento. Miles de cuerpos sudorosos rozaban unos contra otros al ritmo de la música. Y yo simplemente los observaba a la distancia. Desde el balcón.

Mi vista estaba algo nebulosa, pero eso se debía a un par de tragos que decidí ingerir hace una media hora atrás, intentando reunir desesperadamente algo de valor.

El cuerpo me temblaba. Las manos me sudaban. Y el jodido corazón me iba a mil por hora. Me encontraba totalmente tensa y con los nervios a flor de piel.

¿La razón?

Se encontraba justamente en mi mano derecha. Específicamente en mi  teléfono móvil.

En un corto, simple, pero específico mensaje de texto.

De verdad que no me lo podía creer. Esto no podía estar sucediendo. No después de todo lo ocurrido y acontecido en los últimos meses.

Me negaba rotundamente.

Así pues, intentando calmar mi inestable e irregular respiración procedo a inhalar y exhalar con más calma y lentitud. Intentando apaciguar aunque sea un poco la avalancha de turbas emociones que justo ahora me nubla el juicio.

<<Vamos, Sky. Tú sólo respira...>> Me repito una y mil veces más.

Ya luego de un par de segundos, reúno el valor  necesario y decidida me encamino al lugar y a la hora pautada con anterioridad.

Me alejo del balcón y voy hacia el pasillo del segundo piso. En éste se encontraban seis puertas a exactitud. Tres del lado derecho. Y tres del izquierdo.  Y ya sin vacilar y aguantando el inmenso nudo creciente en mi garganta, voy directo a la tercera puerta del lado derecho.

Tomo el pomo. Se siente helado, pero al mismo tiempo arde bajo el tacto de mis dedos. Tardo aproximadamente unos diez segundos pensando en si realmente vale la pena o no el mirar detrás de la puerta. O si la mejor opción es simplemente  bajar y largarme asegurando que todo éste circo se trata de alguna especie de broma pesada  y de mal gusto de algún conocido.

LOS CLARCK (I)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora