LOS CLARCK (I)✅

Capítulo 58: DUBAI (PARTE II).

Capítulo dedicado a Rachel_cris. Espero te guste, linda.❤

POV SKY:

—Oh por Dios...—Murmura una mujer sorprendida a mis espaldas. Y yo rápidamente me doy la vuelta hasta que...

Joder, sí.

Es ella.

Sorprendida y ciertamente emocionada cuelgo la llamada, encontrándome frente a mí a Bea, una vieja amiga de la infancia. Específicamente a la que conocí en un campamento de verano de los que asistía cuando era un poco más joven.

—¡Sky White!—Se me acerca como un rayo, dejándome aturdida al enrollar sus brazos al rededor de mi cuello—¡Eres tú! Esa melena larga, rojiza y ojazos de color verde sin duda alguna son inconfundibles...—Se ríe contagiosamente, y yo por fin me libero del vergonzoso estupor.

—¡Demonios, Bea!—Devolviéndole el saludo sonrío contenta. Luego de no haberla visto por al menos unos cuantos años—Hace mucho que no te veo...—Mumuro sin poder creérmelo —¿Cuanto ha pasado? ¿Tres, cuatro años?—

—Seis en realidad—Se carcajea divertida.

Mierda, sí que estaba pésimo con las matemáticas.

—¡Santo Cristo!—Abro la boca impresionada—Mírate...—

Bea Wilson se veía radiante. Lo que antes era una regordeta niñita de once años, cabello corto, oscuro, y con flequillo, ahora se había convertido en toda una mujer preciosísima e hilarante.

De diecisiete años supongo, con sus buenas curvas, melena larga, oscura, lisa y pintada de gris en las puntas con diversos reflejos que molaban de la ostia.

—Estás preciosa...—Le digo con honestidad—Ya no veo para nada a aquella chiquilla tímida y asustadiza. Ahora te ves...—

—Sexy, lo sé.—Asegura lo contrario de modesta—En cambio tú...—Me mira de pies a cabeza—Si antes estabas exageradamente mona y bonita, ¡ahora tu belleza se ha multiplicado!—

—Tampoco exageres...—Me ruborizo.

—No lo hago. Sabes que no me van las mentiras y lo que te digo no es más que la pura verdad—Me asegura.

Definitivamente había cambiado muchísimo. Y para bien.

La Bea que conocí parecía un pequeño ratoncito tierno y asustadizo. Una niña la cual lamentablemente era el flanco de diversas y crueles bromas por parte de los demás niños.

Y de las cuales nunca estuve de acuerdo ya que siempre intentaba defenderla a capa y espada en contra del jodido acoso que recibía prácticamente que a diario.

—¿Tus hermanas como están? ¿Se encuentran por aquí también contigo?—

—De hecho sí, ven para que las saludes...—Ella asiente emocionada, y yo la guío hasta encontrarme primeramente con Stacy.

—¡Oh, joooder!—Se lleva ambas manos a la boca,observando anonadada a mi pequeña hermanita la cual cada día ya no era tan pequeña a medida que transcurría el tiempo—¡Dios mío has crecido tanto!—