Capítulo 19: La piel es de quien la eriza.

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POV SKY:

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POV SKY:

¿Saben?.

Últimamente estoy empezando a deducir y no lo digo sólo por decir, que Eros Clarck verdaderamente tiene alguna especie de problema mental.


Ya que sin duda alguna es totalmente absurdo lo que mis ojos están apreciando en estos momentos.

Lo miro atentamente frente a mí. Recostado de manera casual sobre su costoso automóvil de color plateado.

Lo repaso de pies a cabeza, y el vergonzoso encuentro de hace semanas atrás y en el cuál me vi penosamente involucrada, de cabeza, y atada a un enorme árbol llega a mi memoria.

—¿No piensas decir nada?— inquiere divertido, dando una vuelta sobre su eje para que lo repare completamente.

Ay, mi Dios.

—¿En qué diablos pensabas cuando compraste todo eso? —me cruzo de brazos y él se encoge de hombros, emocionado por sus nuevas adquisiciones.

Y yo sólo me pregunto...

¿Estoy ciega, o realmente el muy tonto se ha comprado un shorts y una camisa del jodido programa de My Little Pony?.

—¿Cómo que en qué estaba pensando, cariño? —discute indignado —.No mentía aquella vez en la que te dije que no dejaba de pensar en tus originales y calientes bragas —me mira burlesco y cuento dentro de mí cada segundo para evitar pensar en el tema del homicidio.

—¡Olvida eso, por Dios! —cubro mi cara con ambas manos frustrada —.Y a todas estas...¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? —Lo señalo y él despeina su cabello sedoso.

—Quería que anduviéramos combinados. —explica sin más.

—No hablas en serio —en cambio yo lo aniquilo con la mirada.

—Cielo, estoy hablando muy en serio. —extrae un par de gafas de sol que guardaba en su bolsillo, colocándolos encima de su cabeza.

¿Lo más injusto de todo?.

El muy infeliz se veía jodidamente sexy hasta con la cara de un poni justo en el centro de su franela de color rosa.

El conjunto prácticamente se basaba en una bermuda con cientos de ponis de distintos colores, y una camisa unicolor con el dibujo anteriormente mencionado en el medio.

¡Hasta podía jurar que era exactamente igual a mí ropa interior!.

Era sorprendentemente perturbador, si nos detenemos a analizarlo. 

—Estoy reflexionando seriamente el qué hacer contigo —suspiro con una media sonrisa en mis labios. Ya que por muy tonto y alocado que me parezca el asunto, de igual forma no puedo evitar el que me cause cierta gracia —.Aún no me decido si correrte, burlarme o darte un puñetazo como te prometí aquella vez si volvías a mencionar algo sobre mis tangas.

LOS CLARCK (I)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora