Capítulo 12: ...conozco"

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En el avión estaban uno frente al otro, habían terminado de discutir los detalles del caso, y se había instalado un silencio incómodo entre ellos.

- ¿Por qué crees que confío menos en las mujeres que en los hombres, Prentiss?- Le dijo alzando una ceja a modo de curiosidad.

Ese era uno de los gestos que a Emily le parecían increíblemente seductor viniendo de él. Aún recordaba la última vez que habían estado juntos, si no hubiera sido por Haley, estaba segura de que hubieran roto las reglas.

- No lo creo, lo sé.- Hizo una pausa para ver la reacción de Hotch, pero no encontró ningún gesto de incomodidad, sólo vió en él expectación.- Supongo que... es algo que va con tu personalidad de macho alfa ¿no? Al fin y al cabo, eres el líder.-  Él miró sus labios mientras ella exponía sus ideas, no podía evitarlo le gustaban demasiado.- ¿Pero, está bien no? Todos tenemos nuestras cosas.- Tenía que admitir que había dicho esto con un tono de incomodidad.

"Ahora es cuándo me tira por la ventanilla" pensó la morena.

- Así que... soy el macho alfa...¿Y que cosas tienes tú, Prentiss?- La curiosidad que sentía Hotch por ella, no pasaba desapercibida, incluso no sabía porque le llamaba tanto la atención al punto de estar perdiendo la cabeza por ella.

- Creo que eso no es de su incumbencia, señor...- Respondió seriamente.- Además debería prestarle más atención a sus subordinados, debería saber los defectos y virtudes de cada uno.

- Le presto atención a mis subordinados, simplemente quería que compartieras algún detalle conmigo.- Emily pudo notar algo en Hotch. ¿Acaso era decepción? ¿Porque no le había respondido?

- Lo siento, señor.- No sabía por qué de la rabia pasaba a la vergüenza y viceversa. Lo único que tenía claro era que aquel hombre la ponía extremadamente nerviosa, a pesar de que lo megara una y otra vez, y sobre todo la atraía como si fuera un imán.

- Reid ha sufrido mucho con la pérdida de Gideon, es un chico inteligente, pero eso no lo hace inmune a la tristeza de ser abandonado por una figura que él admira tanto.- Hotch hizo una breve pausa y bebió agua, no pudo evitar sonreír para sus adentros al percatarse de como Emily lo miraba, y en ese momento ella sólo pudo ruborizarse.- Morgan, es un excelente agente, pero sabemos que la muerte de su padre y las cosas que le ocurrieron de niño le hacen ser desconfiado con algunas personas, pero en el fondo es un gran amigo.- Ambos sonrieron.- JJ es increíble, es la mejor para ponerse en la piel de los demás. Y García es García, y con eso es suficiente.- Volvieron a sonreír al recordar a la despampanante analítica.

- En verdad son maravillosos.- Dijo ella con tristeza.

- Sé que lo que más te cuesta es dejarlos, por eso no puedes dimitir, Prentiss.- La miró directo a los ojos esperando una respuesta, pero solo recibió una sonrisa tímida que le encantó.- ¿No me vas a preguntar que pienso de ti?

- Supuse que no tenías ningún argumento en tu cabeza que me describiera.

- La agente Emily Prentiss...- Suspiró antes de continuar.- Desde que te ví entrar por la puerta supe que debía tenerte en la UAC.- Dijo esta vez con un tono serio, apartando los ojos de Emily para mirar a través de la ventanilla.- Me has demostrado que también puedo confiar en las mujeres, incluso que puedo trabajar con ellas como trabajo con cualquier hombre... Eres una agente increíble y... una mujer increíble. - Hizo una pausa, pero no volteó en ningún momento a mirarla.- Eres testaruda... odias la política... Tu ruso apesta, pero tu italiano y tu español son increíbles.- Sonrieron una vez más.- Disfrutas dándole a  Morgan un poco de su propia medicina... Siempre proteges a Reid y te encanta bromear, aunque también seas muy seria, como yo.- Se quedaron callados por un segundo, Hotch sabía que Emily odiaba lo serio que podía llegar a ser, pero ese detalle se lo guardó para él.- Ríes mucho, sales a bailar con las chicas o vas a bares con el equipo... En el campo eres una agente increíblemente valiente y eres segura de tí misma, pero, cuando... llegas a tu apartamento y te encuentras en soledad no te sientes tan fuerte... ni eres tan feliz.- Hotch supo que ese último elemento lo compartía con alguien más del grupo, "Es algo que tenemos en común, Prentiss" pensó. Y también supo que le había molestado que la leyera como un libro abierto.

- Tengo que ir al baño.- Fue todo lo que dijo la morena antes de huir despavorida.

Hotch la siguió con la vista.

"Te ruborizas muy a menudo, agente."

Cuando Emily regresó a su asiento miró a Hotch directamente a los ojos.

- No vuelvas a hacerme un perfil.- Trató de buscar alguna reprimenda, pero solo vió una casi imperceptible sonrisa que hizo que volviera a enfadarse, se levantó de su asiento antes de que sus instintos más salvajes se apoderaran de ella y se acostó en uno de los sofás más alejados de él.

- Para que digas que no te presto atención, Emily Prentiss.- Susurró Hotch.

Cuando llegaron para ayudar en el caso, Emily decidió entrar a la casa del sudes para comprobar si tenía a alguna mujer secuestrada.

Consiguieron atraparlo, aunque la morena se llevó un buen golpe en la cabeza.

Los paramédicos la atendieron, y al fin y al cabo solo era otra contusión más, ya estaba un poco acostumbrada.

Hotch se acercó a ella mientras estaba sentada en la ambulancia, sabía que la estaba estudiando.

- ¿Cómo está tu cabeza?- Dijo con un tono serio.

- Sobreviviré.- Bromeó mientras alzaba la vista para mirarlo.- ¿Estaría mal si me alegro de estar de vuelta en la UAC?

- Arreglaré todo para que tu vuelta sea oficial.- Esperó a que hiciera algún gesto de afirmación y se marchó.

En el jet Emily decidió sentarse en el sillón más alejado de sus compañeros, necesitaba un poco de silencio para calmarse y se puso a mirar a través de la ventanilla. Volvió a pensar en la conversación que había tenido con él en ese mismo sitio.

Hotch se sentó frente a ella una vez más.

- ¿Estás bien? ¿Te duele la cabeza?- La miró preocupado.

Emily nunca había necesitado ese tipo de afecto de parte de ningún hombre, no era una de esas mujeres que creían en los cuentos de hadas y príncipes azules, pero, le gustaba que él se preocupara por ella.

- Sólo un poco.- Su tono sonaba más afectado de lo que ella jamás admitiría.

- Te llevaré a tu departamento.- Propuso Hotch.

- Estoy bien, no hace falta... Debes llegar pronto a tu casa, necesitas estar con tu esposa y tu hijo.

- Sospecho que cuando llegue a mi casa ellos ya no estarán allí.- En ese momento Emily vió lo tranquilo que estaba al contárselo.

- Lo siento mucho, Hotch.- Trató de devolverle la preocupación que le había demostrado él antes.

- No te preocupes... Te llevaré a casa y no acepto un no por respuesta.- Le dijo sonriente para luego dirigirse hacia su anterior asiento.

Emily lo miró desde la distancia; aquel hombre de ojos penetrantes, cabello oscuro, voz ronca y carácter serio la ponía nerviosa, sí, pero también le atraía quizás como nadie nunca antes lo había hecho. Tenía que admitir que todo lo que había dicho Hotch sobre ella era verdad, a veces era tan seria como él o incluso más; y cuando estaba en soledad no se sentía como esa agente fuerte que siempre mostraba, mucho menos feliz. Porque sabía que en su vida faltaban cosas, se preguntaba si él también se había dado cuenta de eso.

❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora