❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞

Capítulo 39: "Bestia"

“El amor duele porque creemos saber qué es, incluso antes de conocerlo verdaderamente.” <3

Emily abrió los ojos justo a las 5 am; su teléfono lo único capaz de despertarla a esas horas. Tenían un caso y con todas sus fuerzas esperaba que eso fuera suficiente para mantenerlos ocupados a ambos y no hablar de lo que había sucedido la noche anterior.

Pero, él había estado borracho y ella más que complacida, ese era el parte de la situación. Que la tocara le había recordado una de las razones por las que se había enamorado de él. Y se había mantenido fuerte, por lo menos al final; pero, no lo haría por mucho tiempo porque ni siquiera ella quería contenerse. Lo haría durante unos días más, pero, si él volvía a acercarse sabía que no habría vuelta atrás.

Se levantó y salió de la habitación caminando hasta la suya donde se encontraba Hotch. Estaba sentado allí contra el espaldar de la cama hablando por teléfono, la sábana tapando sólo lo necesario.

- Tenemos un caso.- Le avisó como si ella no lo supiera ya.

- ¿Estás sobrio?

- Sabes que no estaba tan borracho.- Habló con su tono estoico levantándose, una vez más la morena se encontró con su desnudez y cuando él comenzó a recoger la ropa ella le dio la espalda.- No te voltees, aquí no hay nada que no hayas visto ya.- Informó mientras se colocaba la ropa interior y los pantalones.

La morena caminó hasta el baño buscando un cepillo para Hotch antes de agarrar el suyo y comenzar a lavarse los dientes. Él entró parándose detrás de ella mientras hacia lo mismo sus miradas encontrándose en el espejo.

- Volverás a hacer como que nada pasó, ¿verdad?- Ella no respondió, pero, mantuvo su mirada.- Emily, sea lo que sea que te está impidiendo quererme... haz que pare.- Le pidió.

Enjuagaron sus bocas antes de ponerse uno frente al otro, mirándose una vez más.

- Déjame quererte, pequeña.- Le susurró corriendo sus nudillos contra su cara, Emily cerró los ojos ante la sensación que ese toque producía en ella.

Pero, no contestó, de pronto no contestaba a nada y lo único que él supo hacer fue atraerla para abrazarla, y ella le devolvió el abrazo. Estuvieron minutos así y sólo el toque de la puerta hizo que se separaran.

- El desayuno está listo.- Informó su padre al otro lado.

Ambos continuaron vistiéndose mientras permanecían en total silencio, bajaron juntos hasta el comedor sin ni siquiera dirigirse una palabra.

- Buenos días.- Saludó Hotch con tono grueso y las imágenes de la noche anterior volvieron de golpe.- Perdón, por...

- No te preocupes, no necesitas disculparte por nada.- Le dijo la Embajadora y su sonrisa lo hizo respirar en alivio.- Siéntense.

- Yo... Voy a irme a la oficina.- Avisó Emily.

- Tenemos un caso.- Explicó Hotch mientras ambos salían y caminaban a sus respectivos autos.

Fueron a sus apartamentos, debían darse una ducha y cambiarse de ropa; porque trabajaban con perfiladores capaz de notar cada detalle.

Cuando volvieron a ser la agente Prentiss y el supervisor Hotchner sus máscaras volvieron a pegarse a sus caras. Volvieron a trabajar como si a nivel personal no estuviesen intentando librar mil batallas.

Volaron a Nueva York, Emily obvió la mirada que JJ le dio cuando Hotch le avisó que trabajaría junto a él en ese caso. Agradecía por todo lo alto que su maquillaje fuera tan bueno como para ocultar cada una de las marcas visibles que él había dejado, o de lo contrario estaba segura de que su amiga la hubiese estado presionando durante los tres días que estuvieron trabajando en esa ciudad.