Capítulo 10: "Jugar con fuego"

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“Porque tenemos el fuego...

Eran alrededor de las 7 de la noche. El día había sido tranquilo. No habían tenido ningún caso aunque el papeleo seguía siendo igual de aburrido y necesario.

Hotch permanecía en su oficina a pesar de la hora. Su hijo no estaba en casa, estaba con su tía Jessica, la hermana de Haley; así que sus ganas de llegar a su hogar no eran demasiadas.

Cerró sus ojos mientras se recostaba en la silla y masajeaba su sien. Los últimos meses habían sido un infierno, sobre todo, desde que había besado a Emily. Un año antes podía decir que estaba enamorado de su esposa, pero, desde que la morena había entrado a su vida todo había cambiado, sus sentimientos habían cambiado. Había intentado decirse a sí mismo que todo estaba mal, porque era la realidad, Haley no se merecía lo que él le estaba haciendo, pero, era algo que no podía controlar. No podía controlar sus pensamientos cuando veía a Emily; cuando la veía caminar o hablar, cuando olía ese perfume que siempre usaba y que lo volvía loco, cuando recordaba ese beso que se habían dado, cuando recordaba como era poner su mano en su cintura y tenerla tan cerca.

Suspiró con cansancio mientras se ponía de pie y caminaba hacia la ventana que daba al bullpen. No había nadie, nadie excepto ella. Tenía una pila de informes infernal sobre su escritorio, pero, más que trabajar en ellos parecía inmersa en sus propios pensamientos. Él había estado observándola todo el día, como hacía siempre, pero, a diferencia de las otras veces parecía más distante. Sabía que ella lo observaba a él también; le gustaba creer que ella no se daba cuenta de que él lo sabía, supuso que no se daba cuenta; pero, ese día no la había visto observarlo ni una vez. Juraba que incluso parecía triste. Se preguntó si era el responsable de que ella estuviera a sí.

Su teléfono sonó sobre la mesa, el identificador de llamadas le hizo saber que era Haley; no contestó, en los últimos días solo habían tenido peleas y no estaba preparado para ninguna más. Tomó el celular, lo puso en vibración y se dirigió a abrir la puerta.

- Prentiss.- La morena dió un salto en su silla mientras miraba el informe que tenía delante para volverse hacia él.- Perdón, no quería asustarte.- Ella asintió mientras forzaba una pequeña sonrisa.- ¿Puedes venir a mi oficina?

Él observo sus gestos. No habían tenido una conversación solos desde que se habían besado. Sabía que estaba nerviosa, incluso él lo estaba.

Emily se paró justo frente a él antes de entrar. ¿Qué quería? ¿Después de todo ese tiempo hablarían sobre el beso? Ella lo dudaba.

Él entró detrás mientras cerraba la puerta con seguro y bajaba las persianas.

- ¿Hotch?- Preguntó la morena algo confundida mientras se sentaba en una de las sillas frente al escritorio.- ¿Pasa algo?- Él no dijo nada, simplemente caminó hasta la mesa y se sentó en ella.

- Emily...- Ella no había vuelto a oír su nombre proviniendo de él, y entonces supo de lo que iban a hablar.

- No.- Dijo tajantemente mientras se ponía de pie.- No tienes que hablar, ya sé lo que quieres decirme.

- ¿Lo sabes?- Ella asintió. Él la miró desafiante levantando una de sus cejas.

- Ahora es cuando me dices que ese beso fue un error y que no puede volver a repetirse.- Habló con rapidez, él la tomó por el brazo y la atrajo hacia su cuerpo.- Que... estás... casado y que...- Balbuceó mientras sus cuerpos quedaban sólo a milímetros de distancia.- Tú... y yo...

- Emily.- La cortó mientras apretaba el agarre en su brazo. La tenía ahí, tan cerca, entre sus piernas. Podía sentir su respiración haciéndose cada vez más pesada y no podía evitar mirar sus labios.- No es un error.- Le susurró.

- Estás casado, Hotch... Somos compañeros de trabajo...

- Eso no significa que sea un error, Emily.- Su mano libre subió hasta su cintura, sus cuerpos estaban completamente juntos, sabía que ella podía sentir como su excitación empezaba a crecer entre sus piernas.

- Hotch.- Entonces él hizo lo que había estado deseando desde aquella noche, la volvió a besar, esta vez con mucha más intensidad.

Emily puso sus manos alrededor del cuello de Hotch, si él estaba dispuesto a cruzar esa línea ella no lo estaba menos.

Sus lenguas chocaron jugueteando la una con la otra y Emily gimió al sentir como crecía la entrepierna de Hotch contra su cuerpo. Él la agarró de la cintura con fuerza, esa parte de su cuerpo en especial, de alguna forma le recordaba a las olas del mar, y amaba ambas cosas. Ella jugo con su cabello mientras separaban sus labios y juntaban sus frentes, casi parecía un déjà vu.

Emily sonrió con amargura, quizás tenía razón cuando pensó que lo de ellos dos no llegaría más allá de un beso. Cerró los ojos y se separó de él dispuesta a marcharse, pero, volvió a sentir su mano agarrándole el brazo.

Él se puso de pie y la miró fijamente.

- No te vayas.

Las manos de ella volvieron al cuello de Hotch y las de él a su cintura mientras sus labios volvían a juntarse. Ambos sabían lo que estaba pasando, sabían a donde estaban yendo, pero, ninguno de los dos estaba dispuesto a parar.

Las manos de él bajaron desde su cintura hasta la parte baja de sus nalgas apretándolas con fuerza.

- Me moría de ganas de hacer esto desde la primera vez que te ví.- Ella sonrió, jamás se habría imaginado a Hotch diciendo algo como eso. Ella respondió besando su cuello.

Dudo un poco antes de quitarle la corbata, pero, cuando él le sonrió supo que estaba deseando que lo hiciera, y lo hizo. Luego, le quitó la Americana.

Él hizo lo mismo con su chaqueta mientras empezaba a bajar lentamente besándola por encima de la blusa. Emily respiró hondo cuando él se arrodilló frente a ella y le desabrochó el pantalón. No sólo estaba a punto de hacerlo con su jefe que era casado sino que además estaban a punto de hacerlo en su oficina.

Él bajó su pantalón y lo tiró al suelo mientras le quitaba las botas. Emily se estremeció cuando empezó a repartir besos desde sus tobillos hasta el interior de sus muslos. Los dedos de la morena fueron directo al cabello de Hotch cuando él beso su centro sobre la tela de su ropa interior. Volvió a subir y la besó en los labios con desespero mientras subía su Jersey; y se apartó para mirar su cuerpo semidesnudo.

- ¿Cómo te atreves?- Emily lo miró confundida.- ¿Cómo te atreves a andar por ahí con esa ropa interior?

- ¿No te gusta?- Él se acercó a ella y la tomó suavemente por el cuello.

- Me encanta.- Emily sonrió mientras le desabrochaba la camisa.- Siempre lo supe.- Le susurró al oído.

- ¿Qué?- Le preguntó mientras le quitaba la camisa y se perdía en su musculado abdomen, ni en mil años se imaginó que su cuerpo iba a hacer así, tan perfecto.

- Que llevabas...- Aaron chupó su cuello, y bajó hasta sus pechos cubiertos.- Ropa interior...- Mordió uno de sus pezones haciendo que la morena gimiera inevitablemente.- Roja...- Hizo lo mismo con su otro pezón.- Y de encaje.

Antes de que ella pudiera decir algo más la subió a la mesa y se colocó entre sus piernas.

- Aaron.- Los dos se sobresaltaron al oír los golpes en la puerta.- Soy yo, cariño.

- Haley, dáme un segundo, estoy en una reunión.- Los dos morenos se apartaron el uno del otro mientras comenzaban a buscar su ropa.- Lo siento, Emily.

- No debimos empezar esto, Hotch.- Ella suspiró.- Es mejor que esto...- Dijo mientras se ponía la última prenda.- Esto no se volverá a repetir, Hotch.- Luego abrió la puerta, saludó amablemente a la esposa de su jefe y se dirigió a la salida.

Hotch siguió su recorrido con la vista, sabía que esa ocasión no se volvería a repetir. Pero, ¿cómo podía renunciar a algo que deseaba tanto?

...y vamos a dejar que arda.” - Burn by Ellie Goulding.

❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora