❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞

Capítulo 73: "Cigarrillo a medianoche"

“A través del amor, todo es posible.” - Crescent City: House of Earth and Blood. (Libro)

Emily abrió los ojos, en esa habitación de hotel en la que llevaba más de tres noches seguidas. Un caso en San Francisco los mantenía ocupados, la vida entre su trabajo y su jefe no le daba la oportunidad de estar con el verdadero Aaron.

La medianoche había llegado, apenas había dormido dos horas y ya volvía a dar vueltas en la cama. Extrañaba tantas cosas, desde que había vuelto de París sentía como si fuese otra, como si hubiese cambiado tanto y hubiese olvidado a su antiguo yo.

Se preparó una taza de café, esa vez fuerte, justamente en la forma que tanto había odiado toda su vida, y que ahora se había convertido en su mejor aliada. Odiaba las pesadillas, y que ya no fuese capaz de controlarlas, como si con el tiempo solamente empeoraran.

Terminó su segunda taza y caminó hacia el balcón, el aire chocando contra su piel que la hizo erizarse. Una cajetilla de cigarrillos en su mano y en la otra un encendedor, se llevó uno a los labios mientras lo encendía, observando la luna llena que alumbraba más de la cuenta.

El humo inundó sus pulmones, como una caricia cruel que le hacía recordar todas esas noches en las que se había sentido apagada por dentro. Era difícil escapar de todos los pasados que la perseguían constantemente.

Cerraba los ojos y allí estaban esos azules, el arma contra su frente. ¿Había muerto realmente? Ya no estaba segura de cuánto debía rescatar, de cuánto debía soltar y de cuánto debía olvidar.

- Odio cuando haces eso.- Emily sonrió al escuchar la voz de Aaron desde el otro balcón, dejando escapar el humo y apartando el cigarrillo.

- ¿Vas a cruzar para...- Volteó a mirarlo y antes de que pudiese reaccionar lo tenía al lado, como si aún después de tanto tiempo absolutamente nada hubiese cambiado en ese sentido.

- ¿Qué?- Le preguntó burlonamente mientras se acercaba más y le sacaba el cigarrillo de entre sus dedos.- No creerás que soy una bestia o algo por el estilo, ¿verdad?- Ambos rieron, pero la sonrisa de la morena se borró en dos segundos cuando lo vio fumar.

- ¿Qué haces?- Su indignación creció cuando él se volteó hacia el frente, ignorándola y continuando con la acción.- Suéltalo.- Le exigió intenando arrebatárselo de la boca sin mucho éxito.- ¡Aaron!- Se puso de puntillas mientras tiraba del cuello de su camiseta.- ¡Joder, hazme el favor de soltar el puto cigarrillo de los cojones!

- Hubo un montón de malas palabras en tan solo una frase.- Le dijo, mientras dejaba caer las cenizas y aspiraba la última cachada.

- Eres un maldito hipócrita.- Le reprochó mientras él tiraba finalmente lo que quedaba de cigarrillo.- Va a matarte un día... va a matarte un día.- Gesticuló recordándole sus propias palabras.- ¡¿Qué haces fumando?!

- Prefiero que esa mierda me mate a mí antes que a ti.- Le soltó, dejándola callada. Dándole esas explicaciones que siempre la dejaban completamente atontada por él.

- ¿Desde cuándo estás fumando?

- Desde que te fuiste.- Admitió reposando sus manos sobre el muro del balcón mientras ambos dirigían sus miradas al cielo.

- Algo más de lo que soy culpable.- Resopló.

Un silencio hizo eco en el lugar, el tenue aullido del aire que corría entre ellos, dejándoles sentir el frío de dentro y el de fuera también.

- ¿Algo te está molestando?- Aaron se interesó, dejándole saber que sus habilidades de perfilador seguían intactas. La miró directamente a los ojos, ella no tenía que admitirlo, él la podía leer perfectamente a través de sus pupilas.