Capítulo 45: "Cachorrito"

475 30 14
                                    

No salir de DC por un caso a veces era una bendición y otras veces una maldición. El último había sido un total desastre y los había dejado a todos con un sabor amargo en la boca.

Emily estaba exhausta y solo deseaba llegar a casa, pero la propuesta de Rossi de compartir un Whiskey con Hotch le había parecido una gran idea. Al fin y al cabo llevaba un par de días sin hablarle a su jefe, el caso y estar rodeados de gente los habían obligado a distanciarse un poco; y ella más que nadie sabía que no era soledad lo que él necesitaba en esos momentos.

- ¿Todo bien?- Rossi preguntó mientras sacaba la botella y le entregaba uno de los vasos.

- Sí.- Contestó dedicándole una sonrisa, leyendo perfectamente la mirada que le dirigió el italiano.

Él era tan capaz de leerla como el mismo Hotch, y eso le gustaba porque aún sabiendo que ella mentía él solo decidía regalarle una mirada cariñosa en señal de comprensión.

Caminaron en silencio hasta la oficina del jefe, ni un alma quedaba en el bullpen y tampoco es que tuviesen mucho ánimo de compartir la bebida con alguien más.

- Pensé que ya se habían marchado.

- ¿Y dejarte aquí solo mientras te ahogas en papeles?- Hotch sonrió imperceptiblemente sin levantar la vista de lo que estaba escribiendo.- Nunca.- Finalizó Rossi.

Emily se sentó mientras el italiano llenaba sus vasos, sus ojos fijos en el hombre que parecía un total extraño. ¿Cómo era posible que de pronto estuviese tan distante? Culpaba a los días que había pasado sin ver a su hijo. Lo comprendía y tampoco era que estuviera de un buen humor como para repetirle que todo iba a volver a ser como antes, como si ya ella misma no estuviese cansada de tantas promesas vacías que en cualquier momento podrían romperse.

Supo que era un gesto de debilidad incluso antes de hacerlo, pero no le importó estar delante de ellos dos cuando bajó su trago de Whiskey en solo un movimento, soltó un suspiro y dejó caer su cabeza contra el espaldar de la silla cerrando los ojos.

- Emily.- El tono dulce de sus voz y su nombre otra vez rodando por su garganta, incluso el más simple detalle podía hacer que el corazón de la morena se estrujara.

- Estoy bien.- Avisó antes de darle tiempo a formular esa pregunta que todos le hacían constantemente, como si en el fondo supieran que ella podía romperse en cualquier momento.

- ¿Por qué no te vas a casa?- Le preguntó Rossi tan amablemente que por un momento hizo que se lo replanteara.

Su silencio fue la respuesta, haciéndolos volver al tema anterior que ni siquiera ella se había percatado de cual era.

- ¿Morgan?

- Sí.- Afirmó el moreno.- Strauss ha estado presionando y creo que es la mejor opción para el equipo.

- ¿Qué pasará contigo?

- Seguiré aquí, como un agente más que recibirá las órdenes de un superior.- Emily abrió los ojos entendiéndolo todo.- En este tiempo será Morgan.

- ¿Estás seguro de que él podrá con esto?

- No lo sé.- Levantó los hombros mirando a la mujer que seguía sin voltearse hacia él.- Lo apoyaré en lo que haga falta. Sé que le estoy pidiendo algo grande, pero es Derek Morgan, lo tendrá todo controlado en un abrir y cerrar de ojos.

- ¿Y tú?

- Yo estaré bien.- Entonces ella lo miró, y ambos supieron leer exactamente esa mentira que había volado tan alto en la oficina. Rossi no iba a comentar nada, eso lo daban por hecho, pero ella y sus ojos ya le habían dado un regaño silencioso.- ¿Pasa algo?- Le preguntó descaradamente sabiendo que frente a su amigo ella no podía hacer más que disimular su enfado.

❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora