Capítulo 38: "Mía"

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"Ebrios de sentimientos." <3

Emily condujo hasta la casa de sus padres, toda esa situación la estaba abrumando, pero, ella era la única culpable porque había sabido que eso sucedería desde la primera vez que lo había visto. El simple hecho de estrechar su mano la primera vez había desprendido sensaciones que no se detuvieron sino que se hicieron más fuertes cada día.

Empezaba a ser una costumbre llorar por el hombre del que estaba enamorada, pero, no era el momento, no cuando su padre había salido a recibirla. Se secó las lágrimas sabiendo que si la veía en ese estado le haría diez mil preguntas.

- Pastelito, ¿qué haces aquí?- La saludó besando su mejilla.

- Uhm, están arreglando unas cosas en mi departamento y pensé que podría quedarme aquí.

- Por supuesto.- La abrazó entrando juntos a la mansión.- ¿Pasa algo?- Emily lo miró negando con su cabeza, pero, el gesto de su padre le hizo saber que no estaba tan presentable como para mentir.

- Estoy bien, sólo... un poco cansada.- Suspiró y entonces su padre no quiso seguir preguntando.

Su madre la saludó y ella simplemente susurró un 'buenas noches' antes de subir las escaleras y encerrarse en su habitación.

Sus emociones se estaban apoderando de ella, todo se estaba saliendo de control y no creía que podría soportarlo durante mucho tiempo más, no podría soportar todo lo que estaba pasando.

La voz de Hotch retumbaba en su cabeza, las palabras se repetían una y otra vez. No eran simples las cosas que le había dicho, ella había podido notar que estaba genuinamente herido y el hecho de que le hubiese dicho que estaba enamorado de ella la había tomado tan desprevenida que le costaba demasiado creerlo. Incluso después de 2 horas de estar en esas cuatro paredes no creía lo que le había dicho.

"Demasiado desesperado por un polvo." Razonó ante las acciones de Hotch.

No era normal que su estoico jefe se comportara así, lo que le había dicho había cruzado líneas muy peligrosas y por eso ella se había contenido de decirle lo mismo a él.

Él fue tan valiente al decirlo sin más, y ella una cobarde justo como la había descrito, una cobarde que a la larga les estaba haciendo un bien porque la posición en la que estaban sería mortal en algún punto.

Pero, si él en verdad sentía todo lo que había dicho entonces no sólo tendría que enfrentar sus sentimientos sino que debía enfrentarse a que estaban sintiendo lo mismo.

Suspiró agotada, no había querido volver a su apartamento porque todo le recordaba a él, pero, ese cuarto tampoco la estaba ayudando, porque habían estado juntos ahí también, habían coincidido en esa misma casa tiempos atrás y había recreado el momento, se sentía como si él hubiese dejado una huella ahí también.

No podía controlar sus lágrimas, y esperaba que por lo menos sacaran todo lo que tenía dentro, todo lo que se negaba a decirle a él; que borraran lo que deseaba pero que no podía ser. Por muy enamorados que estuvieran no podían obviar el hecho de que era peligroso y prohibido, y si él nl era capaz de recordar eso entonces ella tendría que recordárselos a ambos una y otra vez hasta que terminaran rindiéndose.

Pensó en Peter y se odió a sí misma por involucrarlo en todo eso, porque al fin y al cabo había cometido un error al pensar que acostándose con él olvidaría a Hotch. Pero, no pudo negar que aunque nunca antes le había pertenecido a ningún hombre, la idea de que el moreno no pudiese concebirla con otro, que proclamara que era suya le gustaba y eso era lo que verdaderamente le asustaba que no le importaba pertenecerle, aunque pusiera trabas y se lo negaba, en el fondo y en su mente sabía quw en verdad si era suya y era así porque ella quería.

❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora