Capítulo 78: "Días buenos"

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“Oh, la razón por la que aguanto.
Oh, porque necesito que este agujero desaparezca.
Bueno, es bastante gracioso que seas tú el que está roto.
Pues, era yo la única que necesitaba ser salvado.
Porque cuando nunca ves la luz,
es difícil saber cuál de nosotros está cediendo.” - Stay by Rihanna.

Estaba exhausta, y también feliz, tener a Jack con ella era como ir al parque de diversiones y montarse directamente a la montaña rusa, dando vueltas en repetición sin marearse. Su apartamento, ese al que había vuelto, sólo se sentía completo cuando él estaba allí.

El niño le recordaba a su padre, sus gestos y sus acciones hacían que ella extrañara un poco de todo eso que el hombre le daba.

Se habían alejado amorosamente, por mutuo acuerdo, pero a veces eso era lo que pasaba con los tratos, que uno de los dos solo pensaba en romperlo aunque fuese por un par de horas, uno de los comenzaba a extrañar y a quererlo todo de vuelta, era Emily esta vez, o bueno, más de las veces necesarias y ese era su porqué, nunca lo obligaría a aceptar, de nuevo, que el amor no se esfumaba tan fácilmente, de la noche a la mañana.

Le había prometido sacarlo a la calle, jugar con él en la nieve y finalmente se habían metido dentro cuando el frío los había obligado, aún así nada impidió que se terminaran un bote de helado y se metieran al jacuzzi.

- ¿Estás loca?- La voz de Aaron retumbó en su sala cuando Jack los dejó solos.- Podría sufrir una neumonía.

Y sabía que en el fondo tenía razón, su enfado no era totalmente vano aunque al mismo tiempo notaba esa exageración.

- Está bien, Hotch.- Le contestó cuando él tiró la primera pregunta con un tono severo.- No le ha pasado nada.

- Eso tú no lo sabes, no eres doctora.- Se quejó acercándose más a ella.

- Lo he abrigado perfectamente.

- ¡Y luego lo has metido en un jacuzzi!- Levantó aún más la voz.- Le has dado helado de cenar... ¿Es así como cuidas a mi hijo?- El cuestionamiento le aflojó un poco el latido de su corazón, parecía como si hacerlos feliz fuese un tormento para ella ahora.- Tu irresponsabilidad parece no tener límites.

- ¡Eres un imbécil!- Fue lo único qud le gritó, contenido con fuerzas todas las ganas de llorar, se sentía como una niña pequeña siendo severamente castigada cuando el fondo no lo merecía del todo.

- Si no vas a cuidarlo bien entonces es mejor que...- Los ojos de la morena lo fulminaron e hicieron que detuviera esa oración.

- Termínala.- Lo retó, tan cerca de él que podían sentir la rabia con la que respiraban.- Di lo que tengas que decir... adelante.

- Es mejor que me vaya... y que me lleve a Jack conmigo.- Emily rió sarcásticamente meneando su cabeza.

- Dijiste el fin de semana completo...- Le recordó.- Ni siquiera sé qué coño haces aquí...- Lo miró de arriba a abajo, ni siquiera había notado que seguía con ropa deportiva puesta.- Te has pasado todo el día entrenando para esa maratón de mierda y ahora vienes a reclamarme que no sé cuidar de tu hijo... si no voy a cuidarlo bien entonces es mejor que no...

- Emily.- Fue él quien no la dejó terminar esta vez, apretó su brazo y habló muy cerca de su cara.

- ¿Qué?- Lo retó una vez más.- Estás deseando que yo lo diga, para no tener que hacerlo tú... porque eres un cobarde de mierda.

- Para de insultarme.

- No.

- ¿Quieres escucharlo?- La morena asintió, suspirando, lista para cualquier cosa.- No creo que puedas cuidar de mi hijo porque eres una maldita irresponsable que no puede cuidarse ni a sí misma, tus instintos maternales valen una mierda y los dos lo sabemos...- Sintió el ardor en su mejilla antes de darse cuenta de la fuerza que ella había utilizado para abofetearlo, no era nada comparada con la de él cuando la tomó por los brazos y la empotró contra una de las estanterías, le había dolido, lo sabía por el alarido que había escapado de su garganta.

❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora