❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞

Capítulo 90: "Llévame de vuelta"

"Llévame de vuelta
A todo
Lo que perdimos"
<3

No se soportaban, era la explicación lógica de como se habían llevado las siguientes semanas. Mantenerse profesional durante los casos no era tarea fácil, pero lo conseguían, solo que cuando volvían a Quantico hasta los demás miembros del equipo podían notar la tensión.

El tema era que había bastado con un nuevo asesinato en esa ciudad donde se encontraban, con una escena grotesca en medio de una calle, en mitad de la noche, en un frío terrible. Rossi, Hotch y ella habían sido los elegidos para presentarse allí y ahora cada uno de ellos se arrepentía.

- Pobre chica.- Susurró el italiano viendo lo destrozado que había quedado el rostro de la víctima.

Emily se había quedado detrás de ellos, una mano entre su boca y su nariz conteniendo las ganas de sacar fuera lo que había cenado. Hotch por su parte había notado lo tensa que estaba y no había dudado en empezar a estudiarla justo en ese momento.

- Si necesitas vomitar apártate hacia una esquina, no será bueno que contamines la escena.- La morena reviró sus ojos.

- No te preocupes, no lo haré.- Le contestó en el mismo tono que él había sido utilizado, pero lo cierto era que cada segundo que pasaba allí convertía sus náuseas en algo más poderoso.

Él seguía mirándola como si estuviese esperando ese acto que le daba la razón.

- ¿Puedes dejar de mirarme de una puta vez?- Le reclamó y en cuestión de segundos lo tenía delante.

- Estás más blanca que un papel, bonita...- La tomó del brazo apartándola del lugar.- No quiero que me llenes los zapatos de vómito.

- Soy una agente calificada, ya te he dicho que no lo haré.- Se soltó de su agarre.- Y no me toques, ni me llames 'bonita'.

- Como quieras, Prentiss.- Volvió a su sitio dejándola allí y ella sólo pudo sentir aún más rabia, cómo podían comportarse de esa forma cuando claramente ninguno de los dos podía vivir alejado del otro.

- ¿Estás bien?- Fue Rossi quien se volteó a preguntarle, ella asintió acercándose mientras le sonreía.

- Sólo quiero volver a casa.

- Lo haremos en cuanto cerremos este caso.- Le dijo su jefe.- Si no puedes soportarlo, haré que te lleven de regreso a Washington.

- Ella se ve joven.- Compartió su primer pensamiento ignorándolo por completo, el sonido del teléfono del hombre instalándose en su cabeza, provocando que el dolor se intensificara.

- No creo que tuviese más de veinticinco años.- El mayor estuvo de acuerdo con ella.

- ¿Vas a contestar tu teléfono?- Le preguntó al moreno, intentando controlarse sin mucho éxito, cuando el sonido siguió molestándola.

- Hola, cariño.- Lo escuchó decir y maldijo el que pudiera ser tan cínico.

- Vamos, creo que es mejor que esperemos los resultados del forense en nuestro hotel.- Rossi la rodeó con su brazo intentando llevarla a la camioneta.- Y también creo que será bueno que ustedes dos no estén juntos por ahora.

Estuvieron en sus asientos por casi media hora, el piloto, su jefe, el idiota que no se había apartado del teléfono seguía caminando en círculos fuera, parecía que no se percataba de que ellos querían irse. Prendido a su teléfono mientras Emily lo observaba desde la ventanilla maldiciendo y resoplando. Cuando finalmente colgó y caminó hacia ellos, la morena no pudo evitar soltar uno de sus comentarios.