Telepatía: Coincidencia de pensamientos o sensaciones entre personas generalmente distantes entre sí, sin intervención de agentes físicos o de los sentidos.
Malditas ganas lujuriosas cargadas de prohibiciones.
Emily suspiró con cansancio mientras entraba por la puerta de las oficinas de Quantico, amaba su trabajo, pero hoy precisamente no estaba de humor para llevarlo a cabo.
Dios, amaba su trabajo, como se había permitido estar con un compañero, con su jefe. Su trabajo era el único sitio que la hacía sentir segura y ahora lo había arruinado, de nuevo.
Mientras caminaba hacia su escritorio no pudo evitar echarle un vistazo rápido a la oficina de Hotch, las luces estaban apagadas y él no se veía por ningún lado, así que posiblemente no estuviera allí. Cosa rara ya que siempre madrugaba y llegaba primero que todos.
El bullpen estaba realmente vacío, pero era algo de esperarse pues eran las 6 am de un viernes, y aunque había querido escapar de su casa porque sus pensamientos no la dejaban dormir tranquila, ahí en su escritorio no se sentía más útil.
Si tan sólo se hubiese controlado, sus deseos, sus pensamientos, sus sentimientos. Si tan sólo hubiese controlado su cuerpo para poder controlar a Hotch, no estuviese en esa situación tan absurda, pero lo estaba, estaba perdida, y jodida por culpa de la lujuria que había provocado su jefe en ella. Por culpa de ese juego prohibido al que estaban jugando.
El sonido de la puerta abriéndose hizo que inconcientemente mirara hacia la oficina de su jefe. Ambos se quedaron sorprendidos mirándose por unos segundos, perfilándose.
- ¿Qué haces aquí?- Preguntó él.
- Trabajando.- Respondió con un tono tan obvio que juró que Hotch la estaba maldiciendo en voz baja.- ¿Y tú...- Lo miró de arriba abajo; estaba sin zapatos, con el cinturón desabrochado, la camisa por fuera y desabotonada, sin Americana ni corbata y con el pelo totalmente desordenado.- ...dormiste aquí?
- Eso no es asunto tuyo.- Espetó con frialdad mientras se dirigía a uno de los baños más cercanos.
Emily suspiró una vez más, al fin y al cabo lo tenía merecido, lo había echado de su casa la noche anterior, pero, esperaba con ansias que ella no fuese la causa de que él se quedara a dormir en su oficina.
Desvió su mirada una vez más hacia la oficina, la puerta estaba entre abierta pero no podía tener una visión amplia de su interior.
"A lo mejor se ha pagado una prostituta con la cual pasó la noche." pensó la morena mientras empezaba a caminar en dirección a la oficina sigilosamente.
"Eso explicaría porqué tenía el pelo así de alborotado, además te conozco Hotchner, te gusta el sexo en tu oficina ¿verdad?" continuó hablando consigo misma mientras miraba la oficina por todos lados en busca de pruebas que corroboraran sus pensamientos.
- ¿Se te perdió algo o te tomas tu trabajo de perfiladora muy en serio?- Se sobresaltó al oír la voz de Hotch detrás de ella. Había regresado del baño en 3 segundos y ahora estaba parado en el marco de la puerta.
"Mierda" se dijo a sí misma.
- ¿Eres muda?- Nunca había oído ese tono antes, pero, se notaba que estaba demasiado enfadado.
- No.
- ¿Me puedes responder entonces?
- ¿Hay alguna pregunta que deba responder?- Dijo con tono desafiante intentando ponerse a su altura.
- ¿Qué haces aquí?
- Trabajar.- "Emily, qué haces? ¡Se está enfadando!"
- Me refiero...- Suspiró mientras se acercaba, pero antes de llegar justo al frente de la morena se fue directamente a su silla y se sentó tranquilamente.-...a qué coño haces en mi oficina?
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❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞
Fanfiction¿La Reina del Hielo puede derretirse lo suficiente como para vivir en el infierno de una bestia? ¿Puede la bestia convertir su corazón en un bonito copo de nieve? ⊱⋅ ──────────── ⋅⊰ ♡・゚:*。.:*・゚ ¿ǫᴜé ᴘᴀsᴀ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴛᴀᴄɪóɴ ʏ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ...