Capítulo 80: "Maldito caos incendiario"

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"Que el caos brille, que su intensidad es mucho mayor a la del paraíso."

Emily había estado fuera todo el fin de semana, de hecho, lo había hecho un par de veces antes. La idea de visitar Londres se había hecho demasiado tentadora, no había podido evitarlo y finalmente había adorado cada segundo que había pasado en esa ciudad.

Tom la había recibido con los brazos abiertos en su nueva casa, mientras que Declan la había tratado como si la conociera de toda la vida. Se había topado también un par de veces con Clyde, incluso había viajado con él desde Washington hasta allí, pasando varias horas de viajes juntos.

Su relación con Aaron era absolutamente todo lo contrario, cada vez se volvían más desconocidos, incluso hasta el punto de pensar que en algún momento sería imposible trabajar juntos. Habían pasado tres semanas enteras sin ni siquiera dirigirse una palabra que cruzara la línea entre lo personal y lo profesional, como si lo que habían tenido no existiera ni en el pasado.

Aún así, la morena era capaz de notarlo, los ojos del hombre sobre ella cada vez que imaginaba que estaba en un mínimo de peligro, sobre su cuerpo cuando creía que ella no le prestaba demasiada atención, sobre sus labios. Odiaba ser tan débil, y quererlo tan cerca y a la vez tan lejos.

Había vuelto un poco tarde, pasar las Navidades con los tres chicos le había robado un poco más de tiempo del que había planificado, pero eso no impedía que volviera a su trabajo con las ganas y las pilas al cien.

Al entrar al bullpen sus ojos se encontraron inmediatamente con esos ojos marrones. El hombre que estaba apoyando sus brazos y uno de sus pies sobre la baranda mientras se reía despreocupado de algún comentario que le había hecho Rossi, cambió su gesto al verla, la seriedad apoderándose de él, como si fuera capaz de pasar al lado oscuro de un segundo al otro.

Si ella se hubiese fijado un poco más, si se hubiese detenido en los detalles, se hubiese dado cuenta que la admiraba como si la hubiese extrañado toda su vida o como si fuese la primera vez que veía a alguien tan hermosa.

Y aunque ella no fuese capaz de sentirlo, él sí lo era. Se sentía diferente a su Emily, pero no podía evitar recordar como era tener el corazón roto un millón de veces y aún así seguir eligiendo a una misma persona.

Ambos desviaron sus miradas, habían pasado minutos, se habían mirado mucho más que en esas últimas semanas y ahora parecía irrelevante todo lo demás.

Los chicos la abrazaron al verla, todo menos él, él simplemente decidió encerrarse en su oficina.

No volvieron a cruzar sus ojos, ni a hablar algo más allá de los dos casos de esa semana, habían estado fuera e incluso a solas y aún así eran extraños, extraños que lo sabían todo el uno del otro, que se conocían los cuerpos a la perfección, extraños que se habían querido tanto que ahora decidían olvidarse.

La maratón fue otro rollo, porque él había ganado y por un segundo ella se había puesto feliz, sí, pero luego todo había dado un giro catastrófico y antes de que pudiera registrar sus palabras él le estaba presentando a todos, públicamente, a su nueva novia, se la estaba presentando a Jack y ese era el detalle que más había roto a la morena, el otro, el parecido que guardaba esa tal 'Beth' consigo misma. Era preciosa, con unos ojos azules hermosos que irónicamente le recordaban a los de Clyde, pero aunque quisiera no podría aceptar el hecho de que era un reemplazo total, de que Aaron sí que la estaba olvidando con alguien más que probablemente sería mejor que ella. No podía negarlo, que hasta ese momento estaba segura de que él nunca la olvidaría, ahora tenía el miedo de que él terminara enamorándose de alguien mucho más de lo que había sentido por ella.

❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora