“Aprendí a no decir cosas que no siento.”
Olía igual, todo ese lugar seguía intacto. Tal y como ella lo recordaba. Las llaves en sus manos le hacían saber lo temblorosa que estaba. Era como si volviese en el tiempo, como si ese apartamento hubiese sido su hogar por años.
Cerró los ojos conteniendo las ganas de llorar, lágrimas innecesarias al saber que estar allí no era nada del otro mundo; pero, en cuestión de segundos el apartamento de Aaron había conseguido hacerle ver lo mucho que había extrañado las cosas más simples.
Sonrió al ver uno que otro juguete de Jack por el suelo, el montón de papeles que tenía el hombre sobre el escritorio de su oficina particular. Era la primera vez que entraba allí después de París y de todo, estando sola le daba la libertad de caminar y sentir que los pequeños detalles eran los que realmente marcaban la diferencia.
Entró a la ducha y se puso ropa cómoda mientras esperaba que sonara el timbre de la puerta, el pequeño que saltó a sus brazos la curó de todos sus males, la sonrisa de Jessica iluminando aún más el lugar.
- Aaron tuvo que quedarse a terminar unos reportes y me pidió que cuidara de Jack.- Le explicó a la rubia mientras entraban y se acomodaban en los muebles de la sala.
- Estoy feliz de que hayas vuelto, Emily.- La mujer amplió su sonrisa, al mismo tiempo la sinceridad se le hacía notar por todo el rostro.- Es bueno para Jack y sobre todo para Aaron.
- Es bueno estar aquí.- Respondió mientras ambas veían como el niño corría por el lugar.
- No paraba de hablar de ti.
- Aaron me lo ha dicho...- La miró apenada.- Nunca quise que acabara de esa forma.
- Lo sé... Y no me refería a Jack.- Aclaró mientras la morena intentaba entender sus palabras.- Aaron... la pasó muy mal... Venía casi todas las noches a casa y se quedaba durante horas, sin hablar, simplemente mirando a un punto fijo. Parecía que estaba vacío, ni siquiera la muerte de mi hermana...- Emily tomó la mano de la rubia.
- Lo siento.- Susurró casi sin poder desatar el nudo en su garganta.- Lo siento tanto, Jess.
- No intento que te sientas mal por esto.- Le dijo.- Solo... creo que necesitas saber que él te quiere de verdad.
- Yo también lo quiero.
- Jack está totalmente desquiciado con la idea de que estés aquí.- Ambas sonrieron.- Debías ver como le brillaban los ojos cuando le conté que ibas a cuidarlo.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?- Jessica asintió.- ¿Aaron alguna vez te contó sobre...
- ¿El bebé?- Terminó la frase por ella y la morena no supo si había hecho bien en tocar ese tema.- Él estaba destrozado... la idea de perder a su hijo, incluso se ha vuelto más sobreprotector con Jack.- Le contestó con sinceridad sabiendo que la morena necesitaba la cruda realidad.- Aún hay tiempo, Emily.- La rubia apretó su mano y le regaló otra cálida sonrisa.- Para enamorarse una vez más, para intentarlo... para tener ese bebé que ambos...
- No creo que Aaron...
- ¿Qué quiera tener hijos contigo?- La interrumpió una vez más.- Por favor, si no para de hablar de eso.- La frase descolocó a la morena totalmente.- Estoy segura que lo ha escrito trescientas veces en ese diario.
- ¿Diario?- Se interesó al escuchar algo así por primera vez.
- Ese que su psicóloga le obligaba a llevar.- Los ojos de Emily se abrieron como platos.- Oh... ¿No sabes nada sobre la terapia?- Supuso al verla perpleja.- Sólo dale tiempo.
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❝𝐼𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠❞
Fanfiction¿La Reina del Hielo puede derretirse lo suficiente como para vivir en el infierno de una bestia? ¿Puede la bestia convertir su corazón en un bonito copo de nieve? ⊱⋅ ──────────── ⋅⊰ ♡・゚:*。.:*・゚ ¿ǫᴜé ᴘᴀsᴀ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴛᴀᴄɪóɴ ʏ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ...