Capítulo 30

1.2K 130 38
                                        

Ayşe en multimedia.




Para cuando Hades regresó, yo apenas estaba terminando con el establo de "Pegaso", no era mi culpa. Estaba cansada y lo único que ingerí en el día fue un trozo de pan y leche, quería dejar todo limpio para callarle la boca a Hades, pero mi energía se agotó por completo. Me dolían los brazos y estaba llena de mierda, si mis padres me vieran en este momento estarían complacidos, Hades me estaba dando una "lección".

Joder, prometo que si vuelvo a casa algún día, jamás le faltaré al respeto a mis padres, sí, incluyendo a Artemisa. Fui una mala agradecida con ellos en parte, pero... ¿qué iba a saber yo que un loco lleno de odio me secuestraría?

—En vista de que no has terminado tu tarea en el tiempo que te di, te quedarás todo el día aquí y la noche si es necesario hasta que todo el lugar quede limpio –jadee.

—Estoy cansada –susurré.— y tú pretendes que deje este lugar reluciente cuando me das para desayunar pan con leche...

—Agradece que al menos desayunaste algo –me interrumpió.— ya verás como te las arreglarás, pero tienes prohibido salir de aquí hasta que limpies todo.





(...)




Llegó la noche y yo aún seguía en el establo, eran alrededor de las cuatro de la madrugada y sí, seguía limpiando. Me tomaba algunas pausas para recomponer fuerzas, pero sentía que me iba a desmayar en cualquier momento, algo que sería mi salvación.

Quería llorar, desde que llegué a este lugar no he recibido más que humillaciones y maltratos, no entiendo que les hice a estas personas pera ser tratada así, mucho menos comprendo por qué Hades se comporta de esa manera conmigo.

Supongo por esto mi padre estaba tan aterrado de que "Hades" me encontrara, sabía que nada bueno me esperaba estando con "mi alma gemela". Pero por desgracia, se equivocó, se ensañó con la persona equivocada, me alejó de Gabriel, mi humano, quien no tiene nada que ver con esto, papá creyó que Gabriel era Hades disfrazado... ese pensamiento me da hasta ganas de reír.

Gabriel jamás me haría todo lo que Hades me ha hecho hasta ahora, apenas he tratado con el un día y se ha dedicado a hacer de mi existencia un infierno.

Mis padres tenían razón y lo acepté tarde. Yo decía que Hades no podía ser tan malo, bien, es peor. Si tan solo les hubiera hecho caso, no estaría en este problema... del que no creo salir fácilmente.

Me dejé caer en el suelo viendo que ya todo estaba limpio, por el rabillo del ojo vi como el sol amenazaba por salir. Lancé una carcajada seca, estaba tan débil que me pase todas estas horas limpiando mierda de animales cuando con mi magia podía hacerlo en un dos por tres.

Quería levantarme y darme un necesario baño, pero mis piernas no respondían, mis ojos se controlaban por sí solos haciendo que quedara dormida sin darme cuenta.




(...)



—¡Despierta, esto no es un hotel! –me desperté abruptamente al sentir agua helada cayendo sobre mi.

Joder, si de por sí ya hacía frío.

Me abracé a mi misma buscando calor, levanté la mirada y me encontré a Hades mirándome desde arriba.

—Tienes trabajo.

—Aguarda –me levanté con dificultad, apoyándome en la madera.— tú dijiste que con mi trabajo me ganaría el pan de cada día y...

—Exacto, ayer desayunaste PAN y hoy será igual...

—Pero... ¿qué cojones? –lo miré furiosa.— no he dormido nada, tampoco he comido, me maté limpiando este asqueroso lugar anoche... y encima me despiertas de esta manera... –mis ojos chispeaban fuego.

Granate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora