Capítulo 71

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Los días se convirtieron en meses, los meses se transformaron en dagas que atravesaban mi corazón cada vez que la posibilidad de traer a Hades de regreso era más y más lejana. Trataba de convencerme a mi misma de que existía otra alternativa, alguna otra opción donde no tuviera que morir un ser querido para que Hades regresara. Pero aparentemente, no había más que esa.

Las cosas Monte Otris estaban bien, según escuchaba, las personas estaban felices bajo mi mandato. Algunas veces salía vestida de pueblerina y me mezclaba entre la multitud para conocer de primera mano las necesidades de la gente, cosa que a Kerem y Emre no le hacía mucha gracia ya que decían que me estaba poniendo en peligro, sin embargo, no podían hacer nada, después de todo, yo era la máxima autoridad de poder y nadie podía decirme que no. Escuchaba sus advertencias y me iba con cuidado, era cabeza dura, más no imbécil. La mayoría de las veces, Defne y el tío Luka me acompañaban para que aquellos dos se estuvieran tranquilos.

He de admitir, que no todo ha sido sufrimiento. Defne se convirtió en lo más cercano que he tenido a una mejor amiga, me causaba curiosidad la razón por la que siempre ocultaba su rostro con un velo, apenas podía ver sus ojos, sin embargo, no pregunté puesto que no quería incomodarla, de todos modos, algún día lo sabría.

Kadir y Dilara  se fueron del palacio, alegaron que no querían arriesgarse a que otra catástrofe los alcanzara, honestamente no hice nada por detenerlos, no olvidaba todo el daño que me causaron, no obstante, ellos ya habían tenido suficiente con el trato que Zeus les dio, además de que ahora Kerem era mi aliado, no quería más problemas. A diferencia de sus padres, Ayşe se quedó en el palacio, en un principio pensé que lo hizo para hacerle compañía a su hermano, pero aquel pensamiento fue desechado cuando escuché a las muchachas de servicio decir que Ayşe se quedó aquí por miedo a que sus padres la casaran con un desconocido. Pobre muchacha, apenas salía de su habitación y casi no hablaba, Zeus le hizo mucho daño y sus padres no ayudaron en nada. Sabía que Emre la visitaba todo el tiempo, al menos tenía el apoyo de su hermano.

Agradecía la presencia de Emre y Kerem, sin ellos hubiera estado hecha un desastre gobernando el pueblo, Ibrahim y Layla también han ayudado mucho, con ellos es como si Eros y mi madre estuvieran aquí conmigo, procurando siempre por mi bienestar.

Aquella comparación llevó mis pensamientos a mi familia, hacía tanto tiempo que no los veía. Debido a que la tecnología en este lugar era literalmente nula, hablaba con ellos mediante hechizos de chimenea y cartas.

Sopesé la idea de visitarlos unos días, después de todo, la situación en el pueblo estaba de lo mejor y Kerem y Emre podían hacerse cargo en mi ausencia.

He estado tan ocupada con los asuntos de estado y la ausencia de Hades, que no había tenido ni un momento de silencio en mi cabeza, ahora, estando en el despacho de mi alma gemela, me di cuenta de lo sola que me sentía.

Estaba rodeada de personas que me querían, no obstante, no era suficiente.

Lo necesitaba a él.

No creo que alguna vez pueda acostumbrarme al hecho de que posiblemente no lo vuelva a ver nunca a más y, si el universo conspira a mi favor y me da la dicha de volverlo a tener, ¿seré capaz de perdonar lo que me hizo? Con todos los acontecimientos por los que he pasado, no me he detenido a pensar cómo será mi vida de ahora en adelante siendo inmortal, quiero decir, estaré en este mundo hasta que explote o un meteorito se estrelle contra el, ¿qué haré con todo este tiempo aquí?

Ahora soy inmortal y estoy sola.

Supongo que Hades se sintió así en algún momento.

Hasta que llegué yo.

Suspirando, me puse de pie y me dirigí a la salida. Detenerme a pensar en mi no era una buena idea, ahora estaba sola, inmortal y deprimida. Ocuparía mis pensamientos en otras cosas.














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