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- Señora Vega, Vega no me deja abrazarla, se mueve mucho.
- Tori, estate en paz para que tu novia se acomode.
- Señora Vega, Vega no me quiere dar de su refresco
- Tori, dale refresco a tu novia.
- ¿Qué no sabes decir otra cosa? - preguntó Trina.
En lo que llevaban del día, Jade se la había pasado abusando del poder que tenía al caerle bien a la abuela que por cualquier cosa le pedía ayuda para que Tori la consintiera.
- Estoy empezando a creer que entré a un universo paralelo o sigo dormida, nadie diría que la mismísima Bruja del Oeste estaría en mi sala pidiendo mimos de mi hermanita. Aún no entiendo cómo es que andan.
- Yo no sé la historia completa - habló la abuela.
- Sigo sin saber cómo descubriste que era yo  - dijo Jade.

- Entonces cuando oíste a Rex ¿Ataste clavos?
- Si, con eso y que dijiste que era una variante de tu apodo escolar até cabos.
- ¿Porqué jamás me preguntaste? Estudio en HA podía ayudarte y prevenirte sobre la.cosa está que ahora es tu novia.
- ¡Trina! Respeta a Jade.
- La última vez que te hablé de algo que me gustaba soporté burlas durante dos meses.
- Tori, me dijiste a tus 12 años que te gustaba Thomas & Friends, era lógico que me iba a burlar.
- ¿Te gustaba una caricatura para niños de 3 a 6 años Vega?
Tori tan solo se cruzó de brazos en el sofá y puso cara enojada ante la burla de Trina y Jade.
"Al menos en algo se ponen de acuerdo" pensó.

- Le haces algo Tori.
- Si, lo sé - interrumpió a su abuela acariciando la parte de atrás de su cabeza.
La señora Vega no tenía nada en contra de que Jade y su nieta compartieran cama, estuviera ella de acuerdo o no algún día lo harían así que prefería crear un ambiente de confianza para que su nieta llegado el momento lo hablara con ella, aún así una amenaza con la famosa chancla no estaba de más.

- Pensé que lo habías perdido en la mudanza - dijo Jade cuando Tori entró a la habitación.
- No, lo había dejado en casa de Sofía, me lo llevé cuando fue lo de mi moto y apenas lo regresé, ya vez que dejó ropa allá y bueno, no pienso dejar que nada le pase, es mi conjunto favorito - contestó descolgando el regalo del año pasado de Jade - lo uso para entrenar sobretodo.
- Dame la sudadera tengo frío.
- Tu me la regalaste, no creo que sea correcto que me la robes.
- Mmm chamarras ya tengo una de los Clippers, una de Sherwood, sudaderas tengo dos negras, una de Marvel de hecho
- Pensé que la había dejado con Sofía, espera ¿Una de los Clippers?
- Si, me la robé el día que nos invitaste a ver el partido, tenía frío, estaba en tu cuarto y es una chamarra negra. ¿Tienes algo contra eso?
- ¿Que te adueñes de mi ropa? No, nada en contra - dijo Tori terminando la conversación, mañana era un nuevo día y debía regresar a su rutina que empezaba durmiendo bien, así que después de darle un beso, desearle buena noche se acomodó al lado de Jade y se acostó.

- Dime qué no vas al gimnasio así
- Al menos un buenos días ¿No? Buenos días Jade ¿Cómo amaneciste? Yo bien, gracias.
- Buenos días nada Vega y contesta lo que te pregunté.
- Sonó más a regaño que a pregunta, pero no, no voy así al gimnasio - contestó - uso short sobre la licra.
- Más te vale Vega.

- Suelo usar ropa interior específica para hacer deporte, acomoda y disimula todo, sobre esto una licra normal, short, un top deportivo y generalmente camiseta - explicaba Tori mientras desayunaban.
- Pero es de mujer ¿no deberías usar la de hombre?
- Si, pero desde lo de Beck, optó por usar la ropa así, llama menos la atención.
- Hola Tori, hola abuela, Bruja.
- Loca.
- ¿Cómo amaneciste?
- Excelente, dormir con tu hermana es genial.
- Espera lo dije mal. ¿Cómo? ¿Amaneciste?
Tori se dió a la fuga para su carrera matutina huyendo de la pelea que empezaba en la cocina, Jade y Trina juntas eran un peligro.

Los días previos a año nuevo, la rutina de Tori no cambió, estaba en constante comunicación con su nutriólogo, la entrenadora, el psicólogo y Rachel.
Todos concordaban en que no debía presionarse tanto con el ejercicio y la comida, dos días de "comer mal" no afectarían para nada todo el trabajo del año. Su psicólogo también había hablado con ella respecto a la situación con sus padres eso lo preocupaba y más en una época donde las familias se reunían.
- De por si no los veía mucho, tampoco pasábamos las fiestas juntos, era o con los abuelos o solo Trina y yo. Incluso los regalos, Santa y los Reyes siempre llegaban a casa de los abuelos, muy pocas veces hacían parada en nuestra casa.
- Ni cuando...
- No cuando era Victor - se sincero Tori.
Entendía de su padre, era policía (uno de los mejores) y bueno, Navidad- Año Nuevo y periodos vacacionales eran las épocas en las que el crimen se disparaba ¿Pero su mamá? No trabajaba, era ama de casa, bueno, ni eso, desde que recuerda han sido Trina y ella y bueno, los abuelos.

- Tu, Trina, tu abuela y Jade están invitadas a pasar el año nuevo con nosotros. Solo seremos, mis padres Paulina y yo, será en casa de mis padres y no es necesario que lleven nada.
- ¿Segura?
- Segura.

Pasar el año nuevo con las Daccarett sonaba bien, los West no tenían objeción alguna y la abuela ya había comprado refresco y una botella de algún tipo de alcohol que Tori no conocía ni podría conocer en algún futuro cercano.
Ella y Trina tenían muy grabado si primer intento de tomar sidra en una fiesta de año nuevo, el chanclazo aún dolía.

- El año pasado estrené el conjunto de los vengadores.
- vamos a casa de la señorita Sofía, no te voy a dejar ir en pants y playera de superhéroes Victoria.
- Sofía dijo que no había problema.
- Si, pero no vas a ir en pants, anda ve a ver los pantalones, Jade, vigila que se compre algo que no de pena. Y tú, ni te burles Trina, no creas que te dejaré andar con tus jeans carísimos con los que apenas y te puedes mover, buscaremos algo de tu talla.
Jade luchaba por contener la risa, adoraba a la abuela Vega.

- De la cintura si, pero el tiro lo veo algo corto.
- Por favor Vega, si tuvieras algo que valiera la pena ya lo hubiera sentido, he dormido varias veces contigo
- Tengo mis mañas - contestó la latina buscando otro pantalón.
Jade se quedó parada en el pasillo pensando en que prácticamente Tori se las ingeniaba para dormir con el frente de su cadera pegado al colchón aunque la estuviera abrazando.
- Debe estar exagerando - dijo antes de alcanzarla en los probadores.

La voz de mi dulce amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora