Noviembre

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- Deja de mover la pierna Tori
- No te rasques
- Deja de tocarte la cara Tori

Sofía se estaba arrepintiendo de no esperar a alguna de las señoras Vega, ya fueran la abuela o la mamá de la chica sentada a su lado, pero pensó que no debían perder el tiempo, era Halloween y urgencias pediátricas del Hospital más cercano estaba a reventar, los más tranquilos llevaban algún malestar por tanta azúcar, otros cuantos heridas menores, una que otra fractura y algunos como Tori llevaban algo pegado.

La espera era.larga, a final de cuentas no era una urgencia y a diferencia de los niños pues la castaña tenía más.paciencia o al menos eso esperaba Sofía quien parecía mamá pidiéndole que se estuviera en paz, hasta estaba a nada de darle su celular, pero claro, la peleadora tenía uno propio con audífonos y batería extra así que no fue tan necesario.

- Victoria Daccarett - nombró la enfermera
- Vamos - dijo Sofía - nuestro turno
- Aún no entiendo eso de cambiarme el nombre.
- Créeme lo que menos necesita este lugar es caos por tenerte aquí.

Llegaron rápido al consultorio del doctor en turno quien claramente estaba informado de quien era su paciente pero por recomendación de la enfermera siguió con el Daccarett durante su entrevista.
- Pegamento industrial ¿Grizzly? ¿Gorila?
- Gorila doctor - contestó Tori
- Excelente, bueno, claramente no excelente por la situación - corrigió al sentir la mirada de Sofía - pero nos quedamos sin solvente para el Grizzly, tenemos aún de Gorila aunque es más corrosivo, te haré receta para una crema pero primero necesito que te acuestes, vas a sentir que quema.

Efectivamente Sofía tuvo que agarrarla pues el ardor que sentía en la cara llegó a ser molesto, poco a poco el doctor empezó a retirar trozos de aquella máscara de Zombie.
- Listo, ahora pasen a sala de observación y en cuanto deje de arder se pueden retirar, hay una enfermera checando así que no va a poder hacer trampa. Aquí tiene la receta, la pomada deberás ponerla en las noches solo en las zonas afectadas, tus cachetes sobretodo y la frente, de ahí pues cuidados normales, te puedes lavar.la cara solo no te la talles ni la seques agresivamente, no te asolees y usa bloqueador.
- Uso casco para entrenar algunas veces - comentó la castaña viendo como había quedado en el espejo cercano
- Pues vas a tener que practicar la guardia alta, no es recomendable ni que te golpeen no que uses el casco.

- Aquí están los cubos - dijo Holy en cuanto vió salir a Sofía entregándole tres cubos rubik nuevos - no entiendo para que los quieres
- Tori se niega a dejar el que tomó en Observación para matar el tiempo así que llegó a un acuerdo con la enfermera se lo deja llevar y a cambio trae más.
- ¿Vega? ¿Armando un cubo de rubik? - preguntó incrédula Jade
- Mi hermana es lista pero dudo que tanto - mencionó con algo de burla Trina, Tori no tenía la paciencia ni calma que requería armar eso.
Sofía solo levantó los hombros y regresó na canjear a Tori por aquellos cubos.

Noviembre seguía su curso, Tori descubrió que la mejor forma de evitar tocarse la cara y hacer alguna tontería que retrasará su recuperación era armar cubos rubik, para sorpresa de todos y con algo de trampa gracias a tutoriales de internet, la peleadora ahora tenía una pequeña colección de aquellas cosas, el típico 3x3, un 2x2, una pirámide, uno de engranes, uno sin centros, un cilindro, uno sin esquinas, incluso uno que en lugar de colores tenía distintas formas y el chiste era que volviera a ser un cubo.
- Se llama mirror - le explicaba emocionada a Jade - es un 3x3 pero en lugar de colores hay que buscar los cuadritos que tengan la misma forma.

- Encontré unos de Marvel en Amazon, los voy a pedir. Buenas tardes señores West.
La única forma de parar a Tori fue cambiando de tema, aprovechando que comerían en cada de Jade, la madre de la gótica aprovechó para dar las últimas recomendaciones para la donación que haría Tori a la fundación donde trabajaba.
Aunque aún les tenía algo de rencor s los huérfanos que se quedaron el oso de Jade la peleadora accedió a donar algunos guantes, vendas, tenis, artículos autografiados y demás para la cena de Acción de Gracias dónde esperaban recaudar suficiente dinero para darles a los niños una buena navidad.

- Son donaciones más que nada del patrocinador - explicó pues Jade esperaba que entre los guantes no se fueran los de los Vengadores que Sofía y ella le habían regalado - igual los tenis, serán los de pelea, aún no entiendo quien pagaría por unos tenis míos.
- Ni yo Vega.
- Bueno, eso es trampa, tu tienes acceso gratis a mis cosas.
- No es mi culpa que tus tenis me queden.
- ¿Tienes tenis míos? Pensé que solo agarrabas chamarras.

Acción de gracias se aproximaba, las últimas veces Tori había peleado así que los planes prácticamente eran sobre la marcha pero en esta ocasión no, su abuela estaba planeando todo y a ella le tocaba (aparte de pagar) invitar a Jade pues sus padres deberían estar en el horfanato trabajando.
- ¿Entonces? ¿Vienes? - preguntó temerosa
- Me sorprende que esperes una respuesta diferente a si Vega, soy tu novia.
- Lo sé Jade, pero eres una persona independiente, puede que tuvieras planes.
- En serio, me sorprendes Vega.

Jade a pesar de que efectivamente había ampliado un poco su círculo de amigos en su nueva escuela siempre hacia tiempo para estar con su novia, de igual manera que la peleadora aún con entrenamientos, escuela y demás hacia tiempo para ella.
No era mucho lo que pasaban juntas, incluso las noches pasaron a ser cada vez menos por trabajos y tareas pero aún así le sacaban el máximo provecho al tiempo que tuvieran
- Calidad, esa es la clave - había dicho Tori
Y Jade no se podía quejar, recordaba días enteros en compañía de Beck dónde eran más gritos o cada quien en su teléfono mientras que con Tori prácticamente podían ser ellas dos simplemente hablando de como Tori perdía audífonos a cada rato por horas sin problema alguno.

- Debo dejar de compararlos - se repetía Jade a cada rato.

La voz de mi dulce amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora