La voz de mi dulce amor.

En la corte

Tori vio a su familia y amigos dar vueltas sin parar por la casa, entre las abuelas arreglando y modificando su ropa, Andrew y Carina buscando por todos los medios existentes el que la peleadora dejara de rascarse o intentar hacer algún movimiento (ya la habían cachado sin la férula de la muñeca intentando ver hasta donde podía mover la mano), Diane buscando toda forma de terapia ocupacional que evitara un escape de la peleadora a golpear un saco.

Aún recordaba esa plática, Diane de boca de Sofía y Jade escuchó sobre sus escapadas a "golpear sus sentimientos" y a pesar de que le sonaba atractivo agendar una cita para terapia en el gym ahorita eran más los riesgos que los beneficios, cualquier movimiento brusco podría hacer que los huesos no sanaran en el lugar que deberían.
- Puedo patear - insistió Tori
- Necesitas los brazos para equilibrar - explicó Díane
- ¿Y si te caes? - preguntó Sofía preocupada.
- Puedo meter
- ¿Qué Vega, las manos? ¿La cara? Y no salgas.con que el trasero porque no tienes - la interrumpió Jade.

Todos sabían lo frustrada que estaba, que necesitaba sacar ese enojo y no la culpaban, todos estaban igual o peor.
Las noticias a cada rato repetían que sus agresores ahora culpaban a quien sería su contrincante, varias cadenas incluso decían que era culpa de los tipos que una mujer no podía estar detrás de algo así, otras pedían su expulsión o uba sanción al nivel de la lesión pues para variar especulaban con la gravedad a pesar de que Rachel y los DeLuca hacían ruedas de prensa explicando cómo iba la peleadora.

- Con su admisión los cargos cambian y aceptarán las lesiones declarándose culpables - explicó Rachel
- ¿Y tengo que ir? - preguntó Tori quien solo salía a lo básico.
- Si, lo siento.

La peleadora observó la ropa que le dejaron en la cama, los pantalones, calcetas y tenis eran la parte sencilla, solo necesitaba una persona para ayudarla, el problema venía con la parte de arriba.
Habían batallado un poco, pasaron por todo tipo de tops y brasieres existentes antes de encontrar unos deportivos que se abrochaban con cierre por enfrente, de ahí la playera era una modificada abierta del costado para no interferir con su brazo aún con los clavos.

Sofía y Jade la ayudaron a vestir, Holy a entrar al auto y Trina a acomodarse para viajar lo más cómoda posible.
No era un trayecto largo pero entre los paparazzi que empezaban a rodear la casa, el tráfico y la gente reunida fuera de la corte tardó bastante en al fin con ayuda salir del auto y dirigirse a la sala.

- Nos declaramos culpables - dijeron ambos a la vez
- Los escuchamos - dijo el juez
- Hace dos meses me contactó una persona por messenger, diciendo que sabía de los trabajos que hacía para mí primo y amenazó con ir a la policía, después de eso me dijo dónde debía recoger un paquete que resultó ser un celular desechable como ustedes dicen. Después de eso me marcó, era la voz de un hombre diciendo que necesitaban alguien que dejara de combate a Shelby Marx, la paga serían diez mil dólares  a cada uno, 2 de inicio, otros dos a la hora de avisar que atacaríamos y el pago final al confirmar el ataque. Con ayuda de mi hermano empezamos a seguirla e investigarla, cuando tuvimos su rutina y recibimos el dinero pusimos manos a la obra. Nuestra misión era solo dejarla mal herida, incapaz de pelear nunca intentamos matarla o la atacamos por ser mujer o por ser lesbiana.

El hermano declaró algo similar haciendo énfasis en los motivos del ataque. Tori no sabía si sentirse bien o mal o como sentirse y al parecer su familia estaba igual, aún no salían del shock.

En cuanto terminaron el abogado presentó tanto los teléfonos, mensajes peritados y todo lo necesario para ahora empezar el proceso contra la peleadora.

Por lo que el abogado le había explicado su estabilidad económica no corría peligro, tenía seguro de vida, lesiones, sus contratos de igual manera indicaban de cuanto sería el pago en caso de lesión. Sus médicos eran optimistas, tenía cita en dos semanas dónde después de unas radiografías lo más seguro es que retiraran la férula de la muñeca y los clavos iniciando así la rehabilitación y el ejercicio.

Aún así estaba en un modo automático que a nadie le estaba gustando, no había hecho panchos o berrinches por estar "de inútil" no había tenido ningún arrebato de furia o los comen de la vez pasada y ahora sí estaba en todo su derecho o al menos lo entenderían mejor.
Jade las noches no estaba en la universidad se las pasaba con ella, Holy y Trina alternaban los cuidados con Dove y Sofía mientras Andrew estaba disponible 24/4 y los otros tres días era Carina quien se encargaba de lo médico. Diane estaba al menos una vez por semana en casa para las terapias y hablaba día si y no por teléfono.

También contaban con algo de ayuda y apoyo extra, tanto los chicos de pediatría a los que Tori visitaba constantemente como los hijos de los doctores que había conocido durante su programa  en pandemia le mandaban mensajes y regalos que se unían a los de sus fans. El que más resaltaba de momento era una frazada de frozen que Leo mandó para que no pasará miedo en consultas y ahora estaba empacada junto con su Iron Man de apoyo moral pues seguía sin ser fan de las agujas y tratamiento.

- Listo - dijo el ortopedista - estás programada para mañana en la mañana, te internaremos hoy.
- ¿Entonces si me quitarán los clavos? - preguntó
- Si, tu hueso soldó de maravilla ya podemos retirarlos - contestó el pasante antes de acompañar a Holy a hacer los trámites necesarios.

- Después de la cirugía empezaremos a ver lo de rehabilitación, hay nuevos métodos, contamos con una terapia de videojuegos avalada por Joey muy efectiva, por cierto te manda esto - dijo la doctora Bailey entrando aventando una raqueta de para control de consola - y tú - ahora señaló al médico - la próxima vez que programes una cirugía de último minuto para una celebridad avísale a Altman, tuvo que reforzar la seguridad sobre la marcha.

Pasar la noche en el hospital no era su máximo pero al menos estaba más cerca que antes de volver a la normalidad y con la primera audiencia contra la peleadora que orquestó el ataque a la vuelta de la esquina estaba más que dispuesta a cuidarse lo más posible para tener ambos brazos listos para ese día.