Disparos

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Tori no parecía sorprendida cuando escuchó el código que movilizó a enfermeras, Trina y Holly tampoco lo estaban y eso que prácticamente fueron echadas de la habitación.

Si había algo seguro con los disparos es que jamás había nada seguro, tres coaches y dos senseis de los muchos que tuvieron murieron no tanto por el disparo sino por un coágulo y 2 coaches llegaron a sufrir cierto tipo de parálisis por eso mismo.

- Lo esperabas - dijo Sofía llevándole un café.
- No, pero estaba preparada - contestó Tori - toda mi vida he convivido con policías Sof, muchos no regresaban después de un llamado, vi amigos de mi padre heridos, hospitalizados, acudí a un sin fin de funerales y muchos de ellos se iban por disparos. No tenía muchas esperanzas la verdad. Por eso mamá dijo accidente, daba más esperanzas.

- Jade llegará con sus padres en unas horas, les dije que mejor nos vieran directamente en la funeraria - habló Dove tendiendo ahora un oniguiri que consiguió en un Seven cercano - Tu abuela, Trina y Holly terminaron de arreglar los papeles que no pudo el Departamento, ya está todo, el mismo hospital se encargo del transporte.
- Anda, abre esa cosa y te la comes en el camino, pasaremos a tu casa por lo que necesites.
- Vámonos directo Sof, Jade dijo que ella se encargaba de todo y que si faltaba algo le diría a Paulina. Vamos Tori, come, te hará bien.

Ir a terapia no era milagroso, eso lo sabía, ni fácil, de hecho tenía que trabajar demasiado en ella, sus inseguridades, traumas y todo eso era algo difícil de manejar pero por primera vez en mucho tiempo no sentía como si todo el mundo se le viniera encima.
Algo que trabajo con cada uno de sus psicólogos fue el tema de sus papás, más el de David pues aunque Dove y Sofía parecían más su mamá que Holly, poco a poco empezaban a formar cierta dinámica familiar algo que obviamente no tuvo con David. Es cierto que en aquella última plática le pidió perdón y ella no dudó en decirle que no se preocupara, porque era cierto, Tori no le guardaba resentimiento, tal ven no le tenía afecto o algo similar pero tampoco albergaba malos sentimientos hacia él.

Sabía que no era su culpa, ni de sus padres, su condición se dió y pues ni modo, le tocó ser parte de las estadísticas de una minoría de la que casi nadie habla o sabe siquiera. También era muy conciente de que así como sus compañeras, amigos, conocidos y hasta su único novio jamás se enteraron, había gente como Beck que sabía y la odiaba o como Jade, Sofía, Paulina, Dove y el resto que estaban ahí con ella sin tratarla mal o diferente tal vez André cuando solo eran ellos dos si soltaba alguna broma pero era su forma de decirle "no eres diferente".

Sofía y Dove le dieron la privacidad suficiente para cambiarse dentro del coche, pasaron rápidamente a un supermercado por algo de ropa, no podía llegar con su sudadera roja, pantalones azules.
- Ni modo, tendrás que llegar con tus tenis de Iron Man - le dijo Dove - anda, apura, no deben tardar en bajar el cuerpo.

Un número considerable de policías se presentó a rendir sus respetos por lo que Tori llevaba buen rato al lado de su madre, hermana y abuela recibiendo pésames, escuchando lo maravilloso que era su padre y demás. Claro, esa solo era una parte de la gente, también había otros como Grant si grúa de confianza cuyos hijos habian salido de las calles gracias a él.

Jade acababa de llegar y dejó una mochila con Sofía quien estaba algo apartada antes de ir a dónde estaba su novia y abrazarla.
Igual hicieron los señores West solo que ellos si se retiraron mientras su hija se quedaba con Tori.

- No te veo igual que en el funeral de tu abuelo - dijo Jade
- No es lo mismo, convivi más con mi abuelo que con papá. Tampoco Trina lo hizo, estamos aquí por la abuela. Me alegra que pudiera verlo y despedirse de él.
- Sofía me dijo que esperaban algo así.
- Siempre está la posibilidad y más en un policía.
- Hablando de policías, si que tu papá era uno de los importantes.
- Era bueno en su trabajo, dónde fuere siempre bajaron los índices de delincuencia y más la juvenil, su política de "si están ocupados no hay tiempo para las pandillas" resultaba muy eficaz. Con decirte que jamás tuve problema alguno en la escuela ni fuera de ella, no es como que tuviera tiempo claro, entre la escuela, la tarea, el deporte, comer y dormir.

Antiguos y nuevos compañeros se dedicaron a hacer guardia en el cuerpo por lo que la familia solo tuvo que quedarse sentada en el sillón principal recibiendo gente y cuando fue hora de dormir solo sé quedaron ellas, los West y Sofía y Dove.
- Paulina quedó en venir mañana.
- Pueden irse, no es
- Na, na, na, no digas nada y vete a dormir con tu novia - interrumpió Dove - por cierto mantén las manos donde pueda verlas y de preferencia duerman separadas, una en cada extremo.
- Ya la oíste - completó Sofía.

Se dió la vuelta por tercera vez o al menos eso intento pues tenía las piernas de Jade sobre ella, se sorprendió de lo rápido que pudo conciliar el sueño, de hecho eso la despertó, a diferencia de las muertes de sus abuelos donde prácticamente estaba en automático. Tomó su teléfono para ver una serie, tal vez eso le quitará el malestar que sentía.

"Tampoco puedes dormir?" Fue el mensaje que recibió de Trina.
"Si puedo, eso me asusta"
"También a mí, no me siento mal o triste. Eso me hace un monstruo? Estaban más afectados los chicos de su primer equipo de basket que yo"
"No sé, me siento exactamente igual, siento que debería llorarle pero no tengo lágrimas, no tengo nada para él"

El velorio terminó, igual el entierro y a pesar de que si la conmovió en cierta parte nada más no pudo llorar, ni su abuela, ni Trina solo Holly.
Después de eso regresó a su rutina normal, se disculpó con Jade por la interrupción de su celebración y prometió compensarlo pronto, agradeció tanto a los West cómo a sus famosas amigas el apoyo y todo siguió igual, terapia, entrenamiento, nada cambió.

- ¿Qué hacemos aquí Jade? ¿Pensé que iríamos al cine o algo? - preguntó confundida la castaña al ver el gimnasio donde entrenaba vacío.
- Sé que no estás bien
- Jade...
- No intentes mentir, no me importan tus terapias y si llevar un diario de sueños o cumplirle a tu niño interno todos sus caprichos es más civilizado pero ahora quiero que me des tus manos y hagas exactamente lo que te pida.

- ¿Dónde aprendiste a vendar? ¿Y dónde conseguiste las vendas? - preguntó viendo sus manos debidamente protegidas con una venda de Iron Man.
- Tengo mis contactos, ahora ponte los guantes y pégale al costal.
De la pequeña bolsa deportiva que traía sacó de igual manera unos guantes de Marvel y se.los puso a su novia dándole espacio.

Primero fueron golpes leves, entre para calentar y porque de verdad no entendía que quería Jade, no era fan de verla entrenar por el asunto del sudor y aún así estaba recargada en una pared cercana con aquel bolso deportivo y su chamarra esperando por algo.

- Murió tu padre Vega
- Lo sé - dijo pegando más duro en el costal - murió David
Jade notó que de nuevo era David, no papá así que guardo silencio y vio como poco a poco  la intensidad de los golpes subía
- Jamás fue a mis juegos, ni a mis entrenamientos.
- no fuimos por la.pizza de la victoria o las hamburguesas de la vergüenza

- Dijo que no debí nacer - fue lo último que dijo antes de caer de rodillas apoyando su frente en el saco dando un último golpe ya sin fuerza - mi propio padre no me quería Jade.
Aún sudada y todo Jade de inmediato corrió a abrazarla.
Todas las lágrimas que guardaba desde el día en que su propio padre la arresto al fin salieron.

La voz de mi dulce amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora