Cambio

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La pandemia se había vuelto insoportable y mantener parado al mundo no le estaba ayudando a nadie así que los laboratorios junto con gobiernos e iniciativa privada empezaban a buscar una vacuna. Cómo no era el primer COVID y gracias a la tecnología más el dinero invertido en poco tiempo se estaban buscando voluntarios para la última fase de prueba. Eso devolvía la esperanza a la gente, muchos se anotaron y aceptaron ayudar sin problema alguno, urgía regresar a la normalidad.

- Recuérdame porque te traigo a la Universidad a las 7 de la mañana en viernes de flojera - repitió Sofía a una adormilada Tori que estaba en el asiento del copiloto.
Por toda respuesta recibió un quejido y unos papeles.

Hacía unas semanas Tori vio un correo de la universidad que claramente no leyó bien y aceptó ser parte de los voluntarios que trabajarian junto con el hospital de la universidad y uno de los laboratorios en búsqueda de la vacuna.
Se enteró por un mensaje de Zola, ya que su mamá sería de las doctoras que supervisarían todo y vió su nombre en la lista.
Aún no carburaba del todo cuando ya tenía hasta mensajes de Leo y su hermana agradeciendo vacunarse porque así podrían ver a sus padres antes.

- De ahora en adelante veré todos tus correos, del personal - habló Sofía antes de bajar del carro - a este paso sacarás una hipoteca, apadrinaras un Koala y le mandaras dinero a un heredero nigeriano para.cobrar su herencia.
- Mhm - respondió Tori, buscando la mochila que sabía alguien había aventado en el coche -por cierto ¿Dónde está...
- Doce puso tu Iron Man de apoyo moral en la mochila, bolsa grande, el Hulk para aplastar está en la bolsa de enfrente, los papeles están en el folder rojo, hay agua en la botella de Spiderman, café en el termo Rojo y creo que el tupper de Thor trae fruta, yogurt y cereal.
- ¿Y... - medio preguntó mientras se colgaba la mochila roja a la espalda y se acomodaba el cubrebocas
- Te guardo un cómic, un libro de Sherlock, tu consola y un cubo de Rubik. Rayos, me sentí mi mamá. Ahora andando, vamos a llegar tarde. ¡Genial, ahora sueno como ella!
Eso hizo reír a Tori quien después de leer otra vez los mensajes de sus fans, amigos, familia, oír los de su novia y los niños de apoyo emprendió el camino.

Meredith fue la encargada de explicarle todo, acomodarla en el cubículo e inyectarla todo eso mientras ambas acompañadas de Sofía posaban discretamente para las fotos.
- Estarás unas horas en observación, pónganse cómodas, vendré en un rato. Mis hijos mandan saludos, esto - le entregó a Tori unos dulces - y dicen que eres muy valiente. No te preocupes, no les diré que trajiste un peluche de apoyo moral, ni que Sofía te tuvo que distraer a pesar de que tenías tus audífonos  y estabas muy interesada en la puerta.
- ¡Hey! - reclamó Tori - es una bonita puerta y me gustó el color - se defendió.

El día y las revisiones pasaron entre juegos, películas, Tori armando el cubo Rubik, Sofía casi aventandolo por no poder armarlo.
Las últimas recomendaciones fueron leídas por Meredith y con la consigna de reportar absolutamente todo y estar al pendiente de las citas de seguimiento al fin pudieron regresar a casa.

- Me duele el brazo
- Te dijeron que es normal
- Me duele mucho no lo puedo levantar
- Pues no lo levantes
- Pero es que no lo puedo ni mover
- No lo muevas
Dove, Sofía y Paulina ahora lidiaban con una débil y dolorida Vega y estaban a nada de darle una razón para quejarse del dolor, aunque como ella era peleadora prefirieron solo imaginarlo.

No presentó fiebre, escalofríos o alguna reacción alérgica pero el cuadernillo que le habían dado para anotar los síntomas, reacciones y demás se estaba llenando de "dolor en la zona de aplicación".
- ¿Estás segura de que no se la podemos llevar a Jade? - preguntó Paulina
- ¿Con Meredith? ¿Carina? ¿Andrew? - ahora fue Dove la que habló para recibir la.misma negativa de Sofía.

Los días pasaron y el dolor quedó en el pasado, de nuevo volviendo a su rutina Tori empezó a tener sus días ocupados.
Entre las sesiones de entrenamiento personales, las que daba de ejercicio básico para los hijos de.los trabajadores del hospital, las de Angel City, lo último de su escuela y hablar con familia y amigos ya hasta se le había olvidado que firmó sin querer para ser conejillo de indias.

Quienes no lo olvidaron fueron Sofía y Paulina, quienes hasta tenían el correo abierto en sus computadoras y cada noche checaban que no le.diera aceptar a otra cosa sin leer.

- Le llegó correo de Adidas
- Le llegó correo de Nike
Dijeron a la vez las hermanas algo extrañadas pues eso lo veía Rachel no Tori en persona, aún así se lo comentaron y hablaron de inmediato con la representante quien se extrañó igual de los correos.

Con el clima político y social que se vivía a pesar de la pandemia las marcas buscaban cualquier forma de sumar puntos alegando una aceptación, inclusión y respeto aunque en realidad no lo sintieran y Tori era muy consiente de que podría sacar bien dinero vendiendo su imagen para que una empresa quedará bien.

- ¿Sabes cuánta gente ha dicho que dejará de comprar Adidas solo por ser mis patrocinadores? - preguntó Tori.
- Muchas, leo los comentarios que te dejan - explicó Sofía - son ignorantes Tori, no deberías hacerles caso, si de verdad las ventas bajarán por tu culpa Adidas no estaría dispuesta a renegociar tu contrato, ni Nike estaría peleando.
- Quiero ser un ejemplo no un producto a vender.
- Bueno desgraciadamente debes comer y volverte "un producto" ayuda a cubrir esa necesidad, pero no está peleada con que seas un ejemplo, al contrario podrías aprovechar eso para llegar a más personas.

- Quiero pelear por cambiar la ropa con la que peleamos
- Me parece buena idea - apoyó Sofía
- Hablaré con Nike y Adidas, les diré eso y me iré por quién me apoye. También hablaré con Rachel para ver si alguien más apoyaría la idea.
- Algo me dice que muchas, yo aún no entiendo cómo peleas en top, a mi ni me gusta hacer ejercicio solo en eso, siento que en cualquier momento algo se va a salir.
- Ya que mi abuela no está y al parecer se enoja cada que le hablo
- Yo también me enojaría si tus llamadas entrarán cada que estoy por ganar en el bingo
- ¡Solo fué una vez! - se quejó recordando como su abuela perdió en el bingo por videollamada por contestarle a ella
- Bueno, si yo estaré en las reuniones cuando plantees tu idea.

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