Bajos instintos (Tobecca)

2

—¡Estaba tan cerca! — exclamó con furia mientras entraba a su guarida y arrojaba la máscara lejos — ¡¿Dónde carajo está Shaman?!

El montón de ninjas ahí presentes se arrinconó hacia una de las paredes temblando de miedo como un montón de gatitos pues temían a la ira de su señor que solía desquitarse con ellos cuando se encontraba en ese estado, solo uno de ellos se armó de valor y dio un par de pasos acercándose con cautela.

—Shaman está en la parte de atrás — dijo con voz temblorosa.

—¡Traerlo ante mi! — ordenó fúrico.

—En seguida, amo.

El ninja dio la vuelta, pero de inmediato tropezó con Shaman que iba llegando apresurado y al instante unos amenazantes ojos se posaron en él provocando que se le erizará toda piel.

—¡Maldición, Shaman! — le mostró un frasco vacío y lo arrojó al suelo haciéndolo pedazos — ¡Tu supuesto hechizo, tu porquería de poción, no sirvió de nada! ¡No causó efecto alguno!

—Tobe... — comenzó a decir nervioso — lo siento, yo... estaba seguro de que... que funcionaría.

Tobe refunfuñó algo entre dientes y empezó a caminar de un lado a otro, luego volvió a mirar al joven hechicero y cuando abrió la boca para volver a decir algo Chief le interrumpió, nerviosa.

—Tal vez... sea un retraso.

Sus ojos se cruzaron con los de Tobe quien volvió a refunfuñar y se le acercó tanto que la joven tuvo que levantar la cabeza para poder mirarlo a la cara.

—¿Y a mí de qué me sirve que haga efecto horas después? — señaló los vidrios del suelo sin apartar la mirada de la chica — ¡Esa cosa tuvo que funcionar en el momento en que estaba por derrotar a Garu!

Chief bajó la mirada apenada por su estupidez, pero se sobresaltó cuando Tobe la tomó de los hombros y le susurró algo al oído haciéndola sonrojar, Clown, que miraba a espaldas de ella, frunció el ceño y rápidamente la tomó del brazo para alejarla de Tobe.

—¿Qué crees que haces? — se le puso en frente.

Tobe chasqueó los labios algo molesto y le dio la espalda cuando de repente un fuerte dolor en el pecho lo hizo doblegarse hasta caer de rodillas, los ninjas se acercaron preocupados.

—¡Amo!

Tobe empezó a sudar frío y soltó un grito desgarrador cuando otra fuerte punzada se apoderó de su pecho, Shaman se arrodilló para estar a su altura.

—¡Tobe! — alarmado — ¡¿Qué te pasa?!

—¡Debe ser un efecto secundario de la poción! — exclamó uno de los ninjas.

—¡Eso no es posible! — le dirigió una mirada rápida y luego volvió a ver a Tobe — No lo escuches, si la poción no funcionó no debe causar algún efecto secundario, incluso si hace reacción más tarde de haberlo consumido.

Tobe lo miró de reojo, quería decir algo, pero el aire empezó a faltarle hasta que terminó por desmayarse, Shaman iba a levantarlo cuando de pronto un denso humo negro empezó a emanar del cuerpo del ninja, haciendo que se apartará asustado.

—¡¿Qué rayos?! — gritó Clown.

Ninguno entendía lo que que estaba pasando frente a ellos pues estaban viendo como el cuerpo de Tobe empezaba a cambiar de forma, rápidamente un montón de pelo negro invadió todo el cuerpo, una vigorosa cola creció, las manos y pies se transformaron en enormes patas con garras afiladas, de la cabeza salieron dos grandes orejas, y el rostro tomó una forma canina con un hocico lleno de enormes y aterradores dientes, el humo se dispersó y Shaman armado de valor se acercó lentamente hasta colocar la mano sobre la espalda de la criatura.

—¿Tobe? — preguntó en un susurro.

La gigantesca criatura gruñó bajo y comenzó a levantarse, Shaman temblando de miedo se arrastró en el suelo alejándose mientras el resto de los presentes miraba con temor y asombro cómo aquel hombre que hace unos momentos estaba agonizando se había convertido en un gigantesco lobo.

El lobo se irguió sobre sus patas traseras y lanzó un poderoso aullido que hizo vibrar toda la habitación, luego dirigió la mirada a Chief que lo miraba horrorizada escondida detrás de Clown, gruñó bajo y volviendo a apoyarse sobre sus cuatro patas comenzó a acercarse.

—No... No te preocupes — susurró aterrado Clown a la chica detrás de él — No dejare...

No pudo terminar de hablar pues el enorme lobo lo empujó hacia un lado de un manotazo, volvió a erguirse sobre sus patas traseras y acercó su nariz al cuello de Chief quien no podía dejar de temblar. Nadie se movía de su lugar, ni siquiera prestaron atención al pelirrojo que yacía adolorido en el suelo, estaban invadidos de terror.

El aroma de aquella chica invadió su nariz haciéndolo gruñir de manera profunda, abrió sus fauces y sacó la lengua, quería saborearla y hacerla suya en ese instante, pero repentinamente otro olor lo invadió sacándolo de su trance, se giró rápidamente y se dejó caer apoyándose de nuevo sobre sus cuatro patas para después salir corriendo por la puerta principal. La joven aterrada se desmayó poco después, Shaman salió de su miedo y dirigiéndose a los temblorosos ninjas dijo casi sin aliento.

—Esto... esto es malo — tomó aire — Debemos... encontrarlo y traerlo de vuelta.