La gente corría tratando de huir de las llamas y de aquellos hombres de aspecto aterrador, era como si estuvieran escapando de sus peores pesadillas, nadie comprendía qué estaba pasando, la policía trataba de mantener el orden y hacían todo lo posible por sacar a todos, sin embargo no fue posible, muchos terminaron atrapados en ese infierno, no tenían salida, solo quedaba esconderse y esperar.
Los ninjas luchaban con todas sus fuerzas, haciendo uso de todos sus trucos, no iban a permitir que la aldea fuera invadida, darían su vida de ser necesario, esta pelea no era como la que tuvieron meses atrás contra aquella manada de osos y esta vez estaban decididos a no dejar a ninguno con vida, pero los hombres de piel grisácea eran fuertes y ágiles, su técnica de combate era impecable. Uno de los ninjas consiguió atravesar el pecho de uno con su katana, justo en el corazón, y sus ojos mostraron gran sorpresa cuando aquel hombre seguía de pie ante él ¡No murió! ¡¿Cómo era posible?! El ninja con la "X" en el rostro, al ser testigo de aquello, sintió que la sangre se le fue por los suelos, ese desagradable olor que irritaba su nariz ahora tenía una explicación, pero aún no quería aceptarlo hasta que más ninjas lo confirmaron al no poder dar muerte a esos soldados y de entre las sombras una macabra risa se hizo escuchar ¿El pasado lo había alcanzado?
Garu no entendía nada al igual que sus amigos, pero pronto un lejano recuerdo vino a su mente y apenas con un tono de voz audible pudo pronunciar esa palabra que ya solo escuchaba en películas.
—Zombis...
Ching, Abyo y Pucca voltearon a verlo, no creían que después de tantos años de nuevo se enfrentarían con semejantes criaturas, pero estos no se comparaban con los zombis torpes del pasado, estos seres eran de movimientos mucho más coordinados, poseían gran fuerza y agilidad, algo que realmente los desconcertaba.
Lentamente un hombre empezó a avanzar hacia ellos, la luz de las llamas comenzó a iluminarlo, los zombis y los ninjas dejaron de luchar en el momento en que él se plantó firme delante de todos. Se trataba de un hombre alto y fornido, su risita burlona resultaba desagradable para todo aquel que la escuchara y al despojarse de la gran capucha que le cubría el rostro todos fueron capaces de ver que su piel era oscura, sus ojos eran tan negros como el más profundo abismo, tenía el cabello crespo y un bigote perfectamente cuidado que adornaba su rostro.
Al verlo, en la mente del grupo de amigos algo hizo "click", fue como un duro golpe de su memoria, haciéndolos parecer unos tontos por haber olvidado que alguien con el poder de levantar a los muertos existía, después de tantos años ese viejo enemigo, al que habían echado de la aldea hace años, de nuevo estaba ante ellos causando problemas.
—No es cierto... — susurró Abyo.
—Él es... — articuló Ching sin salir de su sorpresa.
—Muji — terminó de decir Tobe con tono frío — Rey de los muertos.
El mencionado esbozó una asquerosa sonrisa, de esas que te hacían sentir un malestar en el cuerpo, los recorrió rápidamente con la mirada hasta centrarse únicamente en cierto ninja de ojos azules y cicatriz en forma de cruz.
—¡Tobe! — exclamó con un tono alegre — ¿Me extrañaste, muchacho?
—No deberías estar aquí.
—¿Qué no puedo hacerle una visita a un buen amigo?
—No somos amigos — gruñó muy bajo.
—¡No eres bienvenido! — exclamó Garu.
Muji volteó a verle y de nuevo esbozó su sonrisa burlona.
—Así que el niñito mudo si sabe hablar y además se ha vuelto todo un hombre — dirigió la mirada a los tres jóvenes detrás de él — Y no podían faltar tus amiguitos, siempre cuidándote la espalda.
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Bajos instintos (Tobecca)
FanfictionUna misteriosa poción que prometía hacerlo más fuerte, ha sido bebida con el fin de derrotar a su más grande enemigo. Sin embargo, termina condenado a una terrible maldición, ahora deberá hallar la manera de evitar que ese mal lo consuma por complet...