Garu miraba desde la distancia acompañado de Abyo, y es que desde que le vio aquella marca a Pucca no quiso dejarla sola ni un instante, en especial cuando estaba en una cita con Tobe.
—Viejo, esto ya se te volvió una obsesión, pareces un loco.
Garu le lanzó una dura mirada haciéndolo rodar los ojos resignado cuando de repente diez ninjas bajaron de los árboles para rodearlos tomándolos por sorpresa.
—¿Cuándo vas a parar de perseguir a nuestra ama? — preguntó uno.
—¿Su ama? — preguntaron al unísono.
—Seguro creías que el amo Tobe no se había dado cuenta ¿verdad? — dijo otro.
No les dio tiempo de decir algo más ya que de inmediato todos se les lanzaron encima dando inicio a un combate como hace tanto no habían tenido.
Todo había sido un plan de Tobe para, por fin, poder estar a solas con su amada pues ya estaba cansado de saber que Garu siempre andaba por ahí. Iba corriendo a toda velocidad por el bosque con la azabache en brazos.
—¿Por qué salimos así de repente? ¿A dónde me llevas?
—Ya lo verás — con una sonrisa en el rostro.
Ya más adentrados en el bosque bajó la velocidad y caminó tranquilo adentrándose a un sistema de cavernas que cuando la terminaron de cruzar salieron a un campo de flores de bellos colores.
—Que sitio tan hermoso — tenía cierto brillo en la mirada — no tenía idea de que existiera un lugar así.
—Lo descubrí años atrás — bajándola con cuidado — Lo volví mi lugar para meditar o simplemente para estar solo, los ninjas no pueden entrar aquí — le sostuvo el rostro para mirarla — Ahora quiero compartirlo contigo, quiero que sea nuestro lugar secreto.
Pucca lo abrazó con fuerza al mismo tiempo que le daba un tierno beso en los labios. Al separarse la azabache llevó la mano al interior del bolsillo de su falda para sacar una pequeña cajita atada con un listón rojo.
—No he querido abrirla.
El ninja tomó el pequeño paquete y lo abrió sacando un delicado anillo decorado con una pequeña piedra rosada en forma de corazón, la azabache sintió su corazón latir con fuerza mientras él le sostenía la mano izquierda con cariño.
—Esto es un símbolo de todo el amor que tengo por ti — colocándole el anillo en el dedo anular — Prometo que sin importar las circunstancias siempre veré la manera de hacerte feliz porque por ti haría cualquier cosa. Te amo.
Una tierna sonrisa se dibujó en el delicado y bello rostro de la azabache que pronto se arrojó a los brazos del ninja provocando que cayeran sobre esas bellas flores uniendo sus labios con los de él en un beso tierno. Y cuando las primeras estrellas comenzaron a aparecer en el cielo al igual que la luna que se asomaba sonriente decidieron ir a la guarida del ninja.
Las mejillas de la azabache adquirieron un leve tono rojizo cuando cierto pensamiento vino a su mente al verlo recostado en la cama, no tenía idea de qué es lo que debía hacer, pero de lo que estaba segura es que quería que esa cita terminara de una manera más especial. Respiró profundo y armándose de valor se acercó a su amado ninja para robar un beso de sus labios, pero este beso amoroso también iba con tintes de deseo; Tobe se sorprendió un poco sin embargo no dudó en corresponderle y mucho menos en posar las manos en esa fina cintura, la chica se aventuró a besar y lamer el cuello del ninja el cual soltó un suspiro.
—Mi pequeña quiere jugar ¿eh? — susurró con voz áspera.
Ese tono de voz la hizo temblar de deseo y pronto se posicionó entre las piernas de él para volver a devorar esos labios e iniciar una guerra de lenguas, sus manos liberaron el largo cabello de él de su atadura mientras las manos del ninja levantaban su blusa acariciando su espalda. El calor de sus cuerpos comenzó a ir en aumento obligándolos a despojarse de todas sus prendas, Pucca volvía a colocarse sobre él para besar y lamer su cuello y lentamente bajar por su marcado pecho y abdomen; Tobe suspiraba y gruñía al contacto de esos suaves labios y sin esperarlo sintió esa lengua pasearse por el largo de su miembro para después sentirse entrar lentamente en esa pequeña boca.
—¡Mmgh...!
El movimiento que había comenzado lento ahora era más rápido sumergiendolo en fuertes espasmos de placer, para ser la primera vez que ella hacía algo así no estaba mal, se sentía en el cielo mientras jadeaba y gemía extasiado, sentía que estaba por llegar a su clímax por lo que la sujetó del cabello para echarle la cabeza hacia atrás y así liberar su miembro.
—Aahh... no quiero terminar aún...
Pucca de nuevo se posicionó sobre él e hizo que aquel miembro entrara lentamente en ella provocando que ambos soltarán un grito ahogado, Tobe la tomó de la cintura para ayudarla a llevar el ritmo de sus caderas mientras se devoraban en besos lujuriosos. El ninja la abrazó para poder girarse quedando sobre ella teniendo de este modo el control del vaivén volviéndolo más intenso.
No supo en qué momento Tobe ya la tenía en esa posición vulgar en donde estaba a gatas dándole la espalda para ser embestida con fuerza haciéndole aferrarse con fuerza a la almohada, el ninja gruñó en su oído y eso solo provocó que su excitación fuera en aumento, le encantaba escucharlo gruñir por ella. Sintió su interior expandirse haciéndola soltar un grito ahogado mientras abría los ojos mostrando sorpresa y excitación, una pesada respiración sobre su nuca y fuertes gruñidos invadían el ambiente, Tobe había cambiado de forma.
Aún de espaldas a él y sin separarse, el híbrido llevó su enorme garra entre el colchón y el vientre de Pucca para levantarla, y sin perder el ritmo de su vaivén la aprisionó contra él sosteniéndola del pecho, su otra garra se apoyaba en la cabecera, gruñía con fuerza al tiempo que ella jadeaba y gemía de deseo, ya no podían seguir conteniendose y pronto sucumbieron a ese clímax tan deseado.

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Bajos instintos (Tobecca)
FanficTobe ha bebido una poción que prometía hacerlo más fuerte con el fin de derrotar a Garu, su más grande enemigo. Sin embargo, termina condenado a una terrible maldición, ahora deberá hallar la manera de evitar que ese mal lo consuma por completo, sin...