2:00 am. Luna llena.
Hace tiempo que el cambio dejó de ser doloroso y sucedía de manera inmediata, sus instintos se apoderaban de él con más fuerza, era cada vez más salvaje y estaba sediento de sangre, y la droga que tomaba a diario cada noche ya casi no lograba calmarlo, necesitaba salir a cazar. Otra vez estaba arrojándose contra la puerta que había sido reforzada y lo peor es que ahora tenía decorados de plata que lo estaban quemando con cada embestida.
Shaman salió de su habitación seguido de Doga y vieron a los dos ninjas, que custodiaban la puerta, muy nerviosos temiendo que su señor, convertido en esa bestia, saliera de nuevo. Kenzo subió las escaleras para encontrarse con ellos, lucía bastante preocupado.
—Se hará daño si sigue así.
—No podemos darle opio siempre — dijo Shaman frotándose la frente — Su cuerpo se acostumbrará y después requerirá de dosis más fuertes.
Se quedaron en silencio, pensando en si dejar que la bestia dentro de la habitación siguiera haciéndose daño o ponerlo a dormitar.
—Tal vez yo pueda ayudar.
Esa vocecita tímida los hizo voltear encontrandose a Kai que se encogía de hombros como si quisiera esconderse, Shaman se acercó a ella un poco curioso.
—¿Por qué harías eso?
—Amm... pues es lo menos que puedo hacer, tal vez él me odie, pero aún así me permitió quedarme.
—¿Cómo lo harás? — preguntó Doga.
—Pues... digamos que tengo cierta habilidad para calmar a los de rango más alto que yo.
Los mayores se miraron entre ellos de manera dudosa, luego Shaman soltó un suspiro y tomó a la ojimiel del hombro.
—Bien, vamos a confiar en ti, pero entraremos contigo y si intenta atacar los ninjas lo detendrán y Kenzo se encargará de drogarlo.
—¿Drogarlo?
—Es la única manera de que no haga daño a nadie — dijo Doga en tono serio.
—Oh no... — se mostró preocupada.
—¿Qué sucede? — preguntó Shaman.
—Yo creía que estaba aceptando la licantropía por si mismo, pero no es así, si no fuera porque lo drogan ya hace tiempo se habría vuelto salvaje y entonces hubieran tenido que matarlo o esperar a que se mate él mismo.
Shaman volteó a ver a Doga que mantenía un semblante tranquilo.
—Las píldoras solo le darán tiempo para adaptarse. Y deja de mirarme de ese modo, todo depende de él y te lo dije la noche que me trajiste.
—No recuerdo que me lo dijeras — replicó molesto.
—Estabas tan metido en lamentaciones que no me escuchaste.
—Pudiste repetirmelo.
Kai y los ninjas se miraron entre ellos un poco consternados por la discusión que comenzaba entre esos dos.
—Al menos no fui yo la que le dio a beber esa sangre — ya se notaba la molestia en su rostro — Además tú ya lo tenías drogado.
—¡Le agregaste kratom a las pildoras y a veces ya ni sabe en dónde está parado! — se acercó más a ella — ¡Y lo que es peor, haces que le den opio cuando se pone agresivo!
—¡Deberías agradecerme! ¡De lo contrario ya hubiera matado a todos aquí o estaría muerto!
De los ojos de Shaman empezaron a emanar un brillo verde y los ojos de Doga brillaban en morado, fue ahí cuando Kenzo intervino poniendose en medio de los dos.

ESTÁS LEYENDO
Bajos instintos (Tobecca)
FanfictionTobe ha bebido una poción que prometía hacerlo más fuerte con el fin de derrotar a Garu, su más grande enemigo. Sin embargo, termina condenado a una terrible maldición, ahora deberá hallar la manera de evitar que ese mal lo consuma por completo, sin...