La azabache tropezó de nuevo y sintió que algo se detenía detrás de ella, giró para ver encontrándose con un enorme lobo negro que respiraba agitado y abría las fauces mostrando unos afilados colmillos ¿Iba a morir? El miedo no le permitía hacer uso de su fuerza para defenderse, cerró los ojos en espera de su final cuando escuchó al animal chillar de dolor y una conocida voz la hizo reaccionar.
—¡¿Pucca, estás bien?!
Un ninja de coletas había ido a rescatarla y la ayudaba a levantarse, estaba sin palabras. El lobo se levantó del suelo, sacudió la cabeza y luego corrió hacia ellos.
—¡Cuidado, Garu! — gritó la joven.
Pero el ninja no alcanzó a reaccionar y salió volando por el manotazo que le propinó el animal que en ese momento estaba levantado sobre sus patas traseras y poseía ciertos rasgos humanos, Pucca estaba aterrada ante tal imagen que no pudo evitar gritar llamando la atención de aquella bestia que levantaba una de sus garras dispuesto a atraparla, pero Garu corrió hasta él y alcanzó a herirlo con su katana haciéndolo retroceder. Garu tomó la mano de Pucca y se pusieron a correr tratando de huir, pero la bestia iba tras ellos a toda prisa y cuando les dió algo de alcance los arrojó contra el suelo con sus garras. La pareja estaba consternada, pero Garu no iba a permitir que muriesen ahí sin pelear, así que se puso de pie y levantó la katana para defenderse, la criatura jadeaba y la saliva escurría por sus fauces, levantó su garra para golpearlo, Pucca estaba invadida de miedo y no era capaz de ayudar, solo cerró los ojos, era el fin para ambos, pero una enorme explosión de humo los cegó, incluso la criatura retrocedió y pronto se vieron rodeados por un montón de ninjas dispuestos a protegerlos.
—¡Rápido, Hiro! — gritó uno de ellos.
Un ninja se montó en la espalda del enorme lobo y le abrazó por el cuello, mientras otros corrían y lanzaban cuerdas sobre la criatura para sujetarlo, el animal gruñó y empezó a forcejear. El ninja que había dado esa orden se acercó a los jóvenes que en ese momento estaban asombrados y se abrazaban con fuerza.
—¡Huyan! ¡Es peligroso!
—¡¿Por qué nos ayudan?! — preguntó el de coletas.
—¡No hay tiempo! ¡Corran!
Un fuerte aullido hizo estremecer a todos, el lobo se había soltado y atacó a varios ninjas dejándolos algo heridos, la pareja no podía creer lo que estaban viendo, estaban paralizados, el ninja que estaba con ellos empezó a correr hacia el animal.
—¡Hiro, Seiji! ¡Conmigo!
Dos ninjas se unieron a él y otro ninja les arrojó mas cuerdas, los tres primeros ninjas evitaron ser golpeados por las enormes garras y enredaron las cuerdas en el cuerpo del animal, los demás rápidamente sujetaron los extremos de las cuerdas y tiraron de ellas con todas sus fuerzas logrando tirar al lobo al suelo, dos ninjas se le montaron encima y le hicieron abrir las fauces.
—¡De prisa, Kenzo!
El mencionado sacó un puñado de píldoras de entre sus ropas y las metió en la boca del animal, rápidamente le cerró las fauces con cuerdas para que tragara, el lobo se sacudió con fuerza y miraba en dirección a la pareja que se abrazaba fuertemente, forcejeó con más fuerza y logró soltar uno de sus brazos y lo extendió en dirección a la azabache, como si suplicará por ella queriendo alcanzarla, Pucca notó la enorme cicatriz en forma de "X" en medio de esos ojos azules, le pareció familiar y con la mirada buscó a cierto ninja de traje azul, pero no lo visualizó por ninguna parte, se soltó del abrazo de su compañero y corrió hasta el animal, creyendo que aquel ninja estaba con los demás ayudando a sujetar al animal, pero uno de los ninjas la detuvo tomándola del brazo.
—¡No! ¡Es peligroso!
Se quedó muda y solo miró como volvían a sujetar el brazo de la criatura mientras Garu llegaba hasta ella y volvía a abrazarla. Los ninjas apretaron más las cuerdas y comenzaron a jalar de ellas para llevarse al lobo, la azabache no podía dejar de pensar en ese ninja de cicatriz así que alcanzó a sujetar del brazo al ninja que la había detenido minutos antes.
—¡¿Qué está pasando?! ¡¿Qué es esa cosa?! ¡¿Dónde está Tobe?!
El ninja no respondió y se soltó de su agarre para ir a ayudar a los demás.
—¡Espera!
Los ninjas hicieron estallar bombas de humo para desparecer llevándose al enorme lobo y cuando el humo se dispersó, un joven pelirrojo y una chica castaña se acercaron a la pareja tomándolos por detrás, apuntando unos cuchillos a sus cuellos.
—¡¿Qué rayos están haciendo?! — gritó Garu.
La pareja iba a pelear, pero un joven de ojos grises se les plantó en frente llamando su atención y detrás de él había una hermosa mujer con líneas negras bajo sus ojos.
—Ustedes no vieron nada — dijo el de ojos grises.
La mujer se acercó lo suficiente y les mostró su mano donde tenía un polvo púrpura que sopló directo a sus rostros, aquél polvo entró por su nariz y les hizo perder la consciencia.

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Bajos instintos (Tobecca)
FanfictionTobe ha bebido una poción que prometía hacerlo más fuerte con el fin de derrotar a Garu, su más grande enemigo. Sin embargo, termina condenado a una terrible maldición, ahora deberá hallar la manera de evitar que ese mal lo consuma por completo, sin...