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Garu había salido del hospital un día después del enfrentamiento con aquel ladrón,pues la herida que le habían infringido no era de gravedad y había respondido bien al tratamiento. Toda la aldea le había felicitado por tan grande hazaña sin saber lo que realmente había pasado y por supuesto que él no iba a mencionarlo. Retomó su entrenamiento y a veces se reunía con su mejor amigo Abyo a quien ya le había "platicado" su situación con Pucca y por ende trataba de aparecerse lo menos posible en el restaurante pues el solo pensar en encontrarse con ella lo ponía de mal humor.

Por otro lado estaba Tobe, que ya llevaba una semana con los efectos de aquel hechizo fallido, las noches eran un verdadero tormento pues sufría mucho dolor cuando cambiaba de forma y después de lo que hizo en el bosque aquella vez había decidido encerrarse en su habitación con la ventana y la puerta bloqueadas cada noche. Mientras tanto Shaman averiguaba más del dicho hechizo y así tratar de darle solución, pero no todo era malo pues había aumentado su fuerza y velocidad, su sentido del olfato, audición y visión nocturna se habían agudizado, claramente iba a sacar ventaja de esto.

Y ahí estaban de nuevo, frente a frente, mirándose directo a los ojos. Garu con su katana en posición de ataque mientras Tobe se mantenía de brazos cruzados y con ese semblante serio que lo caracterizaba.

—¿Esta vez no vendrán a protegerte?

Garu resopló con fastidio, realmente ese tono de burla por parte de su peor enemigo lo molestaba y sin pensarlo un segundo más fue directo a él dirigiendo el filo de su katana al hombro de Tobe, pero sorpresivamente este lo esquivó con gran agilidad y le encestó un fuerte con el codo en la espalda haciendolo caer de cara contra el suelo, Tobe se carcajeó y lo pateó en el estómago con tanta fuerza que lo mandó volando un par de metros.

«¡Mierda!» pensó Garu mientras escupía sangre y se ponía de pie «No de nuevo»

Por su mente pasó el recuerdo de su reencuentro, esa vez también lo hizo morder el polvo varias veces hasta que Pucca salió a protegerlo, gruñó molesto y haciendo uso de su técnica de clones corrió hacia él para que lo atacarán todos juntos, Tobe sonreía divertido debajo de su máscara mientras esquivaba los ataques que venían de todas direcciónes.

El verdadero Garu se acercaba por detrás, listo para herirlo con un kunai, pero se llevó la sorpresa cuando Tobe detuvo su ataque sujetándolo de la muñeca, quedaron frente a frente mirándose fijamente.

—Ya no soy aquel con el que peleabas hace años — usando ese tono arrogante — Me he vuelto más fuerte ¿O ya se te olvidó nuestro reencuentro?

Otra vez esa imágen donde era arrojado al suelo lo invadió haciéndolo refunfuñar, Tobe soltó esa risita malevola y a la vez burlona tan típica de él haciendo enojar más a Garu que se soltó de su agarre, dio un giro rápido hacia atrás y volviendo a girar al ras del suelo con una pierna estirada logró tirar a Tobe al suelo, en definitiva no lo vio venir. Corrió a recoger su katana y cuando dio la vuelta apenas y si alcanzó a detener el corte de las katanas de Tobe, y al igual que aquella vez la fricción del metal provocaba chispas, solo uno sería el vencedor.

Bajos instintos (Tobecca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora