Capítulo extra; Años después.

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''Even in my worst lies, you saw the truth of me''''.


Josephine.


—Me voy a morir. Si no me muero es por milagro. Pero definitivamente me voy a morir.

Ruedo los ojos mientras me rio por lo bajo. Su voz está nerviosa, llena de emoción y ansiedad. Le ayudo a colocar el velo encima de su hermoso rostro, y tengo que tener mucho cuidado debido a que la tela es tan suave como delicada.

El sol que entra por el marco de la ventana que da hacia las afueras del jardín delantero del recinto hace que su vestido de novia se ilumine de una manera simplemente encantadora. Su cabello negro parece brillar con vida propia, ni hablar de sus ojos que se mueven frenéticamente por toda la habitación, buscando distraerse.

—No te mueras, por favor. Si lo haces, me perderé ese delicioso buffet que tienes preparado para la cena, y por nada del mundo dejaré que eso suceda.

Después de decir aquellas palabras, Megara ríe y le acomoda un poco más el vestido por la parte trasera. A estos tiempos, el color azul de su cabello ya casi se va a desvanecer por completo, dejando paso al negro natural. Está preciosa y radiante en su vestido dorado, hace que su piel blanca luzca de porcelana y que parezca salir de una mismísima historia encantada.

Sin embargo, en vez de que haya un príncipe, llega a su lado una chica incluso más valiente que cualquier guerrero de un reino imaginario.

—Meg, ¿puedes parar de pensar en comer por un segundo? La pobre está teniendo un ataque de ansiedad. —le reprocha Marie, y luego le da un beso en la frente.

—¿Por qué si quieras estamos hablando de esto? —pregunto con el ceño fruncido y ladeando la cabeza.

—Josephine, me voy a morir. —me vuelve a repetir la novia.

Lanzo una risita y la tomo de los hombros.

—Danyee, no lo harás.

Ella bufa, luego se ríe y vuelve a entrar en un ataque de nervios.

Mi vestido rosa con brillos hace que capte mi mirada en el espejo que hay atrás de la estancia. Acoplándose a todas mis curvas y haciendo que luzca de maravilla —maldita sea, yo también sería un personaje de la historia encantada en la que pertenecería Megara—, siento este día como un ensueño también.

Nunca había acudido a una boda, mucho menos en una donde yo tuviera que estar en un lateral en el estrado. Me emociona a niveles inimaginables, y es sobre lo único que he hablado en estos días.

Lo único que hace Hero cada vez que lo menciono es rodar los ojos y sonreír, como si no tuviera cura.

Pero, ¿acaso me puede culpar?

—Quedan 10 minutos para que salgas, Danyee. —avisa una de sus amigas, llamada Clara, y seguidamente entra a la habitación.

Estamos Meg, Marie, otras dos amigas de Danyee y yo. Todas lanzamos grititos de alegría y vamos saliendo una por una para ir al estrado por la parte trasera del recinto.

—¿Jo?

Me detengo en la puerta y la observo. No me canso de hacerlo; si comúnmente Danyee es una de las chicas más hermosas que he visto en la vida, con ese vestido se lleva el premio a la novia más bella de todos los tiempos.

—¿Sí?

—Quédate conmigo un poco más, ¿vale? —se vuelve a sonrojar.

Bufo, pero cierro la puerta y le tomo de las manos.

Antes de él | HEROPHINE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora