Antes de él | HEROPHINE |

Hero's POV

No es necesario leer de nuevo los otros capítulos, aquí se pone el contexto. ¡Disfruten!

#1. Acontecimientos pertenecientes al capítulo 1.

Jennifer cae a mi lado con un gemido de cansancio y satisfacción. Su tez pálida se encuentra cubierta con un poco de sudor, que resplandece bajo la tenue luz de la tarde que entra por la ventana de su habitación.

Tiro el condón a la papelera que tiene al lado de la cama, que parece ser destinada solamente a ese tipo de basura. Hay muchos más, y sé perfectamente que la mayoría no son de mi pertenencia. ¿Cooper, tal vez? Quién sabe. Ninguno en el grupo sabe si por fin cayó bajo sus garras, es el único que no lo ha hecho.

Un hombre con suerte.

—Deberías desechar toda esa mierda. —le digo mientras me incorporo, dándole la espalda y poniéndome los pantalones.

¿A quién carajos le gusta el olor de distintos espermas regados por su habitación? Ciertamente yo no sería capaz de dormir con esa canasta a pocos metros de mí. Tal vez sean sus trofeos. Mierdas que considera como logros.

—La última vez que lo hice fue la semana pasada. No creas que soy así de sucia. —siento su mano recorrer mi espalda y volver a adentrarse a mi pantalón— No en ese aspecto.

Le quito la mano gentilmente y me pongo la camisa junto con los tenis.

—Eso fue rápido. —aclara su garganta.

Necesitaba un polvo. Es una suerte que conozca a una persona que estaría disponible al instante, y lo hace mil veces mejor saber que es igual de basura como yo, así no hay mal entendidos o culpabilidad. Descargarse con alguien que lleva un peso horrible en la espalda hace que sientas tus problemas menos miserables.

Así es el caso. Aunque Jennifer lo niegue, sus hombros cargan con toneladas de culpa, veneno y pesadumbre. Muchas cosas la persiguen, a pesar del tiempo que haya pasado.

No quiero sonar como un completo hijo de puta, pero se lo merece, al menos gran parte de esos fantasmas. Ella misma los ha creado, sabiendo las consecuencias y el daño que causaría. Yo puedo ser no mejor que ella, pero definitivamente no ando lastimando a cualquiera con la excusa de hacerme sentir mejor. Mi egoísmo no llega a esos niveles interminables.

Gruño por lo bajo, una respuesta a la deriva.

—¿Próxima, aquí mismo? —le pregunto cortante.

Sus ojos crueles y feroces brillan con una sonrisa.

Esta chica es toda una maestra en guardar secretos y culpabilidad en lo más profundo de su mente. Algunas veces mi pregunto si eso será lo que la destroza pedazo a pedazo. Parece ser así, aunque me importa una mierda.

—Sabes donde encontrarme, Hero.

Lamentable.

Salgo de su habitación no sin antes echarle un vistazo a su cuerpo delgado desnudo. Bajó la guardia cuando le di la espalda y ahora se encuentra mirando a la ventana que muestra el río cercano a la universidad.

Su mirada ya carece de cualquier luz, sea buena o no. Está vacía y hueca.

En el tiempo que llevamos acostándonos, nunca he llegado a sentir nada por ella. Pero lo más cercano a sentimiento que pueda sentir es... pesar. Lástima.

Si a mí me concierne, esas son las peores cosas de las cuales alguien puede sentir por ti.

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