c u a r e n t a y t r e s

3.3K 197 191
                                    

Por favor, copia y pega el siguiente link en tu buscador y firma la petición. Si tienes algún problema con el link, contáctame lo antes posible.

Gracias. https://www.change.org/p/change-org-the-minneapolis-police-officers-to-be-charged-for-murder-after-killing-innocent-black-man?recruiter=1094358894&utm_source=share_petition&utm_medium=twitter&utm_campaign=psf_combo_share_initial&utm_term=psf_combo_share_abi&recruited_by_id=1f5eb960-a054-11ea-8dce-e10f98d0711f




JOSEPHINE.

Se lo cuento todo.

Le cuento todo lo que callé aquel día en la terraza, todos los pensamientos que he enterrado en mi cabeza pero que al decirlos en voz alta se desvanecen, dándome por fin el respiro que necesitaba. La presión en el pecho cede a medida que van pasando los segundos mientras él me escucha atentamente, con mi mano entre sus manos, haciendo círculos cerca de mi pulgar, como tiene la costumbre de hacer.

Mi voz tiembla un poco mientras le relato todo lo que escondí. Contarle de Matt es algo sencillo porque no me afecta, ni me importa, ni me alarma. En cambio, contarle toda la incertidumbre, la vacilación, la oscilación y el vaivén tóxico de mis sentimientos en esa relación que no me hacía ningún bien fue un gran esfuerzo. Es el único, aparte de mis padres y amigos más cercanos, que lo sabe.

—Toda la relación fue ansiedad. Cada momento, cada segundo, si bajaba la guardia, cualquier grieta nos superaba. No temía la idea de perderlo, es más; la peor parte no fue perderlo a él... fue perderme a mí. —digo mirando la foto colgada en mi pared blanca, en donde está él junto a otra docena de personas.

Aprieto los labios y niego, decepcionada.

—Y tal vez pueda parecer una estupidez, —prosigo— pero mi mecanismo de defensa siempre ha sido huir de situaciones en la que mis sentimientos quedan puestos sobre la mesa. Para nadie es un secreto que me has sacado de mis casillas incontables veces —ruedo los ojos— sin embargo... no lo sé. Fue incómodo para mí. Me recordaba de cierta manera a lo que pasó con Matt. No es lo mismo, está muy lejos de serlo, aún así las murallas que levanté una vez que me di cuenta de lo que pasaba siguen erguidas, alertas a cualquier señal.

Por segunda vez desde que entro a mi cuarto, me atrevo a buscar sus ojos. Tiene las facciones hundidas, sus ojos brillan, su mandíbula apretada hace que muerda su labio inferior. Todo en él grita intraquilidad.

—Ven aquí.

No hace falta que me lo repita dos veces para que lo abrace fuerte. Se separa para que nuestros rostros estén frente a frente.

—Sabes lo que pienso de ti. Sabes que pienso que eres una de las personas más fuertes que jamás he conocido, no solo por tu actitud y tu postura frente a la vida, sino que a pesar de que la gente te haga muchas mierdas, eres capaz de brindarles lo mejor de ti, porque así eres tú, maravillosa. Yo soy un ejemplo. —no me deja rebatirle porque continúa— No sé qué hice para merecerte después de todo lo que te hice pasar, pero aquí estás. Junto a mí. —me da un pequeño beso— Y quiero enfrentar a ese hijo de puta por todo lo que te hizo vivir, por todas las inseguridades que sembró en ti, porque no lo merecías. Nadie lo merece.

Hago, de verdad que sí, mi mayor esfuerzo para no llorar. Confiarle esto fue un gran paso en nuestra relación y sus palabras... sus malditas y hermosas palabras...

—Gracias. Por todo. Por entenderlo y por escucharme. Por hacerme sentir mejor. —le digo, haciéndole saber que en este momento no hay lugar más seguro que el calor de sus brazos—No sabía que me iba a enamorar perdidamente del chico egocéntrico y molesto que conocí mi primer día en Londres.

Antes de él | HEROPHINE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora