s e t e n t a

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Canción recomendada para escuchar en multimedia:

''You & Jennifer''

Fuck you and Jennifer, I know that you're out with her

(A la mierda tú y Jennifer, sé que estás afuera con ella)

Go pretend that you're just friends

(Ve a fingir que son solo amigos)

I'll pretend that I'm not hurt

(Voy a pretender que no estoy herida)

I know all the shit I heard, you can take these bitter words

(Sé toda la mierda que escuché, puedes tomar estas palabras amargas)

Fuck you and Jennifer

(A la mierda tú y Jennifer).





JOSEPHINE.

Fue un martirio cambiar los tickets de avión a la última hora.

Otro martirio enviar la solicitud a la universidad para hacer los trabajos vía online, inventando una excusa de una emergencia familiar.

Un martirio más grande lo mucho que le costó a mi madre el valor del cambio de vuelo.

Ni hablar de que tuve que sacar ese dinero de mis propios ahorros porque no quería que la billetera de mi madre se viera afectada por un corazón patéticamente roto.

Y fue un maldito infierno empacar toda la ropa que pude en menos de una hora. Pasaré cerca de tres semanas en Australia, pero como no preví el viaje repentino antes de tiempo... por lo menos no fue tan difícil escoger la ropa con la ayuda de Mercy.

Mientras me ayudaba a seleccionar, empacar y sacar, le fui contando todo. Absolutamente todo. Sin derramar ni una sola lágrima porque remplacé el dolor por una furia en llamas que solo hacía más que crecer mientras contaba la historia hasta el punto de tirar con fuerza la ropa dentro de la maleta.

Mercy no lo podía creer. Parece que fuera ella la que hubiera vivido eso porque fue la única que lloró. Otro martirio más verla llorar de decepción e ira por su hermano, pero él solito se lo buscó.

Y lo odio un poquito más por hacerle eso a su hermana.

—Les contaré lo sucedido a tus amigos. —murmuró, sentada en la cama, al lado de la maleta ya lista mientras yo iba por mis productos de limpieza básicos.

Era un jodido esfuerzo estar en ese apartamento. Su olor, sus cosas, la energía de su presencia estaba por todas partes y sentía que me ahogaba. Que me llame cobarde por huir, pero no voy a tolerar un segundo más viviendo en el mismo lugar que él, al menos no hasta que mi corazón destrozado se recupere solo un poco y no tenga ganas de llorar y estrangularlo cuando lo vea.

Idiota. Una imbécil e ingenua idiota.

Ignorando las pulsaciones que resonaban en mis oídos, la sensación de que el mundo se desvanecía a mi alrededor, le dije a mi amiga, a la que sin importar que compartiera sangre con Hero, me escuchó, me apoyó y no me dejó sola:

—Ellos también son tus amigos.

Se queda en silencio. Sus ojos estaban un poco rojos y llenos de desilusión. No podía mirarla a la cara porque vería reflejado mi dolor en ella.

Antes de él | HEROPHINE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora