o c h e n t a y o c h o

1.7K 160 203
                                    

Leer nota del final por favor<3.

Sucesos a los que hace referencia Josephine: Capítulo 29 y Capítulo 61. No es necesario releerlos para entender.








Silencio.

Caos.

¿Son mis piernas o las de alguien más?

Un peso horrible y espantoso, como si de metal se tratara, se encuentra dentro de mi cabeza, haciendo que sea un esfuerzo de mil demonios moverla un solo milímetro.

Silencio.

Más silencio.

Un poco de caos.

El dolor punzante vuelve con más fuerza que nunca.

La bilis me sube por la garganta al sentir cómo destroza mi cabeza, mis sienes, al punto de hacer sangrar mi nariz.

Solo hay silencio.

El caos proviene de mi interior.

El grito ahogado muere en mi propia garganta al tratar de levantar la mirada, solo un poco. El tormento que me tiene cautiva me provoca una corriente eléctrica que me baja por toda la columna y mi impulso nervioso responde con mis extremidades reaccionando violenta y abruptamente.

Basta, basta, basta.

Cierro los ojos con fuerza tratando de volver a caer en el sueño.

Cualquier lugar en donde no pueda sentir lo que invade mis venas y sangre.

No me cuesta mucho, ya que por lo intenso y pesado que siento el cuerpo, vuelvo a caer en el desmayo.

| | |

Esta vez no hay silencio.

No me molesto en moverme ni un solo centímetro. Si eso hace que sienta el mismo dolor de...

¿Qué? ¿De hace unos segundos? ¿Minutos? ¿Horas?

¿Días?

La percepción del tiempo se sale completamente de mis manos.

Mis oídos no son capaces de procesar y darle sentido a los sonidos que suceden a mi alrededor. Sin embargo, aún con los párpados cerrados, siento un cambio de contraste más claro. Luz.

Desaparece rápidamente.

Mi pecho empieza a subir y bajar a alta velocidad.

Esta vez no soy capaz de ahogar el grito de tormento cuando los flashback vuelven a mi mente. El simple hecho de pensar es un sufrimiento y martirio.

Callejón.

West.

Emma.

Emma...

Los sentidos vuelven poco a poco. Ya puedo sentir las manos, los pies, los dedos, lo helada que está mi temperatura corporal, los ligeros temblores —no debidamente por el frío, de hecho— y un peso de más en mis muñecas...

Algo líquido bajando por mi nuca. Seco.

Escucho algo a mi lado. Exhalo con brusquedad y eso me hace ver estrellas a mi alrededor.

Las palabras son ilógicas. No logro entender qué dicen, su significado.

No me hace falta descifrarlo porque caigo de nuevo en la inconsciencia.

| | |

Cuando mi cerebro se acopla a todas sus funciones, cuando soy capaz de contar mis respiraciones, recordar cómo hablar, cómo tragar saliva, cómo mover mis extremidades, cómo tener pensamientos razonables, cómo identificar mi alrededor, no me atrevo a dar alguna señal de que estoy despierta.

Antes de él | HEROPHINE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora