Antes de él | HEROPHINE |

n o v e n t a y c u a t r o

Me coloca sobre la cama con cuidado, casi con pura reverencia.

Sus manos gentiles y delicadas bajan por los costados de mi cuerpo, recorriendo, saboreando. Con cariño, precaución y cuidado. Lo beso con esmero, sintiendo una presión en mi entrepierna que necesita ser suplida. Un gemido suyo sale desde el fondo de su garganta mientras conduce su miembro a mi entrada y me observa.

Me observa con amor.

Sonrío cuando me da un suave beso sobre la nariz.

—¿Estás segura?

Bufo. —¿Enserio me preguntas justo en este momento si estoy segura?

Se ríe por lo bajo y un cabello rebelde castaño cae por su frente. Se lo aparto con dulzura.

—Nunca pierdes tu encanto, Langford.

Empuja sus caderas contra las mías y jadeo. Al ser mi primera vez, tengo miedo, claro. Habíamos llegado un poco más lejos que unas cuantas caricias, pero ha llegado el momento. Y no me arrepiento de que sea aquí, con él.

—Te amo, Josephine. —dice Matt antes de embestirme con cuidado mientras mi cuerpo se va acoplando al suyo.

No pude responder a sus palabras por el gemido de dolor que sale de mis labios. Él exhala y acuna mi mejilla contra su mano.

—¿Estás bien?

Una lágrima rueda por un lateral de mi rostro.

—Sí, sí. Solo... dame unos minutos. Espérame un poco más.

Limpia mi lágrima con su dedo pulgar y me da un beso donde había caído.

—Siempre esperaré a por ti.

¿Sabrá él que ''siempre'' es mucho tiempo?

Cuando mi cuerpo ya se encuentra preparado, continuamos, sus movimientos cuidadosos y gentiles. En ningún momento su boca se separa de la mía. Aprieto su cadera para instarlo a ir más rápido, y ahí es donde las cosas se ponen interesantes.

Me murmura al oído lo hermosa que soy, que me ama, que siempre lo hará. No le devuelvo nada más aparte de gemidos que trato de mantener bajos porque sus padres se encuentran durmiendo.

Después de unos minutos, muerdo su hombro para aplacar el grito de satisfacción que el orgasmo me ha ofrecido. Jalo su cabello cuando él llega y murmura mi nombre con devoción.

Me da un beso en la clavícula y cae a mi lado, saliendo lentamente. Hago una mueca por un pequeño dolor insistente que se mantiene en mi zona baja.

Y otro en mi pecho.

Nos quedamos besando otra media hora, incluso una segunda ronda se presentó. Esa vez si fue mejor, sabiendo que ya he experimentado los malestares iniciales y han quedado atrás. Sin embargo, él nunca se excedió y me pidió que le dijera que parara cuando lo considerara oportuno.

Matt se queda dormido primero que yo después de que me diera un beso de buenas noches y que me expresara lo feliz que está de que yo haya sido su primera vez, y le dije que es recíproco. Llevo enamorada de él más de 7 meses, por lo que esta noche ha sido mágica.

Pero no lo suficiente.

Su brazo rodeando mi cintura pesa. Me remuevo un poco para quedar mirando las estrellas por la ventana que tiene en el techo.