s e s e n t a y c u a t r o

2.1K 163 65
                                    


—¿Entonces qué es lo que haremos? —le pregunto a Mercy.

Lo último que nos ha terminado de contar es que ella en un cajón del escritorio de Hero vio recibos con una alta cantidad de dinero. No exorbitante, pero sí como para que Mercy abriera los ojos como platos. Es un poco obvio que ese supuesto empleo que consiguió a las afueras de Londres no le otorga eso porque primero, no tendría tiempo para ir allí.

Se encoge de hombros y le da su primera probada a su helado.

—Fingir que no sabemos nada.

Las náuseas regresan.

¿Cómo jodidos voy a hacer eso? No lo podré mirar a los ojos sin obviar el hecho de que esconde algo retorcido, mucho menos le voy a mentir yo también, eso condenaría a que nosotros dos fuéramos un desastre en todas las maneras posibles.

—No puedo fingir que no sé nada. Especialmente si está en peligro, si ustedes dos están en peligro. —le recalco.

—Es la única opción que nos queda mientras investigamos, Jo. —dice suavemente— De lo contrario, no llegaremos a nada.

Escondo mi rostro entre mis manos. Respiro hondo y trato de calmar mis pensamientos voraces que intentan ahogar la voz de la razón.

Puedo hacerlo. Aunque sea una completa mierda y tal vez termine mal... puedo hacerlo. Vamos a descubrir qué está pasando. Por su bien, por el bien de todos.

Meg toma una de mis manos, quitándola de mi cara y la aprieta con fuerza.

—Ya pronto esto acabará. —me promete.

Más vale que sí.

Pretendo que le creo y me digo a mí misma que sí pasará, porque la palabra de Meg lo es todo y cumple lo que dice. Una promesa inquebrantable, porque no aceptaré que suceda algo más.

Me rehuso a perderlo.

Y me odio a mí misma por activar esa pequeña parte de mi cerebro que la llamo autodefensa emocional, que la creé con esmero y cuidado después de lo de Matt. Entre todos sus efectos secundarios, está soltar un poco a esa persona para que al momento de perderla...

Para que al momento de perderla no duela tanto.

Con Matt las cosas fueron diferentes. No lo alcancé a amar como amo a Hero. Creo que nunca hubiera podido porque siento que mi corazón solo le pertenece a esos ojos verdes que me persiguen día y noche sin descanso.

Y si dolió tanto con Matt...

Sacudo mi cabeza, alejando esas ideas.

| | |

Llegamos a mi trabajo horas después, solo con Thomas y Meg. Mercy se quedó con Jordan en la heladería. Nos fuimos porque no queríamos ser intrusos de lo que estaba pasando y porque Thomas quería ir a ver una colección nueva de Adidas. Después, se ofrecieron a acompañarme a recoger mi pago mensual. Llevo 3 hasta el momento, éste sería el cuarto.

La campana de la puerta suena y saludo con un asentimiento a Maure, que se nota bastante aburrido en el mostrador.

—Es una pena que Julio no trabaje hoy. Tenía ganas de verte. —le digo a Meg.

Ella frunce el ceño.

—Creí que le daba miedo. Y para ser honesta, me encantaba que fuera así. ¿Sabes lo divertido que es intimidar a las personas?

—Bueno, en eso tienes razón. Realmente solo quería presenciar cómo se comportaría frente tuyo, considerándote un ser superior e inalcanzable.

Antes de él | HEROPHINE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora