d i e z

3.2K 179 71
                                    


No vi a Hero el día siguiente. Oí que salía del apartamento a eso de las 8 de la mañana, pero no me iba a despertar un domingo a tan tempranas horas. Los domingos son sagrados para mí. Sin estrés ni preocupaciones, preparando mi mente para la semana larga que se viene.

Cuando volvimos de la terraza no me dirigió ni una sola palabra. Eso, más que confundirme, me enfureció de cierta manera. No sé si tiene una especie de fobia hacia los estornudos, pero si fuera el caso, hubiera podido disimular un poquito su molestia porque básicamente le había acabado de abrir mi corazón de cierta manera, Dios mío.

Me bañé a medio día, y cuando salí a la cocina, Mercy me miraba con una cara escéptica.

—¿Qué pasa? —digo tomando asiento mientras observo el almuerzo. Son camarones. Que delicia.

Entrecierra sus ojos hacia mí y ladea su cabeza.

—¿Fueron alucinaciones mías o ayer saliste con Hero a la mitad de la noche?

Me quedo pasmada y me tenso completamente. La miro con los ojos abiertos mientras trago.

—¿Cómo lo supiste?

—Oí la puerta principal cerrarse, y cuando fui a buscarlos, sus dos habitaciones estaban vacías. No fue difícil unir puntos.

Y vi esa expresión en su cara al momento en el que dijo que unió puntos.

—No es lo que tú piensas. —niego rápidamente— O sea, sí, salí con Hero ayer, pero necesitaba a alguien que me escuchara. Si hubieras sido tú también hubiera salido contigo, pero simplemente él se ofreció a escucharme.

Frunce el ceño, —¿Mi hermano, Hero Fiennes-Tiffin, fue a tu puerta solo para decirte que está dispuesto a escuchar lo que pasaba? —se lleva las manos a su cabello rubio con expresión preocupada— Joder, creo que le han lavado el cerebro. ¿Lo raptaron mientras dormía? ¿Tiene trastorno de doble personalidad?

Arrugo mi frente. —Espera, creo que me he perdido en la conversación.

Mercy mira fijamente a la mesa y yo miro los alrededores de la instancia. Estoy segura que en algún momento saldrá una cámara y Mercy gritará ''¡es una broma!'', pero al momento en que me doy cuenta que no sucederá, me empiezo a consternar por ella.

Después de un largo tiempo, se dedica a mirarme. —Puedo contar con los dedos de una sola mano las veces que Hero se ha ofrecido para ser el apoyo de alguien. —refunfuña— Mejor dicho, son pocas las personas por las que Hero realmente les ha prestado interés.

Me recuesto contra el respaldar de la silla blanca de madera.

—Pues a mí no me parece que sea el caso. —me aflijo un poco— Ayer estaba un poco mal. Bueno, para ser exacta, peor de lo normal. Sentía que algunos temas personales se me han venido encima. Creo que él lo vio y por eso hizo lo que hizo. No quería hablar de eso contigo porque estaba segura que todo mi estrés se iba a canalizar en ti y no lo merecías, por lo que cuando Hero fue a mi puerta a decirme si todo estaba bien horas más tarde, simplemente lo solté todo. Pero —me apresuro a explicar— no paso nada más allá de unas palabras, lo juro.

Su expresión de total entendimiento fue un bálsamo para mí.

—Ay, Jo. Tranquila, realmente te creo. Solo me pareció raro que mi hermano lo hiciera, es decir, estamos hablando de Hero, el chico que le importa un mierda el mundo. A decir verdad no estoy tan sorprendida, aunque lo esconda, siempre ha sido un chico que puedes contar con él. ¿Resultó bien todo?

No me importó que fuera una pregunta limitada, se lo conté todo. Mi problema con Matt, la conversación que tuvimos ayer en la terraza, mi intranquilidad frente a lo que se está presentando. Deje soltar todo eso no porque creyera que se lo debiera, si no que como amiga, se muestra dispuesta a escucharme y entenderme mejor que nadie.

Antes de él | HEROPHINE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora