Lunes,
volver a casa.
-En serio, mamá. No tienes que hacer esto, podemos tomar el autobús -dice Dane mientras sube al auto.
-Perdón, "Señor Me Avergüenzo de mi Madre". Tú y tu hermana pueden ir en autobús desde mañana. ¿De acuerdo?
Dane sonríe afirmativamente, y yo me acomodo en el asiento. Lo que me faltaba, un autobús repleto de adolescentes en el que tendré que subir todos los días.
-Y ¿qué tal su primer dia?
-Genial, unos chicos quieren que haga unas pruebas para entrar al equipo de fútbol -dice Dane con una sonrisota.
-Eso es genial, hijo -dice mamá sonriendo. Ahora me mira a mi por el retrovisor. -¿Y qué tal el tuyo, Landa?
-No quiero hablar de eso -digo apartando la vista.
-Oh, vamos. No debió estar tan malo.
Dane empieza a reír y yo le doy un golpe en la cabeza.
-¿Qué? -dice mi hermano todavía con una sonrisa en el rostro. -Vamos, Landa. Fue realmente gracioso.
-Basta, Dane -le digo enojada.
-¿Qué fue tan gracioso? -dice mamá intrigada.
-Dije que no quiero hablar de eso -repito.
-De acuerdo, de acuerdo.
Mamá se queda en silencio y Dane suelta una risita contenida. Estoy segura de que mamá me lanzó unas cuantas miradas por el retrovisor durante el resto del camino, pero no regrese la mirada. Realmente no quiero que nada me haga recordar mi desastroso primer dia.
Al llegar a casa, mamá nos pide que nos lavemos las manos y pongamos los platos en la mesa. Nos sentamos a comer y conversamos normalmente, aunque mamá trata de no tocar el tema de la escuela, y Dane me mira con su estúpida cara de quererse reir. En eso llega papá del jardín, con los brazos y la camisa llenos de tierra.
-Hey, hijos. ¿Qué tal la escuela? -pregunta acercándose al grifo para lavarse.
-Estuvo genial, creo que pronto seré popular -dice mi hermano.
-¿Y tú, hija? -dice secándose las manos y sentándose en la mesa.
-Oh, no vas a creer lo que pasó, papá -dice Dane mirándome, y yo le lanzo una mirada suplicante. -Landa le dio un portazo a un chico hoy.
-¿De verdad? -dice papá con una sonrisa.
-Sí -contesta Dane. -Fue comiquísimo. El pobre chico se fue chorreando sangre por la nariz.
Papá y Dane empiezan a reír. Mamá carraspea para llamar su atención y cuando ellos la miran, ella me señala con la vista. Entonces los dos se callan. Yo tenía mi cara hundida entre mis manos intentando no llorar.
-Oh, bueno. Los accidentes ocurren todos los días -dice papá tratando de calmar las cosas mientras se lleva una cucharada a la boca.
-Sí, lo sé -digo levantando la cabeza sin mirar a nadie. -Mamá, ¿puedo ir a mi habitación?
-Por supuesto, hija -dice compasiva.
Me levanto de mi silla y me dirijo hasta las escaleras. Mamá me detiene antes de llegar a mi habitación.
-Hey, Landa. ¿Por qué no vas esta tarde al departamento de la señorita Carbonell? Me dijo que le gustaria conocerte.
Lo pienso un rato.
-Sí, mamá. De acuerdo -digo sin muchas ganas. La verdad no tengo deseos de ir, pero lo dije para que mamá no se preocupe por mi y me deje sola.
-De acuerdo -dice sonriendo. Pasa su mano por mi mejilla y luego se marcha.
Antes de cerrar la puerta escucho a mamá decir:
-Tú jovencito, estas castigado.
Al menos alguien tuvo su merecido.
-¿Qué tal tu día?
-Oh, por favor, Gus. Estoy cansada de esa pregunta por hoy -digo tirándome a la cama.
-De acuerdo, no haré preguntas -dice acomodándose a mi lado.
-Gracias, Gus. Tú siempre me entiendes -digo cubriéndome la cara con una almohada.
Me levanto y empiezo a buscar algo que ponerme entre mi armario.
-¿A dónde vas? -pregunta Gustav.
-Debo ir al departamento de la señorita Carbonell.
-Landa.
------
Hola a todos :3
Espero que les este gustando.
En la multimedia les dejo una foto de Landa.
ESTÁS LEYENDO
Holanda.
Romanzi rosa / ChickLitLanda es una chica tímida e insegura que nunca tuvo mucha suerte para destacar. En su intento por empezar de nuevo en pueblo diferente, descubrirá que tiene el don de arreglar la vida de las personas, convirtiéndose así en una heroína secreta. Lo q...