Los superhéroes no tienen miedo.

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—Te ves muy molesta, jovencita.

—¿De verdad? ¿Por qué lo estaría? —digo entornando los ojos mientras barro con fuerza la alfombra del teatro.

—No hablaste para nada conmigo en el ejercicio de confianza —dijo mientras se apoyaba con su escoba arriba del escenario y me miraba. —Supongo que es por lo que le dije a Phil...

—¡Pues claro que es por lo que le dijiste a Phil! ¿Cómo es que haces eso? ¿Cómo...? Tú... —las palabras no me salían de la rabia.

—¿Qué, jovencita?

—Por qué logras hacer que todos te hagan caso...

—Quizá porque tengo razón... Tienes un castigo que cumplir, jovencita.

—¡¿Sabes qué, Thomas?¡ ¡Estoy harta de que consigas castigos para mí! Primero el club de teatro, ahora esto... Tú ¡¿Por qué lo haces?!

Tom seguía mirándome impasible, sonriendo como si mi ataque de histeria le causara mucha gracia.

—¿Qué no es obvio, Landa? Quiero estar contigo...

Sentí como el color se me subía a la cara y las mejillas se me ponían calientes. Bajé la mirada lo más rápido que pude y seguí barriendo en silencio, sin poder quitar la expresión de mi rostro.

—Además —le escuché decir por encima del ruido de su escoba —tenemos una misión de la que hablar. ¿Recuerdas?

No pude evitar levantar la mirada, aunque aún tuviera las mejillas rojas, sin poder reaccionar del todo. Tom no me miraba.

—La cabaña del bosque... ¿Recuerdas? Debemos averiguar qué pasa allí.

—Sí, sí... Por supuesto.

Bajé la mirada otra vez. No me pasaba la vergüenza.

—Muy bien. ¿Quieres hacerlo esta noche?

—¡¿Qué?!

Tom me miró y sonrió.

—Averiguar que pasa allí —repitió —, ir a la cabaña...

—Oh, sí. Yo no sé si...

—¿Qué pasó, Landa? Aquel día tenías muchas ganas de hacerlo.

—No, es solo que...

—¿Acaso tienes miedo? Porque los superhéroes nunca tienen miedo...

Cómo decirle a Tom que yo tenía miedo de casi todo, como hablar con la gente, o a la oscuridad, o las alturas, o leer poemas frente a toda la clase... Incluso de cosas insignificantes, como usar suéteres demasiado ajustados y terminar asfixiada.

Pero definitivamente no tenía miedo de ir al bosque esta vez. Ya había estado ahí. Y aunque para él yo era el superhéroe de la historia, sabía que si estaba con Tom, por alguna razón que ignoraba, estaría bien.

—Está bien. Vamos.

Landa.


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¡Hola!

Lamento que sea un capítulo corto, pero prometí que subiría un nuevo capítulo pronto así que tenía que hacerlo. Estoy tomándome un tiempo para corregir la historia así que espero que me entiendan y me tengan paciencia.

♥ Gracias por leer y votar.



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