La Cabaña del Bosque.

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Mamá pasó por mi a la escuela porque esta vez admití que debía quedarme en el teatro. No le he contado del castigo, ella cree que me he metido en un club para hacer amigos y está muy contenta por mí. No le he mentido sobre la verdadera razón, simplemente no la he mencionado. Eso no me convierte en una mentirosa ¿verdad?.

Le he pedido a mamá pasar por la despensa de Little Pine para comprar malvaviscos. Al regresar a casa, empecé a guardar lo que necesitaría, como un suéter y una bolsa de dormir. Mientras me dirigía a la cocina para guardar los malvaviscos, me encontré con Dane en el pasillo. Se había puesto una camisa azul y una chaqueta negra encima, y se dirigía a la puerta de salida. Ambos nos miramos analizándonos.

-Así que... Vas a la fiesta de Simón Riggs ¿eh? -dije mirándolo a los ojos.

-Sí -me analizó de pies a cabeza notando que yo también tenía intenciones de salir esa noche. -Landa, sabes que tú... No puedes venir -dijo algo avergonzado.

-No te preocupes, Dane. Tengo otros planes -dije furiosa.

-Bien... Adiós -dijo apartándose - ¡Adiós, mamá!

-¡Diviértete, hijo! -gritó mamá desde la cocina.

Dane desapareció por la puerta y yo entorné los ojos. No podía creer que se juntara con ese tipo solo para ser popular.

Después de despedirme de mis padres, agarré mi mochila y salí para encontrarme con los chicos. Habíamos quedado en vernos en el lago.

Mientras cerraba la puerta tras de mí, pude notar que la inquilina del sótano-departamento de la derecha tiraba algo grande a la basura. Después de acomodarse el cabello púrpura, entró a su departamento sin notar mi presencia. Me entró una curiosidad enorme por saber qué era eso tan grande envuelto en una bolsa que reposaba en el basurero, pero no es correcto hurgar en la basura de los vecinos, sería aparte algo muy extraño...

Me subí en mi bicicleta y me dirigí hasta el lago. En mi camino, me fijé un poco más en Little Pine: Un pueblo pequeño pero encantador, con casas ordenadas, rodeado de un bosque que desprendía su fresco aroma, y dejaba ver los pinos y las montañas a lo lejos, un cielo que siempre estaba despejado, una escuela, un sheriff, dos estaciones de gasolina, un aserradero, un campo de fútbol, un lugar de comida rápida famoso entre los adolescentes, y un salón de cine, en caso de que te aburrieras de los encantos pintorescos de todos los días. Ya me he acostumbrado a estar aquí y supongo que me gusta, pero a veces extraño mi casa... Es decir, mi casa anterior, porque la granja es mi casa ahora. Me encontré con los chicos en el lago: Lipe y Niko conversaban de algo aparentemente gracioso, Jenna se ataba los cordones de las botas con el ceño fruncido y Eric esperaba junto a un árbol apartado con la guitarra colgándole del hombro. Algo me decía que estos dos últimos habían tenido una discusión reciente.

Saludé y ellos me saludaron.

-¿Ya podemos irnos? -preguntó Niko.

-Aún no. Falta Anna -contestó Lipe.

Nos sentamos a aguardar. El sol estaba por ocultarse completamente, y todos empezamos a preguntarnos si ella realmente vendría. Me preocupaba que al final haya sentido miedo y haya ido a la fiesta con Simon, pero luego recordé que él se tomo muy bien lo del "novio de Anna", que no había de qué preocuparse.

-Ahí viene -dijo Lipe.

Todos regresamos la mirada y, efectivamente, vimos a Anna acercándose apresuradamente en su bicicleta.

-Disculpen, chicos -dijo ella bajando de la bicicleta de un salto y dejándola junto a la mía -Tuve que esperar a que papá llegara a casa.

-Por un momento pensamos que no vendrías -dijo Jenna poniéndose de pie.

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