—Lo siento tanto, Landa —dijo Tom sentado junto a mí sobre su camioneta —. Estoy seguro de que Dane te ama mucho también…
—Si lo hiciera nos hubiera defendido a Anna y a mí.
—A veces el miedo no nos deja hacer las cosas que son correctas.
—Lo sé —dije mirando mis zapatos —. Dane es un cobarde.
Tom sonrió mirando al frente y esperó unos segundos.
—Tal vez solo necesita un impulso.
—¿Un impulso? —pregunté y ambos nos miramos.
—No lo sé… Algo que le haga darse cuenta de que está mal. Algo que le permita ser valiente.
Tom tenía razón. Dane estaba tan preocupado por su posición en el colegio que eso lo había dejado ciego. Necesitaba algo que lo hiciera despertar, pero ¿qué podía ser?
De repente la campanita de la puerta de la tienda que estaba frente a nosotros llamó nuestra atención. Dwayne salió encendiendo su cigarrillo, y después de exhalar el humo, se puso la capucha y se alejó.—¿No crees que ya es hora de hablar con la policía? —preguntó Tom mientras lo observábamos.
—Sí… Pero… Tom, Dwayne es bueno. Él solo quiere la atención de su padre. Las cosas van a complicarse aún más entre los dos si lo delatamos.
—Lo sé, Landa. Sé que te preocupas por él… pero si no hacemos nada, el negocio de las drogas va a continuar en el pueblo.
Tom tomó mi hombro para llamar mi atención, y me señaló a dos chicos que estaban sentados sobre la otra acerca, fumando. Lucían muy demacrados, delgados y pálidos.
—Se llaman Michael y Adrian —dijo Tom —Simon Riggs les dijo que si querían ser parte de su grupo debían inyectarse heroína y dejar que los fotografiaran. No sé por qué hay gente que de verdad piensa que estar del lado de Simon le traerá ventajas. Creo que siempre sales perdiendo. Ellos lo hicieron. Después de eso no tuvieron escapatoria.
—Sí, lo sé —dije recordando que Anna ya me había contado esa historia —. Simon es un cretino.
—Ese no es el punto —dijo Tom moviendo la cabeza —. Después de que entraran en la pandilla, Simon les regalaba marihuana y otras drogas y los mantuvo comiendo de sus manos. Ellos hacen el trabajo sucio de Simon porque él les da lo que quieren. ¿Sabes qué es curioso? Simon los fotografió para poder chantajearlos después… Pensaba que ellos no querrían sus fotos circulando por Little Pine. Pero ahora no les importa pasearse por ahí luciendo con esa pinta espantosa. No les importa si la gente sabe que usan drogas o no. Lo único que quieren es consumirlas. Simon no necesita sus fotos por ahora. La marihuana es suficiente. Y un día va acabar con ellos.
Volví la vista hacia Michael y Adrian y esta vez me parecieron mucho más pálidos y demacrados que antes.
—Eso es lo que hace la droga contigo —continuó Tom —. No podemos dejar que el negocio siga en Little Pine. Los superhéroes no permiten esas cosas, jovencita.
Tom tenía razón, pero yo no podía parar de pensar en Dwayne… Lo que diría el sheriff al enterarse. Entonces pensé en algo que Tom había dicho y me pareció bastante curioso.
—Espera… ¿Dijiste que Simon les regala la marihuana? ¿De dónde la consigue él?
—Bueno, su familia es muy adinerada —contestó Tom — y su padre le da todo lo que él pide. Seguramente Simon tiene mucho dinero para pagarla.
—¿En qué trabaja su familia? —pregunté mirándolo con seriedad. Él me devolvió la mirada intentando descubrir qué era lo que yo trataba de descubrir.
—No lo sé, no estoy seguro. Sé que su padre tiene un par de negocios, pero no creo saber de qué.
—Tom, ¿Qué tal si el padre de Simon tiene algo que ver con el negocio de drogas? ¿Qué tal si tiene que ver con la marihuana que vimos en la cabaña del bosque?
—No lo sé, Landa. ¿Tú crees…?
—Piénsalo, Tom. ¿De qué otra manera puedes hacer tanto dinero en un pueblo como Little Pine? ¿Cómo es posible que Simon tenga suficiente marihuana para mantener a estos chicos, y seguramente a todos los demás, enganchados?
Tom se lo pensó con seriedad y habló después de unos segundos.
—Es una posibilidad. Pero deberíamos hablar con el sheriff sobre esto —insistió.
Sí, debíamos hacerlo. Pensé que si descubríamos que el padre de Simon tenía algo que ver con esto, podrían arrestarlo, y Simon ya no tendría ninguna influencia sobre Michael, Adrian, Rob, Connor y todos los demás. Pero sobretodo, ya no podría hacer nada contra Anna y Eric. Pensé en lo que había dicho Tom: “No sé por qué hay gente que de verdad piensa que estar del lado de Simon le traerá ventajas. Creo que siempre sales perdiendo.” Pensé en Dane. Si descubríamos a Simon, también podría salvar a Dane.
—Muy bien —dije —. Hablemos con el sheriff.
Landa.

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Holanda.
ChickLitLanda es una chica tímida e insegura que nunca tuvo mucha suerte para destacar. En su intento por empezar de nuevo en pueblo diferente, descubrirá que tiene el don de arreglar la vida de las personas, convirtiéndose así en una heroína secreta. Lo q...