Dwayne estaba sentado en el patio junto a la puerta de atrás mirando hacia las plantaciones. Estaba atardeciendo y todo alrededor tenía un tono naranja. Coco, el caballo, comía césped junto a la casa.
—¿Qué haces? —dije sentándome a su lado.
—Nada. Solo pensaba.
—¿En qué?
Él negó con la cabeza.
—La cena casi está lista. Craig, Dane y Tom se fueron a lavar.
—Gracias —dijo y calló por varios segundos —. Es agradable estar aquí.
—¿Aquí mirando el atardecer?
—Aquí en la granja. Aquí contigo y tu familia. Había olvidado cómo sabe la comida hecha por una madre —sonrió —. Nunca estoy en casa, y cuando estoy solo como fideos instantáneos o pizza del día anterior.
Él bufó con una sonrisa y removió la tierra del suelo con sus zapatos.
—Nos gusta tenerte aquí, Dwayne.
—¿Sabes? Cuando me delataste con mi padre, me sentí muy enojado... No me importaba lo que pasaría. No me importaba si él decidía que era un delincuente y me enviaba a prisión. Lo que realmente me importaba era que ahora desconfiaras de mí, y que ahora yo tampoco podía confiar en ti —él se rascó la cabeza y continuó —. Desde que te vi por primera vez en el pueblo, y hablaste conmigo, supe que podía confiar en ti. Sobre todo después de nuestra conversación en la cancha de basquetbol. Pero cuando te vi llegar detrás de mi padre aquella vez, sentí mucha rabia. No de ti, sino de pensar que ya no podía confiar en ti. Pero enseguida se me pasó, cuando mi padre dijo que habías intercedido por mí. Ni siquiera escuché lo que habías hecho, sólo sabía que habías hecho algo por mí y que no me habías fallado. Que aún podía confiar en tí. Estoy... agradecido por lo que has hecho por mí. Tus padres... tú hermano... Casi siento que tengo una familia —Dwayne se rió de sí mismo —Soy patético ¿no lo soy?
—No lo eres. Yo... Dwayne... lo lamento tanto. No quería delatarte, pero también pensé que dejarías de vender droga después de que te dije que yo sabía... No quería perjudicarte, pero...
—Tenías que hacer lo correcto. Y lo hiciste. Mira lo bien que salió todo... Jamás había tenido amigos de verdad. Jamás había trabajado tan duro en mi vida. He aprendido tanto aquí—Dwayne volvió a vista hacia Coco que continuaba comiendo pasto. Ya casi había oscurecido —Tu padre suele darnos consejos mientras estamos en el campo. Para serte sincero no le prestaba mucha atención al principio. Me sonaba mucho a sermón, y ya estoy harto de los sermones. Pero entonces descubrí que él se preocupa realmente por nosotros, y que solo estaba tratando de ayudarnos. Ahora gracias a él tengo deseos de ir a la universidad.
Lo miré sorprendida.
—¿De verdad?
—Bueno. Aún lo estoy pensando. Quizá podría estudiar música.
Sonreí, pero entonces miré al horizonte y volvía ponerme seria.
—Pero no todo ha salido bien —dije. Dwayne me miró intrigado —. Creo que deberías solucionar las cosas con tu padre.
Él bufó.
—No bromeo, Dwayne. Creo que es una de las cosas de tu vida que deberías solucionar. Él cometió muchos errores contigo, y sé que se disculparía, pero Dwayne, tú también cometiste errores, y reconocerlos frente a él sería una forma de enmendarlos.
—Él no me escuchará.
—Claro que lo hará. Es tu padre, después de todo.
—Es que yo...
—¿No te gustaría estar bien con él? ¿No te gustaría su perdón?
—Bueno... sí... quizás sí, pero...
—¿Pero qué?
—Tengo miedo. Yo... tengo miedo. ¿Qué debería decirle? Le he causado tantos problemas.
Dwayne de repente parecía tan arrepentido, como si en su corazón guardara aquella aflicción enterrada bajo gruesas y gruesas capas de orgullo, y por fin la estaba desenterrando. Dwayne siempre había querido volver a hablar con su padre y estar bien, pero no se había atrevido a reconocerlo.
—¿Qué es lo que le dirías? —pregunté mirando hacia el otro lado del jardín. Alguien se estaba acercando, pero Dwayne estaba tan pesaroso y ensimismado que nisiquiera se había percatado —¿De que cosas te gustaría disculparte?
—Bueno... Desde el principio, por haber causado tantos problemas en la escuela. Después por haberme rehúsado a ir a la universidad. También porque nunca lo escuché y nunca quise lo que él quería. Y también por lo de la marihuana. Creo que eso sobrepasó los límites.
—Yo me disculparía por no haber estado muy presente —dijo el sheriff junto a Dwayne sorprendiéndolo —. Nunca escuché lo que mi hijo quería porque estaba frustrado y terminé culpandolo a él por todo. Quizá debí apoyarlo con sus sueños. Y tal vez debí hacerle saber que podía confiar en mí si necesitaba ayuda... que no estaba solo.
Dwayne miró a su padre por varios segundos. ¿Había venido hasta la granja solo para decirle que estaba realmente arrepentido por todos esos años?
—Perdóname, Dwayne. Ojalá lo hubiera dicho antes.
Él hizo un gesto afirmativo.
—Mañana puedo tomarme un rato libre en el trabajo —dijo el sheriff —. Tal vez te gustaría ir por una guitarra nueva. Hace mucho que no tenemos una.
Ambos sonrieron. Yo me levanté lentamente y entré en la cocina, porque seguramente Dwayne no habría querido que lo viera abrazando a su papá.
Landa.
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Hola :)
Lamento tardar en subir un capítulo. Mi conexión está ago lenta y me ha causado algunos problemas. ¡Lo siento!
Feliz semana :)
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Holanda.
Romanzi rosa / ChickLitLanda es una chica tímida e insegura que nunca tuvo mucha suerte para destacar. En su intento por empezar de nuevo en pueblo diferente, descubrirá que tiene el don de arreglar la vida de las personas, convirtiéndose así en una heroína secreta. Lo q...