Holanda.

Diciendo la verdad.

—Eso estuvo perfecto, Landa.

—Gracias, Phil —dije levantándome del suelo del escenario.

Últimamente había estado recibiendo muchos cumplidos del director y de mis compañeros de teatro. Me sentía muy confiada y no podía creer que alguna vez tuve mucho miedo de subir al escenario. Ahora actuar me parecía divertido, aunque todavía sentía que lo hacía mal en comparación a los demás, pero las cosas que decían sobre mí me levantaban el ánimo. Sin embargo, mi mayor motivación era Tom. Iba cada tarde al teatro emocionada por ver la sonrisa preciosa que me regalaba cada vez que me veía llegar. Ya no pensaba en la dolorosa escena de él y Gretel, aunque la había visto a ella varias veces en el patio con Gina y sus otras amigas. Gretel siempre estaba cabizbaja y se mantenía en silencio para sonreír de vez en cuando ante algún comentario de sus compañeras. Me sentía muy mal al pensar que la causa de su tristeza era Tom. Me sentía culpable. Era extraño sentirse así. Tom me había confesado que yo le gustaba, pero eso fue todo. No soy su novia, y por esa razón no creo que yo "se lo quité". Sin embargo, seguía sintiendo que Gretel estaba triste por mi causa.

No entendía a Tom. Últimamente pasábamos mucho tiempo juntos después del colegio, y prácticamente coqueteábamos mucho en el ejercicio de confianza. Sin embargo me frustraba no saber lo que éramos. La palabra "amigos" ya no sonaba acertada. Había hablado sobre todo esto con Adeline, esperando que ella pudiera responder mis preguntas, pero lo único que hizo fue reír graciosa y decir "Landa, si quieres que Tom sea tu novio ¿por qué no se lo pides tú?".

¿Por qué no se lo pedía yo? Tal vez Adeline tenía razón. Pero... yo nunca había tenido un novio antes. ¿Y si me decía que no?

—Ya te lo he dicho miles de veces, no voy a besar a Gina durante los ensayos.

—Tom —dijo Phil con un tono desesperado mientras se frotaba el entrecejo con las yemas de los dedos —Quieres ser actor ¿No es cierto? Quieres ser actor cuando seas mayor ¿no?

—Sí, así es.

Tom quería ser actor. Él había nacido para serlo ¿Pero qué esperaba yo? ¿Que esto fuera para él solo una actividad extracurricular que olvidaría al acabar el colegio? Tom actuaba con mucha pasión y sentimiento. Todo lo que decía en sus diálogos sonaba tan real. Tom no sólo iba a ser un actor de mayor... Él ya era un actor.

—¿Estás consciente de que los actores deben hacer cualquier cosa? ¿Lo que sea?

—Sí, supongo que sí.

—¿Algo como... besar a Gina en un ensayo?

—Sí, algo como eso.

—¡¿Y por qué no lo haces, por el amor del Cielo!?

—Phil, lo haré el día de la obra. Ya te lo he dicho. No puedo besar a Gina. Es como mi hermana. Preferiría evitarlo, pero si tengo que hacerlo lo haré el día del estreno. No creo que a los actores les pidan besar a sus hermanas... eso es muy extraño.

—Tom, Gina no es tu hermana.

—Lo es. Se siente como si fuera así. Es como tú y Mindy. ¿Besarías a Mindy, Phil?

—No, por supuesto que no. Tú ganas esta vez, pero seguiré insistiendo —dijo dándose la vuelta y agitando un dedo por el aire —Eso todo por hoy. Recuerden venir mañana temprano para seguir trabajando en el escenario.

Todos nos dispersamos. Tom me miró desde el otro lado del escenario y me hizo una seña para preguntar si estaba lista. Le dije que solo iba a quitarme el traje. Phil nos había hecho ensayar con los disfraces los últimos días para que vayamos adaptándonos "a la situación". Me moría de ganas de ver a Tom en el suyo, pero su traje todavía no estaba listo.