Holanda.

Un abrazo.

Martes, 8 pm

Papá y mamá salieron a cenar por primera vez desde que llegaron a Little Pine. Cuando vivíamos en la ciudad solían hacerlo a menudo, pero desde que llegamos al pueblo no se habían animado a hacerlo hasta esta noche. Dane, por su parte ha estado toda la tarde cabalgando a Coco, creo que está reviviendo una vieja pasión.

Y bueno, yo en cambio me he pasado la tarde entera preguntándome por qué Tom no me llamó. No es que él haya dicho «Espera mi llamada, jovencita. Hoy te llamo de seguro» pero me pareció que ya que me pidió mi número al menos debería comprobar si no le jugué una broma y le dí un número falso. A lo mejor se le extravió el papelito donde se lo anoté. A lo mejor si quería hablar con mi madre y la vio en algún restaurante del pueblo y está esperando a que vuelva a casa. No seas tonta, Landa. Que rídiculo. Ni siquiera sé por qué me siento frustrada. Hace un rato les comenté esto a Patrick y Miguel, y ellos me miraron sonriendo y dijeron «Es normal sentirse así cuando estás enamorada». Obviamente esa observación no me hizo sentir menos frustrada... Pero tengo miedo de que tengan razón. ¿Será que estoy enamorándome sin querer?

Landa

8:34pm

Tirada en mi cama empecé a hojear el libro de Adeline.
Ya es hora de devolvérselo así que quería darle una última mirada. Mientras leía el agradecimiento, que principalmente era para Jonathan, su prometido, me entró un deseo de girar la página una vez más, cosa que no había hecho la última vez. Mis ojos no pudieron abrirse más cuando descubrí que había una última página narrada. Después de creer que la historia tenía ese trágico final mi corazón vuelve a abrirse a leer lo siguiente:

"Han pasado cinco años desde que Víctor dejó el campo, cinco años desde que dejó un lugar al que, al comenzar todo, no pensó retornar, cinco años desde que, con un doloroso esfuerzo, cortó tajante un lazo que hace cinco años ató el nombre de una mujer a su corazón. Laura. Laura. Laura, susurraba su alma. No creía que era posible amar a alguien de esa manera. Era difícil.
Y es que muchos dirán que cinco años no son nada, pero para ella fueron eternos, sobre todo al pensar que nunca más volvería a ver al muchacho de los ojos marrones. Había crecido, su cabello estaba largo. Su rostro estaba pálido, como de quién no ha salido de su habitación en un largo tiempo, y se ha pasado noches enteras estudiando bajo la luz de una tenue llama, intentando no pensar en ella. Pero su sonrisa, la que apareció después de que sus ojos humedecidos se reconocieran, su sonrisa era igual a la primera vez que lo vio sonreír, radiante, perfecta.
Laura corrió hasta él, hundiéndose en sus brazos y llorando sin poder creer que era real. Había vuelto por ella, y así como se había marchado la primera vez hace cinco eternos años, volvía a marcharse una vez más, pero ahora con Laura, y se casó con ella, pues había comprendido que no tenía que separarse de ella para ser feliz, sino ser feliz sin separarse de ella"

Me puse de pie como una flecha y salí corriendo hasta el departamento de Adeline donde golpee desenfrenadamente la puerta.

—¡Landa! —exclamó ella al abrirme.

Yo me abalancé sobre ella con los ojos humedecidos y la abracé. Se merecía un buen abrazo.

Landa.

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Hola a todos (:

Lamento si no estoy subiendo muy seguido los capítulos. Estoy apunto de graduarme y tengo muchas cosas por hacer, pero no me gusta dejar de escribir.

Quiero agradecer a mis lectoras ♥ a cada una de ellas, pues sus comentarios me ayudan mucho y me pongo muy feliz cada vez que tengo una notificación. Si pudiera abrazarlas lo haría ♥ jaja. Muchas gracias, de todo corazón por leer.

Si tienen ideas :3 siempre me gusta tomarlas en cuenta. También si tienen alguna pregunta pueden dejarla en los comentarios.

Gracias nuevamente ♥ 

pd: Perdón, a algunas personas no les gusta que los párrafos sean tan corridos, y prefieren que hayan más diálogos, pido disculpas por eso pero en este capítulo necesitaba narrar las cosas así.

-Lorena. (si, voy a empezar a firmar xd)