Holanda.

Ese algo.

Sábado, 9pm

-¿Segura son tres huevos, Landa? -dice Miguel, mi vecino de arriba.

-Sí, eso dice aquí -digo señalando el libro de recetas.

-Muy bien, aquí están los huevos y aquí está la leche -dice Patrick, el novio de Miguel alcanzándonos los ingredientes.

-Entonces mezclamos todo y pronto tendremos un delicioso pastel -dice Miguel sonriendome.

Ambos son muy buenos cocineros y se llevan muy bien. Estos chicos me agradan.

-Eh, chicos ¿puedo hacerles una pregunta?

-Claro, Landa -dicen al unísono.

-¿Qué opinan del teatro?

-Bueno a mi me parece interesante -dice Miguel -pero creo que Patrick podría hablarte de eso... él es actor.

-¿De verdad? -digo sorprendida.

-No soy actor, pero solía hacer algunos papeles en las obras de mi escuela. Es una experiencia muy divertida -dice mientras bate los ingredientes. -¿Por qué?

-Bueno... -digo sonriendo -hay un chico en la escuela que lo hace muy bien.

-Ahh... -dicen ambos mientras me sonríen.

-¿Acaso ese chico te trae loca? -dice Patrick con suspicacia.

-¡Por supuesto que no! Que cosas dices...

-¿Por qué tanto interés entonces? -dice Miguel encendiendo el horno.

-Solo quería saber su opinión, chicos -digo sonriendo.

-Te diré qué... ¿por qué no le preguntas a ese chico? Si dices que es tan buen actor, él debe tener una muy buena opinión sobre el teatro.

-Tal vez lo haga.

Ambos me sonríen y después terminamos de hornear.

Regreso a mi casa con pedazos de pastel para mamá, para papá y para Dane.

Después de comer, subo, tomo una ducha y voy a mi habitación con muchas ganas de tirarme en la cama.

-Hey, Landa... creo que vas a sacarme el relleno.

-Oh, lo siento, Gus -digo sacándolo de abajo de mi espalda.

Cierro los ojos y trato de no pensar en nada, pero mi cabeza quiere pensar en todo... ¿en todo? Vamos Landa, tu cabeza quiere pensar simplemente en algo.... y ese algo es un chico.

-Landa.