Amigos.

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Lipe y yo caminábamos por el pasillo aquella mañana platicando de lo linda que la granja se vería cuando esté repleta de girasoles. Le había contado lo duro que estaban trabajando los chicos y que algunos girasoles ya habían empezado a crecer.

De repente, Simon Riggs entró con prisa por el pasillo seguido de sus amigotes. Tenía los ojos rojos y cansados, pero una sonrisa maliciosa en la cara. Llevaban varios papeles en las manos, y Connor y Rob iban pegando algunos en las paredes mientras reían ruidosamente.

—¿Qué están haciendo esos idiotas? —dijo Lipe intentando divisar los carteles.

Simon Riggs pasó frente a nosotros, y se paró justo frente al casillero de Anna.

—Landa —dijo Peter acercándose a Lipe y a mí —¿Aquella de ahí no es tu amiga?

Lipe y yo volvimos la vista justo cuando Simon Riggs había terminado de pegar el cartel en el casillero, y se volteaba a vernos con una sonrisa de odio. Entonces vimos de qué se trataba. La cara de Anna estaba montada en el cuerpo de una mujer semidesnuda, y en la imagen se podía leer con unas letras extremadamente llamativas la palabra "Zorra".

Lipe tuvo el impulso de agarrar a Simon, pero logré detenerlo tomándolo del brazo. Él solo nos miró con malicia. Aquella era una cosa horrible. ¿Cómo era posible que Simon Riggs haya hecho algo como eso?

—Landa... —repitió Peter. Volvimos la vista y ahí estaba Anna, mirando con los ojos humedecidos los carteles que ahora estaban por todo el pasillo.

—Anna... —intenté hablarle, pero ella parecía perdida. Solo se quedó observando el cartel mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.

Dane entró en el pasillo y miró a su alrededor con sorpresa.

—¿Y bien? —dijo Simon acercándose a él —¿Qué opinas, Font?

Miré a Dane esperando su respuesta con angustia.

—Que eres un imbécil.

Simon pareció realmente sorprendido, igual que yo.

—¿Qué?

—Que eres... un... imbécil —repitió, y finalmente ¡lo golpeó en la cara!

Simon se sujetó el rostro por unos segundos, pero finalmente alzó la mirada y empezó a reír. Entonces lanzó un golpe, pero Dane se agachó y logró esquivarlo. Simon le pateó la pierna y lo hizo caer, y cuando estuvo a punto de golpearle la cara también, un brazo lo detuvo y lo empujó contra el casillero. Era Craig.

—¿Defiendes a los perdedores ahora, Wilson? —dijo Simon sonriendo.

—No, yo los golpeo.

Y por supuesto, Craig lo golpeó.

Los amigotes de Simon se acercaron a defenderlo, pero Dane volvió a levantarse y ayudó a Craig. Connor atrapó a mi hermano y lo sujetó para que Rob lo golpeara. Entonces apareció Eric y agarró a Rob por la espalda y empezó a golpearlo, pero el último logró tirarlo al suelo.

—Oye, idiota cabeza hueca —dijo Jenna tirando su mochila al suelo —. Nadie se mete con mi novio —entonces empujó con fuerza a Rob y lo tiró al piso también, y después lo pateó en el trasero. Luego se volteó hacia Simon, que había logrado apartar a Craig —. Y nadie se mete con mi amiga —Y lo pateó en la entrepierna. Simon cayó al piso con un grito de dolor, y Rob tomó a Jenna por el cabello. Dane había logrado liberarse de Connor, y lo empujó contra los casilleros. Simon se levantó, y Rob empujó a Jenna hacia él. Simon iba a golpearla, así que no pude reaccionar de otra manera que meterme, y con algunos movimientos de taekwondo golpearlo. Y vaya, se sintió muy bien.

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