—Vete de aquí, Martin. No voy a repetirlo otra vez... Ayer ya te pedí que te marcharas.
—Por favor, Dane. Déjame hablar con ella.
—Dije que te fueras.
—Vamos... Tengo que explicarle un par de cosas.
—¿Que la engañaste, por ejemplo?
—Yo no la engañé. Dile a Landa que baje, por favor.
Yo había estado escuchándolo todo. ¿Tom había venido a buscarme? Era muy claro todo, yo no necesitaba sus explicaciones: Se había atrevido a coquetear conmigo todo este tiempo mientras se veía con su novia todas las tardes antes de ir al teatro. Decidí bajar y decirle todo eso...
—Por favor, llama a... Landa...
Dane y Tom me miraron mientras bajaba las escaleras.
—Landa, yo arreglo esto... —dijo mi hermano —. Vuelve arriba.
—Está bien, Dane. Voy a hablar con él.
—Pero, Landa...
—Ve. Estaré bien.
Dane y yo nos miramos un par de segundos, y finalmente suspiró.
—Estaré en la cocina si me necesitas —me dijo, y después le lanzó una mirada amenazadora a Tom antes de irse.
Nos quedamos en silencio hasta que él decidió hablar.
—Hola, jovencita.
—¿Qué haces aquí?
—Vine ayer a verte, pero tu mamá me dijo que saliste con Lipe y luego tu hermano me echó —él sonrió por un momento pero después su expresión se tornó seria —. ¿Te gusta Lipe?
—Eso no te importa.
—Sí. Tienes razón...
—¿Qué haces aquí? —repetí. Tom me miró algo avergonzado.
—Supongo que te debo una disculpa.... Debí decirte que Gretel y yo...
—No debiste coquetearme si tenías novia...
—Gretel no es mi novia.
—Oh, seguro. La besabas porque es una gran amiga.
—Es complica...
—¿Sabes, Tom? —interrumpí —. Sí estoy molesta contigo... Pero no porque piense que me ocultaste cosas... Sino porque se las ocultaste a ella. No debiste decirme cosas lindas como que no hay chicas como yo, mientras tu novia te esperaba en algún lugar.
—Ya te dije que Gretel no es mi novia.
—Por favor, Tom. Todos lo saben... Yo soy la única tonta que no lo sospechó.
—Landa, basta. Gretel no es mi novia y tú no eres tonta. Voy a explicártelo todo, pero necesito que dejes de ponerte a la defensiva y me escuches. ¿Me escucharás?
—Pero...
—Landa.
Suspiré y asentí. Tom se sentó en el pórtico y luego me echó una mirada invitándome a sentarme también.
—Gretel me parecía una chica linda. Solía ir con un grupo de amigas a ver los ensayos en el teatro. Sus amigas la molestaban porque al parecer yo le gustaba... Era una buena chica. Nos llevábamos bien, pero no podía decirle que yo no la quería como ella me quería a mí. Parecía de verdad enamorada, y yo no me atrevía a decirle que era una gran amiga, pero que yo no sentía lo mismo por ella. No podía romper su corazón... Así que decidí quedarme. Seguí saliendo con ella y viéndola después de clases. En realidad no tenía nada qué perder. Pero entonces llegaste tú... Y me flechaste con un portazo en la nariz —río al recordar el incidente. —No estaba solo coqueteando contigo cuando te dije que no hay chicas como tú. Lo dije en serio. Jamás había estado enamorado de verdad de alguien. Sé que debe decírtelo mucha gente, pero eres en verdad especial. Eres tan lista, tan ingeniosa, tan divertida... Tan bonita. Tú eres la chica que quiero para mí, Landa Font. Y sé que no tengo ningún derecho de decírtelo, y también sé que debes creer que sigo mintiendo, pero todo es verdad... —hizo una pausa. Yo no sabía como reaccionar a todo lo que estaba escuchando —¿Sabes? Después de haber sido echado de aquí ayer, fui a casa de Gretel para disculparme también. Siempre intenté decirle que nosotros no éramos novios... Que yo la quería, pero lo nuestro no era una relación. Y sé que debí sonar como un idiota, pero ella me daba la razón. No le importaba verme a solas después de clases y nada más. Pero aún así sentí que le debía una disculpa. ¿Sabes qué fue lo que me dijo? Dijo que sabía que yo no la quería como ella siempre me ha querido, y que sabía que algún día yo conocería a alguien a quien yo quisiera de verdad. Dijo que le parecía muy dulce de mi parte quedarme con ella para no romper su corazón, y que se sentía muy mal al haber sido tan egoísta conmigo por no dejarme ir... por no decirme que sabía que no la quería y dejarme ir... No siento que ella debió disculparse... A veces hacemos esas cosas por amor.
—Cuando estamos enamorados hacemos muchas tonterías —dije repitiendo aquella frase del profesor William.
Tom sonrió.
—Pérdoname, Landa. Yo no quería lastimar a nadie...
—Lo sé.
—Sé que no puedo pedirte que me ames y vivamos juntos para siempre... Sé que aún debes estar algo herida y te va a costar trabajo confiar en mí... Pero quiero pedirte que vuelvas a ser mi amiga.
—Yo nunca dejé de ser tu amiga —sonreí.
Tom me dio un beso en la mejilla y sé que debí ponerme muy colorada, pero eso ya no me importaba. Ambos nos abrazamos.
—Y una cosa más —dijo —. No me pidas que deje de coquetear contigo. Coquetearte es lo que más me gusta hacer, jovencita.
Landa.
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Holanda.
ChickLitLanda es una chica tímida e insegura que nunca tuvo mucha suerte para destacar. En su intento por empezar de nuevo en pueblo diferente, descubrirá que tiene el don de arreglar la vida de las personas, convirtiéndose así en una heroína secreta. Lo q...