Baloncesto.

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Miércoles,

7 am, en el autobús.


Abro los ojos y encuentro a Gustav enfrente de mi cara.


-¿Por qué sonríes? -me pregunta.


Entonces me doy cuenta que he despertado con la sonrisa en la cara. Me doy la vuelta para cubrirme con las sábanas.


-Vas a llegar tarde a la escuela.

-Eres un conejo bastante latoso.


Me quito las sábanas de encima y voy hasta la ducha. Me tomé unos veinte minutos en salir. Me visto, luego vuelvo al ropero para tomar mi ropa de deporte que nos han dado en el colegio: una camiseta blanca (que me queda un poco grande) y unos shorts verdes. Luego tomo mis Converse blancos (sí, soy una fanática de estos zapatos) y meto todo en mi mochila. Me peino frente a mi espejo sin mucho afán, al final, mi cabello siempre termina alborotado. Tomo mis cosas y bajo a desayunar.


Que bien huele. Las mañanas son mis favoritas, pues mamá se encarga siempre de inundar el ambiente con aroma a pancakes, pastel, tocino y naranja.


Encuentro a Dane tragando como cerdo todo el tocino de su plato. Le doy un beso a mamá que estaba friendo un huevo en su sartén. Le doy otro a papá que bebía su café energizante y después, me siento junto a Dane.


Al terminar, me lavo los dientes y Dane y yo salimos de la granja para esperar el autobús. Una mañana como cualquier otra. Excepto por lo que recalcó Gustav... ¿Por qué desperté sonriendo?


Landa.



Miércoles, 5 pm.


Fui hasta los vestidores del gimnasio y me puse la ropa de deporte. Es la segunda vez que voy a clases de cultura física desde que llegué a Little Pine. Las otras veces me excusé porque aún no tenía el uniforme.


Me encontré con los chicos de mi salón en el patio. Era un día soleado y caluroso, que avecinaba el verano. El profesor González se llevó a los chicos a practicar básquet, mientras que las chicas nos quedamos con la profesora Burns.


Mientras estirábamos, observo a los chicos de mi salón jugando con los chicos de último año. Guau, Dane juega bastante bien... Al igual que Lipe que es muy atlético. Ellos les estaban dando una paliza a nuestro curso. Eric es casi tan bueno, pero Niko definitivamente apesta, creo que debería recogerse el cabello para poder observar dónde está la cesta.


-Muy bien, señoritas. A correr -dice la profesora Burns.


Todas hacemos fila y empezamos a correr alrededor de la cancha de fútbol y de básquet, que estaban juntas.


-¡Martin! ¡McKellen! ¡A la cancha! -oigo gritar al profesor González.


Regreso la mirada y veo a Thomas y Alex acercarse a la cancha...

Se veía precioso... con su uniforme que le quedaba perfectamente bien, su cabello rojizo, sus ojos verdes que resaltaban en el sol y su montón de pecas en la cara. Él y su amigo se acercan a la cancha y alguien le tira el balón.


-Landa, sigue corriendo -dice Anna jalándome del brazo.


Yo reacciono y obedezco avergonzada de mí misma por haberme detenido para mirar a un chico.


Intento mantener mi concentración conmigo, pero regresar la mirada al juego es inevitable.


Thomas corre hacia un lado y agarra el balón, se lo pasa a Marco, quien se lo pasa a otro chico, quien se lo vuelve a pasar a Thomas, y hace una cesta. ¿Acaso me mintió? Me dijo que no era bueno para los deportes... Pero hizo una cesta perfecta.


Vamos a dar la segunda vuelta y yo continúo mirando a los chicos.

Dane hace una cesta más, y Eric hace otra. Tercera vuelta.


Estamos pasando justo junto a ellos, en la cancha de basquet. Alguien le lanza el balón a Thomas, y antes de hacer otra cesta perfecta su mirada se choca con la mía. Se detiene y me sonríe... oh, ya puedo imaginarlo diciendo "Hola, jovencita". Yo me sonrojo ¡¿por qué?!

Eric viene como ninja, le quita en un dos por tres el balón, corre y hace una cesta a nuestro favor. Alex le da un golpe en la cabeza al pelirrojo.


-Lo tenías servido en bandeja de plata -gruñe su amigo.


-¡Nina! ¡Tus chicas están distrayendo a mis chicos! -grita el profesor Gonzáles.


-¡Lo sé! -responde la profesora Burns riendo.


¿Acaso eso lo dijo porque Thomas no hizo la cesta? ¿Acaso lo distraje yo? Miro al chico y él me sonríe con ganas de reír, como si intentara responderme "Sí, jovencita. Tú tienes la culpa...."


Landa.


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Lamento si tarde un poco en subir este capítulo. Ahora que comenzé clases no puedo publicarlos con tanta frecuencia. También lamento si me quedó corto. Es mi último año y tengo que estudiar mucho para entrar a la universidad. Pero no voy a dejar de escribir ♥ y espero que ustedes no vayan a dejar de leer ♥ :)

Holanda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora