Holanda.

La casa del árbol.

Aquella mañana encontré a Lipe, Niko y Eric jugando a las cartas en una mesa en el patio.

-Hola, chicos.

-Hola, Landa -dijeron al mismo tiempo.

-¿Dónde está Anna? -pregunté sentándome junto a Lipe.

-Por allá -dijo Niko señalando con el dedo.

Anna estaba sentada sobre otra mesa riendo muy a gusto con...

-¿Simon Riggs?

-Sip -dijo Lipe tirando una de sus cartas sobre la mesa -. Prefirió irse con el cretino en vez de quedarse con nosotros.

-Mira nada más qué felices se ven -dijo Niko.

Todos volvimos la vista. Anna miraba a Simon con una sonrisa mientras él hablaba. Eric decidió ignorarla y seguir ordenando sus cartas.

-¿Qué pasó, Eric? -dijo Lipe en tono de burla -. No te habrás tomado en serio eso de que Anna es tu novia y ahora estás celoso ¿o sí?

-No fastidies.

-Por cierto -dije con curiosidad - ¿Dónde está Jenna?

Todos se quedaron en un silencio que hizo que me arrepintiera de haber preguntado. Eric contestó resignado.

-Terminamos.

-¿Qué?

-Sí -dijo con expresión seria -, ¿seguimos jugando?

-Lo siento mucho, Eric. ¿Estás bien?

-Sí. Estoy bien, Landa. ¿Seguimos?

Lipe y yo nos miramos preocupados por él. Eric lo notó.

-Estoy bien ¿sí?. Es más, deshacerme de esa latosa fue lo mejor que pudo pasarme. Estoy perfectamente bien sin ella ¿De acuerdo?

-De acuerdo -contestamos todos.

Eric y Jenna habían salido por más de un año y medio. En realidad no pensaba que Eric estuviera bien del todo, pero últimamente habían tenido muchas peleas y se estaban llevando bastante mal, así que tal vez era mejor que se alejaran por un tiempo.

Miré a Anna. ¿Cómo era posible que de repente estuviera disfrutando de la compañía de Simon Riggs? Recordé todo lo que me habían dicho sobre él. "Puede ser muy persuasivo". Quizá hasta una persona muy lista como Anna podía llegar a caer en su trampa. Tenía que pensar algo para ayudarla... Aunque ella no quisiera que la ayude.

-¿Saben? Deberíamos hacer algo esta noche... -dijo Lipe, luego miró a Eric -Claro. Sin Jenna.

-¿Qué tal otra fogata en el bosque? -propuso Niko arrojando una carta.

-Ni lo sueñes. Ya tuvimos suficiente aquella noche -contestó Lipe.

-¿En qué pensabas? -pregunté.

-No lo sé. ¿Qué tal ver películas en mi casa?

-Suena como una buena idea.

-Miren, ahí viene Anna -dijo Niko.

-Preguntémosle si vendrá.

-Hola, chicos -dijo ella con una sonrisa.

-Hola, traidora -molestó Lipe. Ella le lanzó una mirada de reproche.

-¿Te estabas divirtiendo? -preguntó Niko.

-¿Qué tanto hablabas con ese tipo? -preguntó Eric.