La vida entera parecía color de rosa. Tirada en mi cama, podía sentir aún los labios de Tom sobre los míos. Mi estómago aún se revolvía cada vez que lo imaginaba. Cada vez que cerraba los ojos, cada sensación de ese momento me recorría todo el cuerpo. Amaba a Tom. Lo amaba con toda mi alma.
—No había visto esa sonrisa en mucho tiempo —dijo una voz.
Me incorporé en mi cama mirando a mi alrededor, en busca de la persona que había hablado. Entonces saltó a mi regazo y movió las orejas.
—La vi una vez... Nuestros primeros días en Little Pine.
—¿Gustav? —¡vaya! No había hablado con él en muchísimo tiempo.
—Cuando conociste a Tom. Despertaste sonriendo así.
Volví a sonreír, apretujé a Gustav y me tiré de vuelta a la cama.
—Me siento tan bien —dije.
—Landa, vas a sacarme el relleno.
—Perdona, Gus —dije soltándolo.
—Ese chico ha hecho muchas cosas en ti. Incluso te has olvidado de mí.
—No me he olvidado de tí —dije acariciando su cabeza.
—Está bien, después de todo, Libby es una buena amiga. Tú siempre serás mi mejor amiga, Landa. Pero ya no eres una niña. Tienes cosas en qué pensar. Cosas como en... besos y chicos pelirojos.
Volví a sonreír y a ponerme colorada.
Había vuelto a pensar en aquella escena. No sabía lo que estaba pensando Tom al respecto. Después de que Phil y el resto nos felicitaran por nuestra grandiosa actuación, bajamos del escenario y yo no me atreví a mirar el rostro de Tom. Fue maravilloso, pero sentía tanta vergüenza. Tomé mis cosas y me marché lo más rápido que pude. Todos estaban encantados. Definitivamente fue la mejor parte de nuestra actuación.
De repente recordé lo que él había dicho una vez. "La actuación es una mentira".
Yo no sentía que el beso de Tom era una mentira. Yo lo sentí real. Cada segundo de ese beso era real. Estoy segura de que él quería besarme de verdad. Yo quería besarlo de verdad.
—¿A dónde vas? —preguntó Gus.
—Al pueblo. Hay tanto en lo que debo pensar.
—De acuerdo.
—¿Gus? —me detuve en la puerta antes de salir.
—¿Sí, Landa?
—Te quiero.
Él sonrió.
—Yo también te quiero, Landa.
Subí en mi bici y me dirigí al pueblo con mucha prisa. Sentí en viento pegándome en la cara, y se sentía tan bien. Estaba empezando a anochecer, y la brisa era fresca.
Recorrí el pueblo en la bici, sintiéndome muy bien. No podía describir las felicidad que me llenaba.
Entonces, me paré frente a un restaurante. Fue de casualidad. Tenía una fachada muy linda y llena de flores y el sitio parecía muy acogedor. Tuve deseos de entrar, pero antes de hacerlo, vi un letrero en la ventana.
Yo era feliz, pero mientras yo estaba aquí disfrutando cada segundo de mi vida en Little Pine, alguien más estaba triste por cada segundo de su vida en Little Pine.
"Se necesita chef profesional"
No lo pensé dos veces. Tomé mi bici y volví a casa.
—¿Mamá? —dije entrando en la cocina.
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Holanda.
ChickLitLanda es una chica tímida e insegura que nunca tuvo mucha suerte para destacar. En su intento por empezar de nuevo en pueblo diferente, descubrirá que tiene el don de arreglar la vida de las personas, convirtiéndose así en una heroína secreta. Lo q...