Capítulo 8

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Narra Vanesa

Era una sala amplia, insonorizada, y con varios instrumentos por todos lados, entre ellos un piano de cola.
Había largos sillones para sentarse y entre ellos una pequeña mesa.

Pastora y yo nos sentamos juntas en uno y nos pusimos manos a la obra.
Cogí los papeles con la información de cada uno de mis talents y los puse sobre la mesa de en frente, para que ambas los pudiéramos ver.

...

- Esta niña es muy pequeña, no podemos ponerla con gente muy mayor.

Dirigí la mirada a la hoja que tenía en las manos para saber de quién hablaba Pastora.
Se trataba de Marta, mi penúltima talent.

Lo cierto es que estábamos terminando y por lo tanto, quedaban pocas opciones.
Tres de los cinco equipos estaban listos.
Actualmente, sólo quedaban seis niños que se repartirían en dos equipos.

- Cierto. Creo que podríamos ponerla con Luna y Jesús. Jesús es casi de su edad y Luna tiene once años pero creo que harán un buen equipo. Además que serían muy tiernos juntos.
- Por mí perfecto, parecen niñas muy dulces, y seguro que Jesús estará muy bien con ellas. ¿Qué canción crees que podrían cantar?
- Pues Marta y Jesús cantaron en español. Ella "Con la miel en los labios" y él "Cómo mirarte". Luna cantó una canción en inglés muy bonita, pero ya sabes que yo el inglés... Vamos no me acuerdo del título.
- Pues no sé amiga cuando te vas a poner con el inglés, que ya es hora.
- Uf, no sé. Pero no veas cómo me sale el acento argentino. - Dije en un intento bastante penoso de imitarlo, a lo que mi amiga no pudo reprimir una carcajada.
- Vane, déjate de tonterías. Te vas muy rápido del tema. La canción.
- Joder, si es que has empezado tú.
- Vane... - Pronuncia mi nombre de una forma que me eriza la piel y la vez me lanza una mirada inquisidora bastante aterradora. Una verdadera madre.
- Vale, vale.¿Qué te parece... "Un año"?
- Está bien, pero creo que esa la iban a cantar en el equipo de Ramón.
- Pues yo también, listo.
- ¡Vane! - Y me miró con la misma cara que mira a sus hijos cuando los regaña. No sé cómo no los tiene atemorizados. - ¿Qué te parece "Amor, amor de mis amores"?
- Vale... - Dije poco convencida, pero sin atreverme a replicar.
- ¿Y esa cara?
- Yo quería la otra. - Dije cual niña caprichosa.
- ¡Vanesa! Eres peor que los niños chicos, puedes tomarte algo en serio por una vez en tu vida.
- ¡Me lo tomo en serio! Por eso prefiero la otra canción.
- Vanesa, esa ya la tiene Melen. No seas caprichosa, que te conozco y le vas a pedir que te la cambie.

Y tanto que me conocía, pues eso era exactamente lo que iba a hacer, y digo iba porque su cara no me da oportunidad de réplica. Tiene cara de: lo haces y te mato.

- Tú ganas... ¿Contenta? Pero que sepas que él me la hubiese dado. - Lo mejor es darle la razón antes de que de verdad me regañe.
- Ese no es el caso, sabes que él haría por tí cualquier cosa.

Y por si la idea todavía no se había ido de mi cabeza, pues ella sabe lo cabezona que puedo ser, me dirige una última mirada de advertencia para que no se me ocurra hacer nada.

- Anda, continúa que nos tenemos que ir. ¿Quiénes quedan? - Me pregunta.
- Lucía, Raquel y Lola.
- Dime. ¿Qué cantaron?
- Lucía cantó "Borracha de amor", Raquel "Someone like you", y Lola...
- Espera, ¿"Someone like you" de Adele? - Asentí - Con razón que te giraste. Es que sólo te sabes las canciones de Adele.
- Es verdad que Adele es la mejor, pero sé muchas canciones en inglés. Lo que pasa es que a veces les ponen esos títulos tan raros... No hay que quitarle mérito, lo hizo bonito.
- Mira quién fue a hablar de títulos.
- Los míos son muy simples, lo sabes. Por cierto, ¿puedes dejar ya de meterte conmigo? Creo que por hoy ya está bien.
- Uy sí perdón, esperaré que esté aquí Ramón para hacerlo.
- ¡No! Qué se ríe.
- Ya, es lo mejor. Bueno, a lo importante. ¿Qué cantó... Lola? Bonito nombre, por cierto.
- Sí. Bien - Aproveché para aclararme la garganta y volver a poner un tono más serio para hablar. - "90 minutos".
- ¿La tuya?
- Acaso conoces otra.
- No seas borde, anda. Entonces, ¿una batalla de fanáticas de Vanesa Martín? - Dijo sin contener esa sonrisa, que cada vez se hacía más grande en su cara.
- No te creas. Puede que sí Lucía, pero Lola no sé. Sólo son chicas con buen gusto - Acabé entre risas.
- ¿Y cómo lo hizo? - Preguntó un poco más sería mi amiga, aportando un poco de profesionalidad a la conversación de nuevo.
- Buah Pili, fue mágico. Ella... su voz me llegó, sabes. No sé. Mejor te lo enseño, seguro lo tienen grabado por ahí.

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora