Narra Vanesa
Nos dirigimos al camerino, una al lado de la otra. Haciéndonos compañía pero sin necesidad de palabras por medio.
En cuanto cerramos la puerta nos dejamos caer ella en el sillón y yo en la silla más cercana, a la vez que dejo escapar un suspiro.- ¿Estás lista para el segundo asalto?
- ¿Lo estaré algún día?
- Esperemos.Aunque íbamos un poco tarde, Pastora me retocó el maquillaje.
Ni siquiera nos cambiamos, recogimos lo que usamos y respiré hondo antes de salir del camerino siendo seguida por mi amiga hacia el escenario.Ya que llegamos un poco tarde las chicas ya estaban allí. Las cámaras ya estaban grabando, y los micrófonos en punto, en resumen, sólo faltábamos nosotras.
Esperé a que Pastora se situara junto a mí y juntas fuimos a saludar. No teníamos tiempo así que todo fue rápido, bastante diferente a como lo hicimos la última vez.
Lo que quiero decir es que el ensayo hola holatranscurrió bien dentro de los límites de lo profesional.Lo cierto es que este era un programa en el que nos podíamos permitir tener ciertas libertades, pero dentro de unos límites. Estos mismos eran los que me impedían acercarme a Lola y hablar con ella de forma más íntima.
Lucía y Raquel dieron todo de sí, se notaba el trabajo y la complicidad de ellas al intentar ayudar a su compañera. No es que ella lo estuviera haciendo mal. Sonaba afinado y bonito, pero vacío. Exento de sentimientos. Y eso me mataba.
¿Qué había cambiado?
Para mi desgracia apenas pude hacer nada durante el ensayo. El tiempo pasó y fue la hora del próximo grupo. Antes de que se fueran quise abrazarla y aunque no rechazó el abrazo, este resultó muy frío, aterradoramente gélido. La miré pero sus ojos se hicieron a un lado rehuyendo mi mirada.
Y así terminó el primer ensayo.
Mentiría si dijera que esto no me efecto. Aún así intenté dar todo de mi para el resto de grupos. Sin embargo, una parte de mi se fue con ella.
No veía la hora de terminar y volver a casa.
- Me da pena sabes. - Dice Pilar provocando mi retorno a la realidad.
- ¿El qué?
- Lola. - Dice como si esa simple palabra lo explicase todo.
- Ya...Seguimos andando un tramo en silencio, hasta que decidí comentar esto con ella. Seguro que podría darme un punto de vista diferente de todo esto.
Necesitaba estar fresca para la fiesta y todo lo que esta conllevaba. Y si no hablo esto con ella lo más seguro es que le esté dando vueltas toda la noche.- No ha habido fallos de afinación o ritmo. Pero no puedo ser objetiva. Pili, no sé si me ilusioné demasiado con ella, puse el listón demasiado alto y no era para tanto... Me siento mal, no quiero que ninguna de ellas se vaya, pero me da rabia que ella no se quede por mi culpa.
- No es tu culpa. Debemos elegir a -
- No me refiero a eso. Puse en ella demasiadas expectativas, cuando acepté esta canción lo hice pensando en ella, la emoción que le daría y... no, no he sentido nada. - Levanté la cabeza y la miré directamente a los ojos. - ¿Y si soy yo la que le exige demasiado?
- No.
- ¿No qué?
- No le exiges demasiado. Yo también lo he notado. ¿Cómo te has sentido esta semana?
- No te sigo.
- Creo que solamente estaba asustada, cohibida. Necesitaba esa mano que no le has extendido hasta el final, cuando ya era tarde.
- ¿Por qué?Mi amiga levanta los hombros dando a entender que no sabe.
- ¿Y qué puedo hacer? No quiero eliminarla sin darle la oportunidad de luchar antes.
- Sé tu misma.
- Me haces el favor de no hacerte la interesante y responder a mis preguntas sin hacerme sentir tonta.Noto como mi amiga se ríe cerca de mi oído, y no soy capaz de reprimir una carcajada.
- Justo así - Dice.
- ¿Riendo?
- No necesariamente. Vane, tú eras igual al principio. Puede que no te hayas dado cuenta, pero con el tiempo hemos aprendido a ignorar las cámaras o a actuar con normalidad frente a ellas. Tiene 8 años y es bastante tímida. Puede que sólo necesite confiar un poco más, y hoy no es que hayas sido precisamente cercana.
- Tiene sentido.
- Claro que lo tiene.Le agradecí con un abrazo rápido y entre pensamientos subí al coche. Esta vez en el asiento del conductor. Estoy acostumbrada a conducir, y aunque no es lo que más me gusta me mantiene distraída y mirar la carretera me relaja.
La radio estuvo apagada durante todo el trayecto, y nuestras risas no faltaron en ningún momento.
Con ánimos renovados, como si de otra persona se tratase, llegué a la fiesta.
Lista para darlo todo.
.
.
.
Bueno, sé que es un capítulo corto y poco intenso. Pero seguro que el siguiente compensará.
Una fiesta y ... ¿amigos?

ESTÁS LEYENDO
Segunda oportunidad
DiversosVanesa Martín está en el mejor momento de su carrera musical. Para ella todo está bien hasta que La Voz kids trae a ella su pasado, y tira todos sus planes y esquemas al suelo. "¿Acaso existía un anhelo humano más triste -o más intenso- que desear u...